/ miércoles 18 de marzo de 2020

Andanzas | Covid 19 en MX, entre carroñeros, maleducados y fake news

Los ‘haters’ del presidente Andrés Manuel López Obrador le atizan desde todos los frentes y esta crisis mundial por el coronavirus (Covid-19) es el nuevo pretexto.

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Las ‘benditas redes sociales’, como las llama AMLO, comenzaron a sobreexplotarse en 2012, cuando el entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto fue exhibido por tener millones de seguidores de cuentas bot, sin foto de perfil y sin seguidores y mucho menos actividad. Cuentas automatizadas, para tuitear sobre eventos de campaña y tratar de generar tendencia y simpatías.

Nada de eso le valió a EPN, quien llegó en medio de evidencias de compra de millones de votos y durante toda su presidencia fue centro de burlas por exhibir ignorancia en temas básicos, al grado de confundir nombres de ciudades con el de estados de la República.

Sin embargo, López Obrador ha traído marcaje personal desde mucho antes por dueños de algunos medios, columnistas y conductores de noticieros, así como de grupos empresariales que en 2006 financiaron feroces campañas negras en su contra. El escenario ha cambiado, pero no sus ‘haters’. O no todos.

En el caso del coronavirus, quienes lo aborrecen y se han convertido en los principales dispersores de ‘fake news’, como la falsa muerte del empresario José Kuri, en sus ansias por demostrar que todo lo que hace está mal y por supuesto, culparlo del supuesto deceso, se muestran como viles aves de carroña.

Mientras el Presidente y en especial su gabinete de Salud hacen llamados todos los días a guardar la calma y reiteran cuáles son las medidas básicas de higiene para prevenir este virus, algunos personeros del PRI y del PAN y sus operadores de granjas de bots, sin faltar el apoyo de ciertos ‘periodistas’ tratan de sembrar dudas en la población difundiendo, así sea para luego desmentirlas, algunas ‘fake news’.

La suma de todo, errores, dudas y ataques sistemáticos en la era de la posverdad, han dado como resultado un cierto grado de desconfianza y ha motivado a compras de pánico, aunque estas últimas también hayan sido también por imitación de lo sucedido en países como España y Estados Unidos.

Educación y autocuidado de la salud

Cuando el Gobierno mexicano informó del primer caso de Covid-19 —que al 17 de marzo llegó a 93—, el pánico se apoderó de miles de personas, que se lanzaron a los supermercados y farmacias por los cubre bocas, jabón líquido y gel antibacterial, toallitas húmedas y desinfectantes, lo que después se amplió a ¡papel sanitario!, así como a abusos en los precios, incertidumbre y la viralización de más noticias falsas.

Lo mismo ocurrió a nivel local esta semana, cuando la Secretaría de Salud confirmó el primer caso en Sonora. De nuevo todos a surtirse de jabón, papel, alimentos enlatados, arroz, frijol, harina, en cantidades como si estuviéramos en guerra.

Y todo por hacer caso a las ‘fake news’ y no a la información oficial. Como me dijo una conductora de Uber, hace años pensábamos que para el 2020 andaríamos en autos voladores y nos damos cuenta que no sabemos ni lavarnos las manos y yo agregaría, ni estornudar ni toser con educación.

Si la población no coopera y adopta hábitos de higiene y acata el llamado de distanciamiento social que hacen los gobiernos federal y estatal, no esperemos la contención del virus por arte de magia.

Hasta el próximo miércoles.

Los ‘haters’ del presidente Andrés Manuel López Obrador le atizan desde todos los frentes y esta crisis mundial por el coronavirus (Covid-19) es el nuevo pretexto.

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Las ‘benditas redes sociales’, como las llama AMLO, comenzaron a sobreexplotarse en 2012, cuando el entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto fue exhibido por tener millones de seguidores de cuentas bot, sin foto de perfil y sin seguidores y mucho menos actividad. Cuentas automatizadas, para tuitear sobre eventos de campaña y tratar de generar tendencia y simpatías.

Nada de eso le valió a EPN, quien llegó en medio de evidencias de compra de millones de votos y durante toda su presidencia fue centro de burlas por exhibir ignorancia en temas básicos, al grado de confundir nombres de ciudades con el de estados de la República.

Sin embargo, López Obrador ha traído marcaje personal desde mucho antes por dueños de algunos medios, columnistas y conductores de noticieros, así como de grupos empresariales que en 2006 financiaron feroces campañas negras en su contra. El escenario ha cambiado, pero no sus ‘haters’. O no todos.

En el caso del coronavirus, quienes lo aborrecen y se han convertido en los principales dispersores de ‘fake news’, como la falsa muerte del empresario José Kuri, en sus ansias por demostrar que todo lo que hace está mal y por supuesto, culparlo del supuesto deceso, se muestran como viles aves de carroña.

Mientras el Presidente y en especial su gabinete de Salud hacen llamados todos los días a guardar la calma y reiteran cuáles son las medidas básicas de higiene para prevenir este virus, algunos personeros del PRI y del PAN y sus operadores de granjas de bots, sin faltar el apoyo de ciertos ‘periodistas’ tratan de sembrar dudas en la población difundiendo, así sea para luego desmentirlas, algunas ‘fake news’.

La suma de todo, errores, dudas y ataques sistemáticos en la era de la posverdad, han dado como resultado un cierto grado de desconfianza y ha motivado a compras de pánico, aunque estas últimas también hayan sido también por imitación de lo sucedido en países como España y Estados Unidos.

Educación y autocuidado de la salud

Cuando el Gobierno mexicano informó del primer caso de Covid-19 —que al 17 de marzo llegó a 93—, el pánico se apoderó de miles de personas, que se lanzaron a los supermercados y farmacias por los cubre bocas, jabón líquido y gel antibacterial, toallitas húmedas y desinfectantes, lo que después se amplió a ¡papel sanitario!, así como a abusos en los precios, incertidumbre y la viralización de más noticias falsas.

Lo mismo ocurrió a nivel local esta semana, cuando la Secretaría de Salud confirmó el primer caso en Sonora. De nuevo todos a surtirse de jabón, papel, alimentos enlatados, arroz, frijol, harina, en cantidades como si estuviéramos en guerra.

Y todo por hacer caso a las ‘fake news’ y no a la información oficial. Como me dijo una conductora de Uber, hace años pensábamos que para el 2020 andaríamos en autos voladores y nos damos cuenta que no sabemos ni lavarnos las manos y yo agregaría, ni estornudar ni toser con educación.

Si la población no coopera y adopta hábitos de higiene y acata el llamado de distanciamiento social que hacen los gobiernos federal y estatal, no esperemos la contención del virus por arte de magia.

Hasta el próximo miércoles.