/ miércoles 6 de octubre de 2021

Aguas profundas | Albazo eléctrico ¿o no? 

Lo que se viene en la reforma eléctrica es un albazo legal, un agandalle en el Poder Legislativo; y con él llegará un aumento generalizado en los costos de al menos 30% que se va a reflejar en el recibo de las empresas y las familias en el muy corto plazo porque la CFE de la 4T no invierte en distribución y en transmisión, no invierte en tener más gas y más plantas. Vienen los apagones y los viejos electricistas ya dieron la alarma, lo saben y no les hacen caso: llevan tres años de inversiones atrasadas y la siguiente gran obra será hasta 2024.

El Presidente quiere hacer un proceso abreviado, nos dicen, uno que no incluya la discusión pública de la reforma, hasta hoy lo que quería Morena era que este jueves los diputados votaran, sin análisis, discusión o posicionamiento, sin el estorboso parlamento abierto.

En el mejor de los casos necesitan 56 votos para poder pasar la reforma y se dice que los buscan en el PRI y lo que requiere la oposición es quitarle 16 de esos votos y entonces recuperar el equilibrio.

¿Va el PRI a dar marcha atrás a una reforma que su último presidente puso en marcha? Pues más de uno dice que sí mientras se resuelva todo rápido, mientras se haga sin tener que exponerse a la luz.

La recomendación que le hacen al PRI es que no negocie por todos, que en el mejor de los casos deje que los legisladores voten en su conciencia, que encarezca al partido. Ya ha pasado que vote con la 4T y que lo haya hecho con la oposición.

¿Y el PVEM? Bueno, para ellos votar a favor implica, literalmente, ser expulsados del Global Greens y de la Federación de Partidos Verdes de las Américas.

La 4T no quiere un parlamento abierto porque es perder la discusión pública y el debate institucional. Quiere hacerlo como aplanadora, rápida y eficazmente. Lo que los políticos no ven es que junto con esta reforma vienen enfrentamientos internacionales porque de facto va contra todos los acuerdos comerciales firmados. Todos. Habría demandas ambientales, comerciales y ciudadanas. Ojo, si la ley pasa en los términos conocidos es totalmente expropiatoria: los paneles caseros serían ilegales y tendrían que ser usados y explotados por la CFE.

La realidad es increíble. Todos los errores de la iniciativa constitucional, todos, son producto del escritorio del abogado y experto constitucionalista Manuel Bartlett, hablamos de los artículos 25, 27 y 28 más transitorios, todo eso es su bronca.

Pero, nos dicen y se deslindan de ello, todos los dichos, mentiras, omisiones y medias verdades de la exposición de motivos son producto de las instrucciones presidenciales directas.

Lo mejor de todo, ninguno de los dos equipos cayó en cuenta de que estaban creando un monopsonio, quieren el monopolio constitucional, pero se pasaron y eso fue motivo de disgusto entre la titular de la Sener, Rocío Nahle; y el director de CFE, Manuel Bartlett. La primera es borrada completamente de su facultades de política energética, todo es para la paraestatal y su director, nada para la jefa de gabinete energético, nada.

CFE como paraestatal podrá esconder sus costos y sus pérdidas, podrá dar subsidios a sectores o cobrar el triple. No se tiene ni idea de cómo van a generar las tarifas que además serán creadas bajo sus propios términos.


Aquí puedes escuchar el podcast de nuestro columnista⬇️

Puedes escucharlo en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

Lo que se viene en la reforma eléctrica es un albazo legal, un agandalle en el Poder Legislativo; y con él llegará un aumento generalizado en los costos de al menos 30% que se va a reflejar en el recibo de las empresas y las familias en el muy corto plazo porque la CFE de la 4T no invierte en distribución y en transmisión, no invierte en tener más gas y más plantas. Vienen los apagones y los viejos electricistas ya dieron la alarma, lo saben y no les hacen caso: llevan tres años de inversiones atrasadas y la siguiente gran obra será hasta 2024.

El Presidente quiere hacer un proceso abreviado, nos dicen, uno que no incluya la discusión pública de la reforma, hasta hoy lo que quería Morena era que este jueves los diputados votaran, sin análisis, discusión o posicionamiento, sin el estorboso parlamento abierto.

En el mejor de los casos necesitan 56 votos para poder pasar la reforma y se dice que los buscan en el PRI y lo que requiere la oposición es quitarle 16 de esos votos y entonces recuperar el equilibrio.

¿Va el PRI a dar marcha atrás a una reforma que su último presidente puso en marcha? Pues más de uno dice que sí mientras se resuelva todo rápido, mientras se haga sin tener que exponerse a la luz.

La recomendación que le hacen al PRI es que no negocie por todos, que en el mejor de los casos deje que los legisladores voten en su conciencia, que encarezca al partido. Ya ha pasado que vote con la 4T y que lo haya hecho con la oposición.

¿Y el PVEM? Bueno, para ellos votar a favor implica, literalmente, ser expulsados del Global Greens y de la Federación de Partidos Verdes de las Américas.

La 4T no quiere un parlamento abierto porque es perder la discusión pública y el debate institucional. Quiere hacerlo como aplanadora, rápida y eficazmente. Lo que los políticos no ven es que junto con esta reforma vienen enfrentamientos internacionales porque de facto va contra todos los acuerdos comerciales firmados. Todos. Habría demandas ambientales, comerciales y ciudadanas. Ojo, si la ley pasa en los términos conocidos es totalmente expropiatoria: los paneles caseros serían ilegales y tendrían que ser usados y explotados por la CFE.

La realidad es increíble. Todos los errores de la iniciativa constitucional, todos, son producto del escritorio del abogado y experto constitucionalista Manuel Bartlett, hablamos de los artículos 25, 27 y 28 más transitorios, todo eso es su bronca.

Pero, nos dicen y se deslindan de ello, todos los dichos, mentiras, omisiones y medias verdades de la exposición de motivos son producto de las instrucciones presidenciales directas.

Lo mejor de todo, ninguno de los dos equipos cayó en cuenta de que estaban creando un monopsonio, quieren el monopolio constitucional, pero se pasaron y eso fue motivo de disgusto entre la titular de la Sener, Rocío Nahle; y el director de CFE, Manuel Bartlett. La primera es borrada completamente de su facultades de política energética, todo es para la paraestatal y su director, nada para la jefa de gabinete energético, nada.

CFE como paraestatal podrá esconder sus costos y sus pérdidas, podrá dar subsidios a sectores o cobrar el triple. No se tiene ni idea de cómo van a generar las tarifas que además serán creadas bajo sus propios términos.


Aquí puedes escuchar el podcast de nuestro columnista⬇️

Puedes escucharlo en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music