/ miércoles 20 de marzo de 2019

Al Bat | El gran Cele 

Resulta inolvidable aquella Serie del Caribe del 74 en el Héctor Espino, donde Tom La Sorda fue el manager de los Tigres de Licey de la República Dominicana

En el recuerdo de ese gran clásico caribeño, también uno se podía encontrar en la grada al maestro de la crónica, Buck Canel; a Ernesto Carmona, “El Marqués de San Basilio”, fundador junto a Alejandro Aguilar Reyes (“Fray Nano”) de la Liga Mexicana, además de inteligente y astuto manager; al gran Maury Wills, a Aurelio Rodríguez, al comisionado de las Ligas Mayores, Bobby Kuhn y su asistente Bobby Maduro; al flamante presidente del circuito invernal, Horacio “Macacho” López Díaz…. en fin, ¡cuántas personalidades!

El primer banderín caribeño

¿Y quién no recuerda el título ganado por Hermosillo en 1976 en la Serie del Caribe de Santo Domingo, República Dominicana?

La representación mexicana fue dirigida por el también inolvidable “Pelón Mágico”, Benjamín “Cananea” Reyes, en una demostración de valía y coraje por la camiseta.

Exactamente sería un lunes 9 de febrero de aquel año cuando México hizo historia al conquistar el primer banderín en ese nivel de pelota en ese clásico que conocemos como la Serie Mundial del Beisbol Latino.

Y ahí estuvo Celerino Sánchez en la victoria definitiva de 6-1 sobre los Tigres de Aragua de Venezuela para lograr el enorme e histórico título y donde también brillarían con gran intensidad Héctor Espino, Jerry Hairston, Sergio “Kalimán” Robles, George Brunet (el pítcher ganador); Tony Komadina, Steve Stroughter, Francisco “Pancho” Barrios, Rich Hinton, Elliot “Bump” Wills, Douglas Capilla, Arnoldo de Hoyos, Rafael “Picho” Ornelas y Chester Lemon, Adolfo de la Torre, Rafael

Barrón, Trinidad Aguirre, Francisco Chávez, Ramón Arano, Eduardo Acosta y Chuck Giboon, teniéndose como coachs a Sam Hairston y Miguel Sotelo.

Notable Naranjero

Tras llegar en 1967 a Hermosillo procedente de los Venados de Mazatlán por el primera base Arturo “Camarón” Álvarez, Celerino acumularía 681 imparables, de ellos 85 fueron cuadrangulares, produjo 381 carreras, logrando un porcentaje global de .288.

Fueron diez grandes campañas las que dio a la fanaticada de los Naranjeros; entre sus grandes años, destaca aquella campaña del 69-70 cuando pegó 19 cuadrangulares empatando el título en la especialidad con Espino; también fue el mejor en impulsadas (67) y en slugging (.606)… e incluso una vez bateó el ciclo en 1976 (lunes 25 de octubre) contra los Ostioneros de Guaymas.

Y qué decir de lo mostrado en sus participaciones de Series del Caribe que donde también se ganó a pulso un nicho de oro.

Tras “colgar los spikes”, se fue a radicar a Celaya, Guanajuato, donde abrió una casa de Deportes y ahí exhibía el uniforme que utilizó con los Yanquis. Periódicamente iba a la Ciudad de México donde se había casado y cuya mamá era propietaria de un restaurante, “La Reina”, ubicado a unos metros del estadio del Seguro Social.

Cuenta Tomás Morales que todos le llamaban “El Café de Celerino”.

Una leyenda…

Desafortunadamente, el 2 de mayo de 1992, cuando tenía 48 años de edad, falleció en Celaya víctima de un derrame cerebral… desapareciendo así, físicamente, toda una leyenda del beisbol mexicano… y universal.

Luego de su inesperada partida física, el 24 de noviembre de 1993, los Naranjeros retiraron su número 14 en una ceremonia especial en el “Héctor Espino” honrándolo así a través del tiempo como noble homenaje a su vida en el beisbol.

Más tarde, en febrero del 94, el Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México con sede en Monterrey lo entronizó en un Nicho de Oro.

Hoy, sus restos mortales descansan en el Panteón Jardín de la Ciudad de México.

correo: beisrubio3@gmail.co

twitter: @beisrubio

facebook: jesusalberto.rubiosalazar

Resulta inolvidable aquella Serie del Caribe del 74 en el Héctor Espino, donde Tom La Sorda fue el manager de los Tigres de Licey de la República Dominicana

En el recuerdo de ese gran clásico caribeño, también uno se podía encontrar en la grada al maestro de la crónica, Buck Canel; a Ernesto Carmona, “El Marqués de San Basilio”, fundador junto a Alejandro Aguilar Reyes (“Fray Nano”) de la Liga Mexicana, además de inteligente y astuto manager; al gran Maury Wills, a Aurelio Rodríguez, al comisionado de las Ligas Mayores, Bobby Kuhn y su asistente Bobby Maduro; al flamante presidente del circuito invernal, Horacio “Macacho” López Díaz…. en fin, ¡cuántas personalidades!

El primer banderín caribeño

¿Y quién no recuerda el título ganado por Hermosillo en 1976 en la Serie del Caribe de Santo Domingo, República Dominicana?

La representación mexicana fue dirigida por el también inolvidable “Pelón Mágico”, Benjamín “Cananea” Reyes, en una demostración de valía y coraje por la camiseta.

Exactamente sería un lunes 9 de febrero de aquel año cuando México hizo historia al conquistar el primer banderín en ese nivel de pelota en ese clásico que conocemos como la Serie Mundial del Beisbol Latino.

Y ahí estuvo Celerino Sánchez en la victoria definitiva de 6-1 sobre los Tigres de Aragua de Venezuela para lograr el enorme e histórico título y donde también brillarían con gran intensidad Héctor Espino, Jerry Hairston, Sergio “Kalimán” Robles, George Brunet (el pítcher ganador); Tony Komadina, Steve Stroughter, Francisco “Pancho” Barrios, Rich Hinton, Elliot “Bump” Wills, Douglas Capilla, Arnoldo de Hoyos, Rafael “Picho” Ornelas y Chester Lemon, Adolfo de la Torre, Rafael

Barrón, Trinidad Aguirre, Francisco Chávez, Ramón Arano, Eduardo Acosta y Chuck Giboon, teniéndose como coachs a Sam Hairston y Miguel Sotelo.

Notable Naranjero

Tras llegar en 1967 a Hermosillo procedente de los Venados de Mazatlán por el primera base Arturo “Camarón” Álvarez, Celerino acumularía 681 imparables, de ellos 85 fueron cuadrangulares, produjo 381 carreras, logrando un porcentaje global de .288.

Fueron diez grandes campañas las que dio a la fanaticada de los Naranjeros; entre sus grandes años, destaca aquella campaña del 69-70 cuando pegó 19 cuadrangulares empatando el título en la especialidad con Espino; también fue el mejor en impulsadas (67) y en slugging (.606)… e incluso una vez bateó el ciclo en 1976 (lunes 25 de octubre) contra los Ostioneros de Guaymas.

Y qué decir de lo mostrado en sus participaciones de Series del Caribe que donde también se ganó a pulso un nicho de oro.

Tras “colgar los spikes”, se fue a radicar a Celaya, Guanajuato, donde abrió una casa de Deportes y ahí exhibía el uniforme que utilizó con los Yanquis. Periódicamente iba a la Ciudad de México donde se había casado y cuya mamá era propietaria de un restaurante, “La Reina”, ubicado a unos metros del estadio del Seguro Social.

Cuenta Tomás Morales que todos le llamaban “El Café de Celerino”.

Una leyenda…

Desafortunadamente, el 2 de mayo de 1992, cuando tenía 48 años de edad, falleció en Celaya víctima de un derrame cerebral… desapareciendo así, físicamente, toda una leyenda del beisbol mexicano… y universal.

Luego de su inesperada partida física, el 24 de noviembre de 1993, los Naranjeros retiraron su número 14 en una ceremonia especial en el “Héctor Espino” honrándolo así a través del tiempo como noble homenaje a su vida en el beisbol.

Más tarde, en febrero del 94, el Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México con sede en Monterrey lo entronizó en un Nicho de Oro.

Hoy, sus restos mortales descansan en el Panteón Jardín de la Ciudad de México.

correo: beisrubio3@gmail.co

twitter: @beisrubio

facebook: jesusalberto.rubiosalazar