/ miércoles 20 de febrero de 2019

Andanzas | Con o sin Guardia nacional, urge clima de paz

En la agenda pública se mantiene el debate por la iniciativa presidencial para crear la Guardia Nacional, cuya polémica se centra en tres aspectos: la necesidad o no de contar con militares en estas labores; si el mando será mixto (civil-militar) o sólo militar.

Tercero, si se establecerá una temporalidad o en forma indefinida en tanto se tengan policías con mejor adiestramiento y equipamiento.

Hay un cuarto elemento: según el momento y la coyuntura política, los soldados son héroes o villanos y está bien o está mal ir por la militarización.

Mientras los partidos políticos de oposición al gobierno de Andrés Manuel López Obrador pegan de gritos y se desgarran las vestiduras bajo el tema de los derechos humanos –que por supuesto no deja de ser un riesgo que militares cometan abusos y queden impunes como ha sucedido antes–, la violencia en México no se detiene.

La población avala presencia militar

Parametría hizo un estudio comparativo de lo que opina la población sobre la presencia del Ejército en las calles. Por paradójico que resulte, ha ido en aumento el porcentaje que aprueba desde 2008, luego de que el entonces titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón lanzara su guerra contra el narco.

En enero de 2007 había un empate técnico entre quienes aprobaban –45%–, y quienes rechazaban la presencia militar y preferían a la Policía, 43%; para septiembre de 2008 ya eran 66% a favor y 25% en contra. Esta tendencia se mantuvo hasta diciembre de 2017, cuando cayó a 47% el porcentaje que veía bien a los soldados en las calles y creció a 30% el rechazo.

Para diciembre de 2018 el 85% de la población consideraba necesaria la presencia del Ejército para mejorar la seguridad del país, contra 13% que lo veía innecesario.

Aunque los medios se han encargado de documentar los excesos y abusos cometidos por la milicia en distintos momentos, no deja de ser el Ejército una de las instituciones en la que más sigue confiando la población.

Según la encuesta de Confianza en las instituciones que realiza Mitofsky, en septiembre de 2008 el Ejército se ubicó como la tercera con confianza más alta, con 7.8, mientras que para octubre de 2018 la calificación se redujo a 7.

Regresando a Parametría, 6 de cada 10 encuestados considera que el Ejército sí está preparado para convivir con la población, el 58% cree que respetan éste respeta los derechos humanos; el 57% que la Marina también. Llama la atención que el 68% cree que la Policía federal no respeta los derechos humanos y el 78% que las policías estatales tampoco lo hacen.

Congreso de la Unión, a punto de decidir

Esta semana se presenta ante el pleno del Senado el dictamen que crea la Guardia Nacional. Parece que ya está todo definido y restaría ver si Morena cederá en el tema del transitorio que le pone una temporalidad a la permanencia del Ejército y la Marina en las calles o lo deja como solicita el presidente López Obrador y que de forma “excepcional” la Fuerza Armada permanente siga prestando su colaboración en seguridad pública.

Mientras, parte de la estrategia ya está en marcha con el Plan de pacificación en algunas zonas más conflictivas del país. A Sonora le ha tocado por hechos de alto impacto recientes recibir a más militares en Guaymas, Empalme y Cajeme. Al final, lo que la población quiere es que los tres niveles de gobierno cumplan con garantizar la seguridad que tanto se ha anhelado.

Hasta el próximo miércoles.

Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.

Twitter: @AlvaradoVMarce

En la agenda pública se mantiene el debate por la iniciativa presidencial para crear la Guardia Nacional, cuya polémica se centra en tres aspectos: la necesidad o no de contar con militares en estas labores; si el mando será mixto (civil-militar) o sólo militar.

Tercero, si se establecerá una temporalidad o en forma indefinida en tanto se tengan policías con mejor adiestramiento y equipamiento.

Hay un cuarto elemento: según el momento y la coyuntura política, los soldados son héroes o villanos y está bien o está mal ir por la militarización.

Mientras los partidos políticos de oposición al gobierno de Andrés Manuel López Obrador pegan de gritos y se desgarran las vestiduras bajo el tema de los derechos humanos –que por supuesto no deja de ser un riesgo que militares cometan abusos y queden impunes como ha sucedido antes–, la violencia en México no se detiene.

La población avala presencia militar

Parametría hizo un estudio comparativo de lo que opina la población sobre la presencia del Ejército en las calles. Por paradójico que resulte, ha ido en aumento el porcentaje que aprueba desde 2008, luego de que el entonces titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón lanzara su guerra contra el narco.

En enero de 2007 había un empate técnico entre quienes aprobaban –45%–, y quienes rechazaban la presencia militar y preferían a la Policía, 43%; para septiembre de 2008 ya eran 66% a favor y 25% en contra. Esta tendencia se mantuvo hasta diciembre de 2017, cuando cayó a 47% el porcentaje que veía bien a los soldados en las calles y creció a 30% el rechazo.

Para diciembre de 2018 el 85% de la población consideraba necesaria la presencia del Ejército para mejorar la seguridad del país, contra 13% que lo veía innecesario.

Aunque los medios se han encargado de documentar los excesos y abusos cometidos por la milicia en distintos momentos, no deja de ser el Ejército una de las instituciones en la que más sigue confiando la población.

Según la encuesta de Confianza en las instituciones que realiza Mitofsky, en septiembre de 2008 el Ejército se ubicó como la tercera con confianza más alta, con 7.8, mientras que para octubre de 2018 la calificación se redujo a 7.

Regresando a Parametría, 6 de cada 10 encuestados considera que el Ejército sí está preparado para convivir con la población, el 58% cree que respetan éste respeta los derechos humanos; el 57% que la Marina también. Llama la atención que el 68% cree que la Policía federal no respeta los derechos humanos y el 78% que las policías estatales tampoco lo hacen.

Congreso de la Unión, a punto de decidir

Esta semana se presenta ante el pleno del Senado el dictamen que crea la Guardia Nacional. Parece que ya está todo definido y restaría ver si Morena cederá en el tema del transitorio que le pone una temporalidad a la permanencia del Ejército y la Marina en las calles o lo deja como solicita el presidente López Obrador y que de forma “excepcional” la Fuerza Armada permanente siga prestando su colaboración en seguridad pública.

Mientras, parte de la estrategia ya está en marcha con el Plan de pacificación en algunas zonas más conflictivas del país. A Sonora le ha tocado por hechos de alto impacto recientes recibir a más militares en Guaymas, Empalme y Cajeme. Al final, lo que la población quiere es que los tres niveles de gobierno cumplan con garantizar la seguridad que tanto se ha anhelado.

Hasta el próximo miércoles.

Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.

Twitter: @AlvaradoVMarce