/ viernes 7 de diciembre de 2018

Andanzas | Sabiduría y humildad ¿Escucharon los/as demás?

Para Andrés Manuel López Obrador, el poder debe ejercerse con sabiduría y humildad y sólo adquiere sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Esta frase refleja a un hombre sencillo y convencido de que el objetivo en la política no debe ser el poder por el poder mismo.

A diferencia de quienes se van por frases coloquiales a las que el mandatario recurre para romper el protocolo, como esa de “me canso, ganso”, me parece que hay varios postulados del primer mensaje a la Nación que merecen destacarse.

Desde la campaña electoral, López Obrador insistía en que encabezaba un movimiento que impulsaría la Cuarta Transformación de México y definió las tres anteriores de esta manera: La Independencia, en la que se luchó por abolir la esclavitud y alcanzar la soberanía nacional; la Reforma, por el predominio del poder civil y la restauración de la República y tercero, la Revolución, una lucha del pueblo y sus líderes por la justicia y por la democracia.

Al asumir la titularidad del Poder Ejecutivo federal, se vio a un político convencido de que el rescate de valores como la ética son esenciales para lograr la Cuarta Transformación. De ahí también el proyecto de la “constitución moral”.

Para Andrés Manuel, la Cuarta Transformación se trata de “convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno”, porque asegura que la crisis en México se originó por el modelo económico neoliberal y por la corrupción pública y privada.

Lo que ha hecho ruido es que, pese a ser desde hace años el político que más ha insistido en la importancia de poner fin a la corrupción, ahora hable de perdón e indulgencia, de no perseguir a los corruptos del pasado.

Por supuesto que ya basta de simulaciones, pero sí debería haber demandas administrativas y penales, si al revisar los estados financieros y la situación de cada dependencia encuentran irregularidades.

Una cosa no es no hacer un show mediático y otra que haya un perdón a ciegas, sobre todo si el plan central del gobierno es acabar con la corrupción y la impunidad.


Compromisos con la Nación

Es importante pasar los cien compromisos de AMLO por un proceso de diseño de políticas públicas con líneas de acción y metas medibles, con evaluaciones periódicas, para hacer ajustes, en caso necesario.

Se trata de grandes proyectos en lo social, en lo educativo, en salud, en el rescate del campo, en proyectos que detonen la economía de regiones como el Sureste y el Norte de México, como el turismo y el fortalecimiento de industrias generadoras de empleo, con una política fiscal que brinde condiciones más competitivas en la frontera con Estados Unidos y no deben quedar como ideas dispersas.


Liderazgo ante Norte y Sudamérica

El presidente López Obrador muestra liderazgo desde el arranque. Reveló que hay pláticas con los presidentes de Estados Unidos y Canadá, para ir más allá del TMEC y promover la inversión de empresas y gobiernos para impulsar el desarrollo de países centroamericanos y del propio México y enfrentar así y no con medidas coercitivas, el fenómeno migratorio.

Derivado de esto, firmó un acuerdo con los presidentes de Guatemala y Honduras y el vicepresidente de El Salvador.

Se quejó como otros, del desastre que recibió, pero no se sentó a llorar. Actuó de inmediato en temas de relevancia.

Ahora hay que esperar a ver si sus colaboradores y los demás gobernantes emanados de la coalición Morena-PT-PES entendieron el mensaje: sabiduría y humildad.

Hasta el próximo miércoles.


Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.

Twitter: @AlvaradoVMarce


Para Andrés Manuel López Obrador, el poder debe ejercerse con sabiduría y humildad y sólo adquiere sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Esta frase refleja a un hombre sencillo y convencido de que el objetivo en la política no debe ser el poder por el poder mismo.

A diferencia de quienes se van por frases coloquiales a las que el mandatario recurre para romper el protocolo, como esa de “me canso, ganso”, me parece que hay varios postulados del primer mensaje a la Nación que merecen destacarse.

Desde la campaña electoral, López Obrador insistía en que encabezaba un movimiento que impulsaría la Cuarta Transformación de México y definió las tres anteriores de esta manera: La Independencia, en la que se luchó por abolir la esclavitud y alcanzar la soberanía nacional; la Reforma, por el predominio del poder civil y la restauración de la República y tercero, la Revolución, una lucha del pueblo y sus líderes por la justicia y por la democracia.

Al asumir la titularidad del Poder Ejecutivo federal, se vio a un político convencido de que el rescate de valores como la ética son esenciales para lograr la Cuarta Transformación. De ahí también el proyecto de la “constitución moral”.

Para Andrés Manuel, la Cuarta Transformación se trata de “convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno”, porque asegura que la crisis en México se originó por el modelo económico neoliberal y por la corrupción pública y privada.

Lo que ha hecho ruido es que, pese a ser desde hace años el político que más ha insistido en la importancia de poner fin a la corrupción, ahora hable de perdón e indulgencia, de no perseguir a los corruptos del pasado.

Por supuesto que ya basta de simulaciones, pero sí debería haber demandas administrativas y penales, si al revisar los estados financieros y la situación de cada dependencia encuentran irregularidades.

Una cosa no es no hacer un show mediático y otra que haya un perdón a ciegas, sobre todo si el plan central del gobierno es acabar con la corrupción y la impunidad.


Compromisos con la Nación

Es importante pasar los cien compromisos de AMLO por un proceso de diseño de políticas públicas con líneas de acción y metas medibles, con evaluaciones periódicas, para hacer ajustes, en caso necesario.

Se trata de grandes proyectos en lo social, en lo educativo, en salud, en el rescate del campo, en proyectos que detonen la economía de regiones como el Sureste y el Norte de México, como el turismo y el fortalecimiento de industrias generadoras de empleo, con una política fiscal que brinde condiciones más competitivas en la frontera con Estados Unidos y no deben quedar como ideas dispersas.


Liderazgo ante Norte y Sudamérica

El presidente López Obrador muestra liderazgo desde el arranque. Reveló que hay pláticas con los presidentes de Estados Unidos y Canadá, para ir más allá del TMEC y promover la inversión de empresas y gobiernos para impulsar el desarrollo de países centroamericanos y del propio México y enfrentar así y no con medidas coercitivas, el fenómeno migratorio.

Derivado de esto, firmó un acuerdo con los presidentes de Guatemala y Honduras y el vicepresidente de El Salvador.

Se quejó como otros, del desastre que recibió, pero no se sentó a llorar. Actuó de inmediato en temas de relevancia.

Ahora hay que esperar a ver si sus colaboradores y los demás gobernantes emanados de la coalición Morena-PT-PES entendieron el mensaje: sabiduría y humildad.

Hasta el próximo miércoles.


Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.

Twitter: @AlvaradoVMarce