/ martes 9 de octubre de 2018

A propósito |El advenimiento de la mediocridad

No sé, si atacar a una institución como lo es el Poder Judicial de la Federación, léase Suprema Corte de Justicia de la Nación, Plenos de Circuito, Tribunales Colegiados de Circuito, Tribunales Unitarios de Circuito y Juzgados de Distrito, le representen al próximo gobierno federal algún ganancial político distinto al que ya se respira en la actualidad.

Tal parece que el propio candidato de Morena a la presidencia de México y ahora como presidente electo, pretende desgastar y demoler una institución tan sólida como es el Poder Judicial de la Federación.

Primero, le achacó los altísimos sueldos y prestaciones que sus integrantes perciben, -que si bien es cierto, tiene razón-, cuando ahora Ricardo Monreal está conociendo de una iniciativa de Ley, para, entre otras cosas, reducir el número de años que un Juzgador Federal debe estar al frente de su delicada responsabilidad.

Desde luego, habrá qué decirlo como es, Monreal y sus seguidores proyectan una ignorancia supina de quiénes integran, al Poder Judicial de la Federación en el país. Seguramente la mediocridad con que gobernó Zacatecas, le dejó algún rescoldo o resentimiento.

Sin embargo, no es momento de culpas ni buscar responsabilidades contra una institución tan prestigiada como la que se menciona. Los Juzgadores Federales se cuecen aparte. No se parecen en nada a los juzgadores del orden común en los Estados.

Si usted amable lector, conoce a un Juez de Distrito, algún Magistrado Unitario o Colegiado, a un Magistrado de Pleno o a un Ministro de la Corte, ingrese sus datos en internet y verá que todos tienen una sólida preparación académica y una experiencia a toda prueba.

Solo le propongo el nombre de un Juzgador Federal escogido al azar, Miguel de Jesús Alvarado Esquivel. Confróntelo con un juez de Sonora dependiente del Poder Judicial Estatal. Qué diferencia, señor mío.

Por ello, Monreal, tan aldeano como siempre, no debe medir a los juzgadores federales como lo está haciendo ahora. Deshacerse de esos Juzgadores mediante la aplicación de una ley trasnochada, no hace más que pensar que, así como el Legislativo y el Ejecutivo morenos, el Judicial Federal no se salvará de ir en declive.

Por el contrario, es de expresarse que el propio Legislativo Federal debe preocuparse por darle mayor apoyo a dicho Poder Judicial otorgándole el reconocimiento que tienen sus integrantes, proporcionándole mayor brillo a una vida institucional de la que se habla poco, y cuando se habla es para denostarla.

Lo anterior no significa que no esté bajo la lupa de la vigilancia y la crítica, sino que debemos honrar a las instituciones para hacerlas más fuertes en lugar de tomar a dicho Poder como algo que se puede cambiar como se cambia de camisa.

O usted, ¿qué opina amable lector?

El autor es abogado postulante por la UNAM, ha sido catedrático universitario en varios Estados y articulista en diversos periódicos del país. Teléfono (6621) 57.7114 celular  primalex2010@hotmail.com

No sé, si atacar a una institución como lo es el Poder Judicial de la Federación, léase Suprema Corte de Justicia de la Nación, Plenos de Circuito, Tribunales Colegiados de Circuito, Tribunales Unitarios de Circuito y Juzgados de Distrito, le representen al próximo gobierno federal algún ganancial político distinto al que ya se respira en la actualidad.

Tal parece que el propio candidato de Morena a la presidencia de México y ahora como presidente electo, pretende desgastar y demoler una institución tan sólida como es el Poder Judicial de la Federación.

Primero, le achacó los altísimos sueldos y prestaciones que sus integrantes perciben, -que si bien es cierto, tiene razón-, cuando ahora Ricardo Monreal está conociendo de una iniciativa de Ley, para, entre otras cosas, reducir el número de años que un Juzgador Federal debe estar al frente de su delicada responsabilidad.

Desde luego, habrá qué decirlo como es, Monreal y sus seguidores proyectan una ignorancia supina de quiénes integran, al Poder Judicial de la Federación en el país. Seguramente la mediocridad con que gobernó Zacatecas, le dejó algún rescoldo o resentimiento.

Sin embargo, no es momento de culpas ni buscar responsabilidades contra una institución tan prestigiada como la que se menciona. Los Juzgadores Federales se cuecen aparte. No se parecen en nada a los juzgadores del orden común en los Estados.

Si usted amable lector, conoce a un Juez de Distrito, algún Magistrado Unitario o Colegiado, a un Magistrado de Pleno o a un Ministro de la Corte, ingrese sus datos en internet y verá que todos tienen una sólida preparación académica y una experiencia a toda prueba.

Solo le propongo el nombre de un Juzgador Federal escogido al azar, Miguel de Jesús Alvarado Esquivel. Confróntelo con un juez de Sonora dependiente del Poder Judicial Estatal. Qué diferencia, señor mío.

Por ello, Monreal, tan aldeano como siempre, no debe medir a los juzgadores federales como lo está haciendo ahora. Deshacerse de esos Juzgadores mediante la aplicación de una ley trasnochada, no hace más que pensar que, así como el Legislativo y el Ejecutivo morenos, el Judicial Federal no se salvará de ir en declive.

Por el contrario, es de expresarse que el propio Legislativo Federal debe preocuparse por darle mayor apoyo a dicho Poder Judicial otorgándole el reconocimiento que tienen sus integrantes, proporcionándole mayor brillo a una vida institucional de la que se habla poco, y cuando se habla es para denostarla.

Lo anterior no significa que no esté bajo la lupa de la vigilancia y la crítica, sino que debemos honrar a las instituciones para hacerlas más fuertes en lugar de tomar a dicho Poder como algo que se puede cambiar como se cambia de camisa.

O usted, ¿qué opina amable lector?

El autor es abogado postulante por la UNAM, ha sido catedrático universitario en varios Estados y articulista en diversos periódicos del país. Teléfono (6621) 57.7114 celular  primalex2010@hotmail.com