Un año ha transcurrido desde el triunfo electoral de López Obrador como candidato a la Presidencia de México por su partido Morena.
Si alguna evaluación ha de hacerse de su gestión, creo debe hacerse a partir del 1 de julio de 2018 y no del 1 de diciembre de dicha anualidad.
¿Y por qué se dice esto, amable lector? Justo porque usted habrá de recordar que el desesperado AMLO y el tibio Peña Nieto fueron en la práctica, un presidente que dejó de gobernar a partir de esa fecha, y el otro, posesionario de todas las áreas de gobierno sin tomar aun, protesta del cargo.
Así que el señor López Obrador tiene un año, sin hacer realmente nada, salvo sus mañaneras que son un verdadero enfado para los escuchas a nivel nacional.
Pero no todo es blanco y negro. También hay matices, es decir, cosas buenas que el Presidente ha hecho. Su programa de gobierno en contra de la corrupción que si bien, se ha establecido como estandarte, no ha cumplido ninguna de sus promesas de campaña ni de presidente.
Pero para no inclinar la opinión de los lectores hacia lo bueno, lo malo o lo feo de la administración obradorista, sería bueno preguntar a los afectados con las decisiones del Presidente, acerca de qué piensan en determinados rubros de gobierno.
Pregunte usted qué piensa el empresariado respecto a la seriedad y responsabilidad del gobierno que hoy dice una cosa y mañana lo modifica, como es el caso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Qué piensan los miles de despedidos del Servicio de Administración Tributaria, de la Sader, y de muchas dependencias del Gobierno federal. Qué piensan los padres de familia que han sido afectados de alguna manera, con los delitos del fuero federal y común, justamente por la falta de seguridad pública.
Qué piensan los pensionados que antes a la edad de 65 años recibían su pensión y hoy se aumentó a 68 años. Qué piensan los buenos estudiantes al ver que a holgazanes que no estudian ni trabajan, se les otorga una cantidad en efectivo para seguir fomentando la decisión electoral en favor de Morena.
Qué piensan las amas de casa con los aumentos desorbitados de los artículos de primera necesidad y los exiguos ingresos familiares, taponeados personalmente por el Presidente.
Qué pensarán los elementos de la Policía Federal que hoy está siendo desmantelada. Que piensa el pueblo en general al ver que no hay fuentes de empleo para los mexicanos, pero sí para los migrantes que llegan a nuestro territorio.
A los migrantes se les entregan empleos, salud, vivienda, educación, y todo aquello que los mexicanos no tienen. Pero además, qué piensa el pueblo cuando el Presidente le regala al Presidente de El Salvador la cuantiosa suma de treinta mil millones de dólares.
Y tanto que se soba el lomo el mexicano para cumplir con el pago de contribuciones, para que un señor, sin tomar en cuenta al Congreso de la Unión, esté regalando nuestro dinero.
O usted, ¿qué opina amable lector?
El autor es abogado postulante por la UNAM, ha sido catedrático universitario en varios estados y articulista en diversos periódicos del país.
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