/ domingo 28 de noviembre de 2021

Al bat | Max León

1.- El amigo ingeniero Paco Salazar me comentó ayer vía móvil inteligente algo por demás notable sobre Max León en la historia de la franquicia Naranjeros de Hermosillo.

Recordó que Maximino León, coach del equipo Naranja, es el único Naranjero que ha vestido el uniforme en los tres estadios que ha tenido el 16 veces campeón de nuestro circuito invernal.

En efecto: referenció que el veracruzano —hermosillense por adopción— primero, lanzó en el Fernando M. Ortiz tras debutar en la temporada 1970-1971 procedente de los Tomateros de Culiacán con la etiqueta de Novato del Año por su 4-0 y 1.20 de efectividad.

Eso es y así fue.

Si recuerda, bajo el mando de Maury Wills, Max estaría en plan grande con Hermosillo en aquella campaña: 7-1 y 2.49 en ERA, siendo el pitcher campeón en ganados y perdidos, además de pieza clave para que los Naranjeros se coronaran campeones (ante los Cañeros (¡Gracias, Darwin, Espino, Celerino y compañía!) y fueran el primer equipo en representar a México en una Serie del Caribe ya como Liga Mexicana del Pacífico.

“Luego le tocó ser el pitcher abridor y ganador de la jornada inaugural en 1972 del entonces llamado estadio El Gigante —o “Coloso” del Choyal”, luego bautizado en 1976 como Héctor Espino.

Asimismo, tiró la última primera bola en el Espino en la ceremonia de despedida de la temporada llamada el “Último Capítulo” en la edición 2012-2013 para la siguiente trasladarse al Estadio Sonora.

También fue lanzador del juego inaugural de la Serie del Caribe celebrada en el Héctor Espino en febrero de 1974.

Su rica trayectoria incluye la que tuvo con los Bravos de Atlanta en seis temporadas consecutivas (1973-1978) como relevista, compartiendo momentos inolvidables junto con el legendario Hank Aaron, “a quien comparó con Héctor Espino en su forma de ser”, dijo Paco.

Si desea conocer/escuchar más detalles en torno al paisano, es cuestión de que hoy a partir de las 12:00 horas acceda por Facebook a Naranjeros Radio donde será entrevistado por los compañeros de la Peña Beisbolera de Hermosillo.

Vale.

Hablando de Naranjeros: el equipo/sus jugadores portarán el jersey con el que apoya al Teletón en el segundo juego de la serie ante los Sultanes de Monterrey el próximo sábado 4 de diciembre.

¡Bien, compadre!

José González “Pepe” Monterrey”

Estimado Jesús ¡...veo tu nota sobre el cambio de nombres a los parques de beisbol del Pacífico...! y me da mucha tristeza que todos aquellos que forjaron para enriquecer la historia del beisbol, grandes jugadores y directivos que inclusive gestionaron/involucraron a las autoridades y construyeron estadios.

Lamentable que hoy los estén olvidando por unas migajas.

Qué lástima tras legar una enorme riqueza histórica aportada al beisbol; indudablemente, cuántos personajes, protagonistas y leyendas que conformaron el desarrollo del deporte rey en esa región y otras del país.

Da mucha tristeza, pero se ve que definitivamente el poder económico opaca al espíritu deportivo y el legado del beisbol que dejaron y que con un plumazo de dinero ¡los ignoran! decidiéndose de tiempo acá por marcas o nombres de empresas mercantiles.

Te mando un fuerte abrazo amigo: Pepe Monterrey González.

1.- El amigo ingeniero Paco Salazar me comentó ayer vía móvil inteligente algo por demás notable sobre Max León en la historia de la franquicia Naranjeros de Hermosillo.

Recordó que Maximino León, coach del equipo Naranja, es el único Naranjero que ha vestido el uniforme en los tres estadios que ha tenido el 16 veces campeón de nuestro circuito invernal.

En efecto: referenció que el veracruzano —hermosillense por adopción— primero, lanzó en el Fernando M. Ortiz tras debutar en la temporada 1970-1971 procedente de los Tomateros de Culiacán con la etiqueta de Novato del Año por su 4-0 y 1.20 de efectividad.

Eso es y así fue.

Si recuerda, bajo el mando de Maury Wills, Max estaría en plan grande con Hermosillo en aquella campaña: 7-1 y 2.49 en ERA, siendo el pitcher campeón en ganados y perdidos, además de pieza clave para que los Naranjeros se coronaran campeones (ante los Cañeros (¡Gracias, Darwin, Espino, Celerino y compañía!) y fueran el primer equipo en representar a México en una Serie del Caribe ya como Liga Mexicana del Pacífico.

“Luego le tocó ser el pitcher abridor y ganador de la jornada inaugural en 1972 del entonces llamado estadio El Gigante —o “Coloso” del Choyal”, luego bautizado en 1976 como Héctor Espino.

Asimismo, tiró la última primera bola en el Espino en la ceremonia de despedida de la temporada llamada el “Último Capítulo” en la edición 2012-2013 para la siguiente trasladarse al Estadio Sonora.

También fue lanzador del juego inaugural de la Serie del Caribe celebrada en el Héctor Espino en febrero de 1974.

Su rica trayectoria incluye la que tuvo con los Bravos de Atlanta en seis temporadas consecutivas (1973-1978) como relevista, compartiendo momentos inolvidables junto con el legendario Hank Aaron, “a quien comparó con Héctor Espino en su forma de ser”, dijo Paco.

Si desea conocer/escuchar más detalles en torno al paisano, es cuestión de que hoy a partir de las 12:00 horas acceda por Facebook a Naranjeros Radio donde será entrevistado por los compañeros de la Peña Beisbolera de Hermosillo.

Vale.

Hablando de Naranjeros: el equipo/sus jugadores portarán el jersey con el que apoya al Teletón en el segundo juego de la serie ante los Sultanes de Monterrey el próximo sábado 4 de diciembre.

¡Bien, compadre!

José González “Pepe” Monterrey”

Estimado Jesús ¡...veo tu nota sobre el cambio de nombres a los parques de beisbol del Pacífico...! y me da mucha tristeza que todos aquellos que forjaron para enriquecer la historia del beisbol, grandes jugadores y directivos que inclusive gestionaron/involucraron a las autoridades y construyeron estadios.

Lamentable que hoy los estén olvidando por unas migajas.

Qué lástima tras legar una enorme riqueza histórica aportada al beisbol; indudablemente, cuántos personajes, protagonistas y leyendas que conformaron el desarrollo del deporte rey en esa región y otras del país.

Da mucha tristeza, pero se ve que definitivamente el poder económico opaca al espíritu deportivo y el legado del beisbol que dejaron y que con un plumazo de dinero ¡los ignoran! decidiéndose de tiempo acá por marcas o nombres de empresas mercantiles.

Te mando un fuerte abrazo amigo: Pepe Monterrey González.