Nunca es tarde, lo dije desde ayer noche en redes sociales: Tany (Tony) Oliva y Orestes “Minnie” Miñoso —ambos también grandes protagonistas en el beisbol de México— fueron elegidos para ingresar en julio próximo con todos los honores a Cooperstown tras la votación de dos comités de veteranos.
Junto con ellos también serán exaltados Buck O’Neil, defensor de peloteros negros dentro y fuera de los diamantes, así como a Gil Hodges, Jim Kaat y Bud Fowler, de quien le tengo un capítulo especial en mi blogspot —un poco más abajo— por todo lo que significa en la historia del beisbol.
Supremacía cubana
Cuba tiene el mayor número de inmortales en el Salón de la Fama del Beisbol de Ligas Mayores: de siete, seis peloteros.
Antes de Oliva y Miñoso consiguieron la proeza Martín Dihigo (1977), Tany Pérez (2000), José de la Caridad Méndez (2006), Cristóbal Torriente (2006) y el empresario cubano-americano Álex Pompez.
A ellos habría que sumar al narrador-comentarista deportivo Felo Ramírez con el premio especial para los cronistas.
De Tony Oliva: MLB: Toda una vida esperando esa llamada. Tony Oliva no pudo aguantar las lágrimas, al enterarse que ya es parte del Salón de la Fama del beisbol.
Debutantes y repetidores
Ahora esperemos a los siguientes a entronizar —clase 2022— que serán valorados por los miembros de la Asociación de Escritores de Beisbol de Estados Unidos.
Ya sabe quiénes andan en la boleta tanto como candidatos por vez primera (13 debutantes) como los que repiten (17).
Cuatro de ellos están ahora en su décimo y último año de elegibilidad por la vía de la asociación: Barry Bonds, Roger Clemens, Curt Schilling y Sammy Sosa.
Pendientes, pues.
Y sí mucha expectativa.
