/ jueves 1 de agosto de 2019

Al Bat | Sam Jethroe y Mays... (Tercera y última parte)

En el 50, Sam Jethroe pasó a ser el primer pelotero negro en jugar para los Bravos de Boston.

En su debut pegó dos hits, incluyendo un cuadrangular y al final de la temporada fue nombrado Novato del Año de la Liga Nacional.

El 51 apareció por vez primera con Indios de Cleveland nuestro conocido Orestes “Minnie” Miñoso.

En la misma temporada, Willie Mays fue Novato del Año. (La trayectoria de Mays de 22 años con 660 jonrones y .302 de por vida, sin duda, merece un capítulo especial).

También Sam Hariston hizo su arribo a las Medias Blancas (1951); Bob Trice con Atléticos (53); Ernie Banks con Cachorros en 1953; Curt Roberts con los Piratas (54); Tom Alston, con Cardenales en el 54; Saturnino Escalera (Rojos, 1954) y Carlos Paula con Senadores en el 54.

Yankees debutó en el 55 al gran receptor Helston Howard; Filis a John Kennedy en el 57; Detroit a Ossie Virgil en el 58 y Jerry “Pumpsie” Green debutó con Medias Rojas en el 59 para que los 16 equipos de la Gran Carpa cerraran ese primer ciclo de peloteros de color a partir de Jackie Robinson.

PRIMER MÁNAGER NEGRO....
Y así como Jack Roosevelt Robinson... el temible toletero de Rojos de Cincinnati y Orioles de Baltimore, Frank Robinson, pasaría a convertirse en 1975 en el primer mánager negro con Indios de Cleveland.

En el 62, John O´Neill pasó a la historia como el primer coach negro en Ligas Mayores. Llegó el 29 de mayo con los Cachorros de Chicago. El segundo lo fue Jim Gilliam, ex estrella de los Dodgers.

El primer gerente general negro lo fue Bill Lucas, con Atlanta.

Pero, he aquí la apoteosis:

El primero de septiembre de 1971 los Piratas de Pittsburgh alinearon sólo peloteros negros:

Al Oliver saltó a la primera; Rennie Stennet a segunda; Jackie Hernández al short; Dave Cash a tercera y Manny Sanguillén a la receptoría; En los jardines estuvieron Willie Stargell (izquierdo); Gene Clines al centro y el gran Roberto Clemente en el derecho. Dock Ellis fue el lanzador.

HÉROES DE AYER Y HOY
Por todo ello, hoy y siempre, mis respetos a todos estos peloteros héroes de color que en su tiempo escribieron notables páginas y que a través de sus predecesores aún siguen registrando con gran talento su paso por el deporte rey.

Si... ayer y hoy, aquí y allá, también brindemos un homenaje a los Walter Fenner “Buck” Leonard, James Thomas “Cool Papa” Bell, Max Manning, William Julius “Judy” Johnson, John Henry “Pop” Lloyd, Oscar Charleston, Lonnie Sommers, Teholic Smith, Lino Donoso, Mario Ariosa, Santos Amaro, Willie “Diablo” Wells, William “Barney” Serrell, Raymond “Jabao” Brown, Felix McLaurin, Jesse Douglas, Teholic Smith, Ramón Bragaña, Martín Dihigo, Walter McCoy, Leroy Matlock, Vic Harris, Cy Perkins, Claro Duany, Basilio “Brujo” Rosell, Bill Wright, Al Pinkston, Sungo Pedrozo, Luis Tiant, Juan Marichal, Bob Gibson, Diómedes “Guayubín” Olivo, Tony Oliva, Felipe Alou, Willie Mays, Frank Robinson, Rod Carew, Lou Brock, Ozzie Smith, Bobby Bonds, Willie McCovey, Tony Gwynn, Reggie Jackson, Ken Griffey Jr...

Filetes de oro.. aunque muchos, por la segregación racial, no hayan llegado a Ligas Mayores.

Y todos ellos, con grandes proezas, como las escritas con letras de oro por Josh Gibson, “el Babe Ruth de las Ligas Negras; Buck Leonard, estrella de estrellas en Ligas Negras, México, Cuba, Puerto Rico, Venezuela; por supuesto, el mejor primera base negro de su tiempo, especialmente con los Homestead Grays de los años treintas.... Cool Papa Bell, el de mayor velocidad y junto con Oscar Charleston, el mejor jardinero central de las Ligas Negras; Judy Johnson, el mejor tercera base; “Mamerto” Dandridge, enorme como short, segunda y tercera... Lloyd, Bragaña, Donoso, Dihigo... y así.

EN TRES SALONES DE LA FAMA
Precisamente:

Fue el caso de Martín Dihigo, conceptuado como uno de los jugadores más completos que ha producido el beisbol latinoamericano y quien en base a sus proezas es el único pelotero en estar instalado en tres Salones de la Fama de tres países: de Cooperstown, México y Cuba.

De hecho, en Ligas Mayores fue el primer pelotero cubano en lograr ingresar a ese recinto.

Nacido en Matanzas, Cuba (1905-1971), a los 17 años de edad empezó a jugar en la Liga Invernal Cubana y pronto se distinguió por su poderoso brazo, su implacable fildeo y manera de batear.

Cuenta la leyenda que en aquellos días Dihigo le ganó una competencia de tiro a un jugador de Jai Alai. Su fuerza en el brazo ha sido comparada con la que muchos años después mostró el inolvidable Roberto Clemente.

Entre 1923-1945, además de las Estrellas Cubanas, militó con varios equipos de las Ligas Negras, como el Homestead Grays, Philadelphia Hilldales, Baltimore Black Sox y New York Cubanes, así como en clubes de Puerto Rico, Venezuela y México.

A sus 20 años de edad ya era un muy efectivo y fino bateador que impresionaba, como aquella ocasión de 1936 cuando conectó un jonrón de 500 pies en el estadio de Pittsburgh, exactamente al estilo y poder destructor con que bateaba Josh Gibson.

En 1926 y 1935 fue campeón jonronero. Su .316 en Ligas Negras manifiestan su calidad bateadora con todo y que también era pitcher abridor, jardinero y relevista cuando figuraba como mánager.

Dihigo dirigió a los New York Cubans, en México y Cuba, hasta 1950.

El también jugó las nueve posiciones en varios partidos.

PRIMER SIN HIT… DOS TRIPLES CORONAS
Martín Dihigo, luego de su gran actuación en Ligas Negras, llegó a nuestro beisbol de verano, allá en 1937 y para demostrar su real valía de inmediato demostró que era algo grande: Lanzó para El Aguila el primer juego sin hit ni carrera en la historia de la Liga Mexicana, blanqueando 4-0 a Nogales (16 de Septiembre), en Veracruz.

Más tarde, fue también el primer bateador que conectó de 6-6 (contra Agrario) el 18 de septiembre en el Parque Delta.

Ese 37 El Aguila obtendría su primer título del circuito gracias a su majestad el pitcheo de Dihigo, quien en la serie final contra Agrario --en serie a ganar 3 de 5-- el de Matanzas sería el puntal en la loma venciendo el 11 de octubre primero 3-2 a Basilio “Brujo” Rosell; al día siguiente 7-2 a Alberto Romo Chávez y el jueves 16 completaría la limpia al imponerse 6-4 de nueva cuenta a Romo Chávez.

Dihigo lanzó los tres juegos completos... ¡en 6 días!. Y lo más importante fue que siempre “pidió la bola” al mánager Agustín Verde.

Dihigo, sería más que formidable: dos veces, el 38 y el 42, se adjudicaría la triple corona de pitcheo, algo que nadie ha hecho.

Ganar la triple corona de pitcheo, solamente tres lanzadores han consumado tal proeza: Dihigo, Fred Waters y Panchillo Ramírez.

Pero Dihigo fue más allá: Lo hizo por partida doble para dejar bien establecida su grandeza.

En 1938 ganó los títulos de efectividad (0.90), de ganados y perdidos con 18-2 para promedio de .900 (también el mejor) y de abanicados, con 184.

Y algo más: Obtuvo el banderín de bateo, con .387.

O sea, una campaña.... asombrosa.

Y claro, fue la inspiración para que El Aguila ganara su segundo banderín del circuito.

GRANDE, COMO MÁGANER-JUGADOR
Para 1942, defendiendo el uniforme del Unión Laguna de Torreón, ahora en calidad de mánager-jugador, Martín Dihigo volvió a apoderarse de la triple corona de pitcheo: 22-7, 2.53 211 abanicados.

Con semejante actuación del gigante antillano, su equipo también logró el primer banderín de su historia.

Pero no todo quedó ahí:

Martín Dihigo posee los récords de más ponches (34) en dos juegos consecutivos. Ese truco lo hizo en 1939 con El Aguila y el de más temporadas (4) siendo líder en abanicados.

Cuatro años fue pitcher campeón en ganados y perdidos y dos veces en efectividad.

Luego de su carrera de once años y 213 juegos, Dihigo debe seguir siendo el mejor en porcentaje de juegos ganados y perdidos al acumular 119-57.

Una vez ponchó a 18 en juego de 9 episodios.

Jugó con El Aguila del 37 al 39. Del 40 al 50 militó para Torreón, Azules de Veracruz, México, Nuevo Laredo y San Luis Potosí.

Dihigo, luego de retirarse como jugador activo, trabajó como cronista de beisbol y más tarde, Ministro de Deportes del gobierno de Cuba.

Murió en 1971.

En el 50, Sam Jethroe pasó a ser el primer pelotero negro en jugar para los Bravos de Boston.

En su debut pegó dos hits, incluyendo un cuadrangular y al final de la temporada fue nombrado Novato del Año de la Liga Nacional.

El 51 apareció por vez primera con Indios de Cleveland nuestro conocido Orestes “Minnie” Miñoso.

En la misma temporada, Willie Mays fue Novato del Año. (La trayectoria de Mays de 22 años con 660 jonrones y .302 de por vida, sin duda, merece un capítulo especial).

También Sam Hariston hizo su arribo a las Medias Blancas (1951); Bob Trice con Atléticos (53); Ernie Banks con Cachorros en 1953; Curt Roberts con los Piratas (54); Tom Alston, con Cardenales en el 54; Saturnino Escalera (Rojos, 1954) y Carlos Paula con Senadores en el 54.

Yankees debutó en el 55 al gran receptor Helston Howard; Filis a John Kennedy en el 57; Detroit a Ossie Virgil en el 58 y Jerry “Pumpsie” Green debutó con Medias Rojas en el 59 para que los 16 equipos de la Gran Carpa cerraran ese primer ciclo de peloteros de color a partir de Jackie Robinson.

PRIMER MÁNAGER NEGRO....
Y así como Jack Roosevelt Robinson... el temible toletero de Rojos de Cincinnati y Orioles de Baltimore, Frank Robinson, pasaría a convertirse en 1975 en el primer mánager negro con Indios de Cleveland.

En el 62, John O´Neill pasó a la historia como el primer coach negro en Ligas Mayores. Llegó el 29 de mayo con los Cachorros de Chicago. El segundo lo fue Jim Gilliam, ex estrella de los Dodgers.

El primer gerente general negro lo fue Bill Lucas, con Atlanta.

Pero, he aquí la apoteosis:

El primero de septiembre de 1971 los Piratas de Pittsburgh alinearon sólo peloteros negros:

Al Oliver saltó a la primera; Rennie Stennet a segunda; Jackie Hernández al short; Dave Cash a tercera y Manny Sanguillén a la receptoría; En los jardines estuvieron Willie Stargell (izquierdo); Gene Clines al centro y el gran Roberto Clemente en el derecho. Dock Ellis fue el lanzador.

HÉROES DE AYER Y HOY
Por todo ello, hoy y siempre, mis respetos a todos estos peloteros héroes de color que en su tiempo escribieron notables páginas y que a través de sus predecesores aún siguen registrando con gran talento su paso por el deporte rey.

Si... ayer y hoy, aquí y allá, también brindemos un homenaje a los Walter Fenner “Buck” Leonard, James Thomas “Cool Papa” Bell, Max Manning, William Julius “Judy” Johnson, John Henry “Pop” Lloyd, Oscar Charleston, Lonnie Sommers, Teholic Smith, Lino Donoso, Mario Ariosa, Santos Amaro, Willie “Diablo” Wells, William “Barney” Serrell, Raymond “Jabao” Brown, Felix McLaurin, Jesse Douglas, Teholic Smith, Ramón Bragaña, Martín Dihigo, Walter McCoy, Leroy Matlock, Vic Harris, Cy Perkins, Claro Duany, Basilio “Brujo” Rosell, Bill Wright, Al Pinkston, Sungo Pedrozo, Luis Tiant, Juan Marichal, Bob Gibson, Diómedes “Guayubín” Olivo, Tony Oliva, Felipe Alou, Willie Mays, Frank Robinson, Rod Carew, Lou Brock, Ozzie Smith, Bobby Bonds, Willie McCovey, Tony Gwynn, Reggie Jackson, Ken Griffey Jr...

Filetes de oro.. aunque muchos, por la segregación racial, no hayan llegado a Ligas Mayores.

Y todos ellos, con grandes proezas, como las escritas con letras de oro por Josh Gibson, “el Babe Ruth de las Ligas Negras; Buck Leonard, estrella de estrellas en Ligas Negras, México, Cuba, Puerto Rico, Venezuela; por supuesto, el mejor primera base negro de su tiempo, especialmente con los Homestead Grays de los años treintas.... Cool Papa Bell, el de mayor velocidad y junto con Oscar Charleston, el mejor jardinero central de las Ligas Negras; Judy Johnson, el mejor tercera base; “Mamerto” Dandridge, enorme como short, segunda y tercera... Lloyd, Bragaña, Donoso, Dihigo... y así.

EN TRES SALONES DE LA FAMA
Precisamente:

Fue el caso de Martín Dihigo, conceptuado como uno de los jugadores más completos que ha producido el beisbol latinoamericano y quien en base a sus proezas es el único pelotero en estar instalado en tres Salones de la Fama de tres países: de Cooperstown, México y Cuba.

De hecho, en Ligas Mayores fue el primer pelotero cubano en lograr ingresar a ese recinto.

Nacido en Matanzas, Cuba (1905-1971), a los 17 años de edad empezó a jugar en la Liga Invernal Cubana y pronto se distinguió por su poderoso brazo, su implacable fildeo y manera de batear.

Cuenta la leyenda que en aquellos días Dihigo le ganó una competencia de tiro a un jugador de Jai Alai. Su fuerza en el brazo ha sido comparada con la que muchos años después mostró el inolvidable Roberto Clemente.

Entre 1923-1945, además de las Estrellas Cubanas, militó con varios equipos de las Ligas Negras, como el Homestead Grays, Philadelphia Hilldales, Baltimore Black Sox y New York Cubanes, así como en clubes de Puerto Rico, Venezuela y México.

A sus 20 años de edad ya era un muy efectivo y fino bateador que impresionaba, como aquella ocasión de 1936 cuando conectó un jonrón de 500 pies en el estadio de Pittsburgh, exactamente al estilo y poder destructor con que bateaba Josh Gibson.

En 1926 y 1935 fue campeón jonronero. Su .316 en Ligas Negras manifiestan su calidad bateadora con todo y que también era pitcher abridor, jardinero y relevista cuando figuraba como mánager.

Dihigo dirigió a los New York Cubans, en México y Cuba, hasta 1950.

El también jugó las nueve posiciones en varios partidos.

PRIMER SIN HIT… DOS TRIPLES CORONAS
Martín Dihigo, luego de su gran actuación en Ligas Negras, llegó a nuestro beisbol de verano, allá en 1937 y para demostrar su real valía de inmediato demostró que era algo grande: Lanzó para El Aguila el primer juego sin hit ni carrera en la historia de la Liga Mexicana, blanqueando 4-0 a Nogales (16 de Septiembre), en Veracruz.

Más tarde, fue también el primer bateador que conectó de 6-6 (contra Agrario) el 18 de septiembre en el Parque Delta.

Ese 37 El Aguila obtendría su primer título del circuito gracias a su majestad el pitcheo de Dihigo, quien en la serie final contra Agrario --en serie a ganar 3 de 5-- el de Matanzas sería el puntal en la loma venciendo el 11 de octubre primero 3-2 a Basilio “Brujo” Rosell; al día siguiente 7-2 a Alberto Romo Chávez y el jueves 16 completaría la limpia al imponerse 6-4 de nueva cuenta a Romo Chávez.

Dihigo lanzó los tres juegos completos... ¡en 6 días!. Y lo más importante fue que siempre “pidió la bola” al mánager Agustín Verde.

Dihigo, sería más que formidable: dos veces, el 38 y el 42, se adjudicaría la triple corona de pitcheo, algo que nadie ha hecho.

Ganar la triple corona de pitcheo, solamente tres lanzadores han consumado tal proeza: Dihigo, Fred Waters y Panchillo Ramírez.

Pero Dihigo fue más allá: Lo hizo por partida doble para dejar bien establecida su grandeza.

En 1938 ganó los títulos de efectividad (0.90), de ganados y perdidos con 18-2 para promedio de .900 (también el mejor) y de abanicados, con 184.

Y algo más: Obtuvo el banderín de bateo, con .387.

O sea, una campaña.... asombrosa.

Y claro, fue la inspiración para que El Aguila ganara su segundo banderín del circuito.

GRANDE, COMO MÁGANER-JUGADOR
Para 1942, defendiendo el uniforme del Unión Laguna de Torreón, ahora en calidad de mánager-jugador, Martín Dihigo volvió a apoderarse de la triple corona de pitcheo: 22-7, 2.53 211 abanicados.

Con semejante actuación del gigante antillano, su equipo también logró el primer banderín de su historia.

Pero no todo quedó ahí:

Martín Dihigo posee los récords de más ponches (34) en dos juegos consecutivos. Ese truco lo hizo en 1939 con El Aguila y el de más temporadas (4) siendo líder en abanicados.

Cuatro años fue pitcher campeón en ganados y perdidos y dos veces en efectividad.

Luego de su carrera de once años y 213 juegos, Dihigo debe seguir siendo el mejor en porcentaje de juegos ganados y perdidos al acumular 119-57.

Una vez ponchó a 18 en juego de 9 episodios.

Jugó con El Aguila del 37 al 39. Del 40 al 50 militó para Torreón, Azules de Veracruz, México, Nuevo Laredo y San Luis Potosí.

Dihigo, luego de retirarse como jugador activo, trabajó como cronista de beisbol y más tarde, Ministro de Deportes del gobierno de Cuba.

Murió en 1971.