/ jueves 25 de junio de 2020

Andanzas | Carta a Andrés Manuel 

Una de las razones por las que muchas personas indecisas e incluso otras ya convencidas te dieron un voto de confianza en el proceso electoral de 2018, fue por el equipo que te acompañaría en el gabinete, la mayoría con buenas cartas credenciales y que, de inmediato generaron reacciones positivas.

ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL EN UN SOLO LUGAR Y DESDE CUALQUIER DISPOSITIVO ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!

Durante el evento en el que les presentaste ante los medios de comunicación en diciembre de 2017, hiciste hincapié en que esas ocho mujeres y ocho hombres, se caracterizaban por su “independencia de criterio, su alto nivel de preparación, experiencia y su inobjetable honestidad”.

Un conjunto adicional de razones comenzando por tu carisma fortalecieron tu tercer intento por llegar a la Presidencia de la República.

Gabinete ya en la praxis

Se esperaba que con la trayectoria profesional del gabinete hubiera políticas públicas antecedidas por un amplio análisis de la problemática a atender, una planeación estratégica en la que se definieran líneas de acción claras y metas medibles en todos los escenarios. Sin embargo, lo que han proyectado algunas decisiones es improvisación que ha tenido costo político, económico y social.

Está el caso de la eliminación de apoyos de tajo y falta de claridad en las nuevas reglas para operar las estancias infantiles, en perjuicio de las madres trabajadoras, así como el desabasto de medicamentos para niñas y niños con cáncer, poniendo en riesgo sus vidas.

Sorprende, además, que luego de la gira que realizaste por algunos hospitales del IMSS, las carencias de infraestructura e insumos hayan cambiado poco. Claro, no hay una varita mágica para terminar con el rezago heredado en un tris, pero esto es parte de lo que ha hecho crisis ahora con el coronavirus.

México tenía una gran ventaja sobre otros países, pero la ausencia de medidas de prevención estrictas desde el principio, la falta de equipo de protección, respiradores y la habilitación de más hospitales temporales, los mensajes contradictorios desde tu gobierno y una población propensa a creerse las teorías de conspiración nos tienen todavía confinados en casa.

Un líder como tú debería poner el ejemplo no sólo de austeridad republicana en lo personal, sino delegar y respetar las decisiones de tus colaboradores cuando están en lo correcto. De otra forma, no se ve esa independencia de criterio de la que hablabas.

Las mujeres no parecen estar en las prioridades del primer gobierno con un gabinete, paradójicamente, paritario. No es posible que cuando se aborde la violencia de género en la mañanera creas que la víctima eres tú.

Desaparecer organismos y fideicomisos no debe ser decisión personal, sino colegiada. No todos son producto de la simulación.

El combate a la corrupción del pasado es una exigencia ciudadana que sigue pendiente. Acabar con la impunidad sería el mejor ejemplo. Claro, aquí también el Poder Judicial tiene mucha de responsabilidad.

Recortar presupuesto al 75% es un exceso. Ya no es austeridad, es poner en peligro la buena marcha de los programas y acciones de tu propio gobierno.

México ya está demasiado encendido entre el hartazgo por la contingencia sanitaria, la violencia del crimen organizado, el desempleo, el cierre de negocios, la polarización en redes, como para sumarle.

Andrés, rectifica, deja que el rumbo de la 4T respete la voz de las y los expertos de dentro y fuera, que valga la pena esta alternancia. Calla a tus adversarios, pero no como ellos quieren para luego reclamar censura, sino con hechos que de verdad conduzcan a México a la ansiada transformación. No nos decepciones.

Hasta el próximo miércoles.

Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.

Una de las razones por las que muchas personas indecisas e incluso otras ya convencidas te dieron un voto de confianza en el proceso electoral de 2018, fue por el equipo que te acompañaría en el gabinete, la mayoría con buenas cartas credenciales y que, de inmediato generaron reacciones positivas.

ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL EN UN SOLO LUGAR Y DESDE CUALQUIER DISPOSITIVO ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!

Durante el evento en el que les presentaste ante los medios de comunicación en diciembre de 2017, hiciste hincapié en que esas ocho mujeres y ocho hombres, se caracterizaban por su “independencia de criterio, su alto nivel de preparación, experiencia y su inobjetable honestidad”.

Un conjunto adicional de razones comenzando por tu carisma fortalecieron tu tercer intento por llegar a la Presidencia de la República.

Gabinete ya en la praxis

Se esperaba que con la trayectoria profesional del gabinete hubiera políticas públicas antecedidas por un amplio análisis de la problemática a atender, una planeación estratégica en la que se definieran líneas de acción claras y metas medibles en todos los escenarios. Sin embargo, lo que han proyectado algunas decisiones es improvisación que ha tenido costo político, económico y social.

Está el caso de la eliminación de apoyos de tajo y falta de claridad en las nuevas reglas para operar las estancias infantiles, en perjuicio de las madres trabajadoras, así como el desabasto de medicamentos para niñas y niños con cáncer, poniendo en riesgo sus vidas.

Sorprende, además, que luego de la gira que realizaste por algunos hospitales del IMSS, las carencias de infraestructura e insumos hayan cambiado poco. Claro, no hay una varita mágica para terminar con el rezago heredado en un tris, pero esto es parte de lo que ha hecho crisis ahora con el coronavirus.

México tenía una gran ventaja sobre otros países, pero la ausencia de medidas de prevención estrictas desde el principio, la falta de equipo de protección, respiradores y la habilitación de más hospitales temporales, los mensajes contradictorios desde tu gobierno y una población propensa a creerse las teorías de conspiración nos tienen todavía confinados en casa.

Un líder como tú debería poner el ejemplo no sólo de austeridad republicana en lo personal, sino delegar y respetar las decisiones de tus colaboradores cuando están en lo correcto. De otra forma, no se ve esa independencia de criterio de la que hablabas.

Las mujeres no parecen estar en las prioridades del primer gobierno con un gabinete, paradójicamente, paritario. No es posible que cuando se aborde la violencia de género en la mañanera creas que la víctima eres tú.

Desaparecer organismos y fideicomisos no debe ser decisión personal, sino colegiada. No todos son producto de la simulación.

El combate a la corrupción del pasado es una exigencia ciudadana que sigue pendiente. Acabar con la impunidad sería el mejor ejemplo. Claro, aquí también el Poder Judicial tiene mucha de responsabilidad.

Recortar presupuesto al 75% es un exceso. Ya no es austeridad, es poner en peligro la buena marcha de los programas y acciones de tu propio gobierno.

México ya está demasiado encendido entre el hartazgo por la contingencia sanitaria, la violencia del crimen organizado, el desempleo, el cierre de negocios, la polarización en redes, como para sumarle.

Andrés, rectifica, deja que el rumbo de la 4T respete la voz de las y los expertos de dentro y fuera, que valga la pena esta alternancia. Calla a tus adversarios, pero no como ellos quieren para luego reclamar censura, sino con hechos que de verdad conduzcan a México a la ansiada transformación. No nos decepciones.

Hasta el próximo miércoles.

Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.