Una de las cosas más difíciles en la vida es aceptar que se ha cometido una equivocación. Por eso es valioso que se reconozca y enmiende el error, voluntario o involuntario.
Buena parte de la clase política en México está acostumbrada a mentir, a exigir a otros que resuelva el desastre que heredó al siguiente y luego tratar de venderse como quienes están “del lado del pueblo”. Un pueblo al que en los hechos desprecian y sólo a nivel discursivo abrazan y usan de bandera.
Tal cual ocurre en estos momentos en nuestro país. Quién se hubiera imaginado a los panistas, artífices del gasolinazo ahora casi quemando vivos a los de Morena por no votar a favor de la reducción del IEPS, cuando ya se dijo que los planes de bajar el precio de los combustibles son a mediano plazo. No hay varita mágica.
Así como el Poder Judicial se ha mostrado reacio a que toquen sus privilegios con los que se dan vida de reyes, lo mismo pasa con diputados y senadores. La estridencia del PAN, MC y a ratos del PRI se debe a que asocian la llegada al Congreso de la Unión con disfrutar de onerosas prestaciones a las que no quieren renunciar. No saben servir, sino servirse.
En este contexto es que se rasgan las vestiduras porque el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere instaurar un cambio de régimen, en el que los más vulnerables tengan mejores oportunidades y apoyos para salir de la pobreza y mejorar, ahora sí su calidad de vida.
¿Que muchos de los apoyos ofrecidos tienen tinte asistencialista? Sí, pero muchas personas no saldrían adelante o vivirían más dignamente de otra manera.
En el paquete económico 2019 del Gobierno de México se detectaron recortes a áreas prioritarias como universidades públicas, recursos para la ciencia, el cuidado del medio ambiente y en programas para combatir la violencia contra las mujeres, entre otros rubros.
Ha sido un parto difícil el de la Cuarta Transformación, por los errores cometidos, sean en lo presupuestal o en declaraciones a medios, que han obligado a dar reversa. Los detractores de López Obrador quieren que fracase. No soportan la idea de que un hombre con acento costeño sea el mandamás en este país.
Lo que, en su frenética estrategia para boicotear su gobierno no ven principalmente los panistas es que el Presidente de la República le ha dado una lección a México entero al reconocer y además enmendar errores, como el del recorte presupuestal a las universidades. O en su momento, al admitir que no puede devolver al Ejército a sus cuarteles ante el escenario de violencia que se vive. Que pacificar al país tomará más tiempo del que desearía.
Francamente, deberían los ‘haters’ aprender de la humildad de nuestro presidente, de su sencillez. Pese a las campañas negras que todavía le montan en redes sociales, muchos de quienes no acudieron a las urnas el 1 de julio y de quienes votaron por otras opciones, Andrés Manuel sigue adelante, porque tiene una meta clara, que es cambiar para bien la realidad de México.
¡Feliz Navidad y un mejor Año Nuevo!
Lectoras y lectores, les deseo unas felices fiestas, una armoniosa Navidad en sus familias y que el 2019 sea para ustedes un año de prosperidad, con buena salud y alcancen las oportunidades que han estado buscando.
¡Nos leemos de nuevo el 2 de enero!
Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.
Twitter: @AlvaradoVMarce
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