/ viernes 20 de septiembre de 2019

Artemusa | Elogio a la luz: Homenaje póstumo a Esperanza Barrón

Hoy se inaugura el Festival FotoSonora, y con ello, cada año recuerdo las fechas de cuando recién llegué a la ciudad de Hermosillo para ser titular de la entonces Coordinación de Artes Visuales, en el 2016, llegué al Festival Fotoseptiembre, y tanto entonces como ahora se veían cambios por venir, un festival que requería reflexionar sobre la pertinencia de convocatorias, ruta del arte y oportunidades de capacitación; se dice: cambiar o morir, y este festival ha sido un vivo ejemplo, hemos buscado en comunicación permanente tanto con el público, fotógrafos y las instituciones quienes colaboran concretar un festival que sea significativo para todos, como lo ha sido desde hace 25 años.

Recordar eso no sería posible sin la memoria de Esperanza Barrón, quien desde un primer momento fue crítico y testigo, y evidentemente una aliada para el logro de muchos de los objetivos planteados.

Esperanza, fue una de las fotógrafas que, en el 2016, convoqué para hablar de aquello que creíamos se estaba haciendo bien y debía continuarse y para proponer nuevas cosas que consideraban que deberían estar pasando. Mi primer contacto fue una llamada telefónica, y aunque algunas pasaron al olvido, la de Esperanza quedó para esta anécdota y para recordarla con una sonrisa de agradecimiento. Ella, ante la invitación que le realizaba para participar en unas mesas de trabajo para trazar rutas para el festival con varios ejes temáticos de atención prioritaria, en resumidas cuentas, dijo algo así: “No sé, déjame pensarlo, no estoy muy interesada en nada que ver con la Coordinación de Artes Visuales, muchas cosas que deben cambiarse y luego no pase nada, pues no” como también yo trabajo desde la honestidad, quizá dije algo en que nos entendimos y accedió a estar presente esa vez y siempre.

Creo firmemente que cada periodo plantea retos diferentes, y quienes han estado antes en el ahora, Departamento de Artes Visuales, tuvieron que tomar decisiones y resolver en función de su metas y objetivos, hicieron todos, lo mejor que pudieron con sus capitales, y creo que de todos los capitales de los cuales hay que echar mano, el más importante para mí, ha sido el capital humano. Ante “la obsolescencia del aparato institucional, los presupuestos cada vez más acotados de órdenes de Gobierno federal, así como nuevas disposiciones de la vida pública, han sido nuestro gran reto y batalla diaria a vencer” como lo dijo el director general del ISC, Mario Welfo Álvarez en su mensaje a la administración cultural, el conocer a artistas como Esperanza, ha sido para mí un bálsamo. Por qué, en el tiempo que gocé de su cercanía como fotógrafa, como otros que están trabajando hacia dentro y fuera del Estado, interesados por el quehacer cultural y comprometidos personal y socialmente con su trabajo, todo es mucho más fácil, el sentido lo otorgamos cada uno de nosotros.

Y Esperanza, dotó de sentido sus días y sus imágenes, explorando siempre nuevas posibilidades de capturar el mundo, como dice Edith Cota, “enfocada en explorar la luz y el calor, así como la relación humanidad-naturaleza”, con 20 años de trayectoria como artista, acreedora de múltiples premios y reconocimientos, contribuyendo a la formación fotográfica en el Estado, principalmente en atención a poblaciones vulnerables y quien además gestionó proyectos y acompañó a otros en su propio desarrollo como fotógrafos y artistas, no sólo ella se desarrolló profesionalmente sino que ayudo a que otros también lo hicieran, y eso, me parece invaluable, y lo explica todo, lo mucho que hará falta, y lo mucho que se podrá seguir aprendiendo de ella como artista.

Me pesa mucho, que no estés con nosotros, proponiendo algo y yendo hacia donde pocos van, pero no puedo decir que no estás presente, porque quizá todas las personas tenemos la posibilidad de que cuando no estemos habitemos en el recuerdo de quienes nos conocieron y apreciaron, pero, los artistas, ellos además viven en su obra, dejan en ella un pedacito de ellos, invito a quienes te conocieron, te recuerden con tu exposición, que tan cariñosamente tus amistades, familia y todos quienes tuvimos la oportunidad de conocerte como artista y ser humano organizamos para ti y aún más quienes no te conocieron, que sea una oportunidad para contemplar el mundo a través de tus ojos, como un elogio a la luz.

@AliArteche

@AlinaArteche

@ali.arteche

Hoy se inaugura el Festival FotoSonora, y con ello, cada año recuerdo las fechas de cuando recién llegué a la ciudad de Hermosillo para ser titular de la entonces Coordinación de Artes Visuales, en el 2016, llegué al Festival Fotoseptiembre, y tanto entonces como ahora se veían cambios por venir, un festival que requería reflexionar sobre la pertinencia de convocatorias, ruta del arte y oportunidades de capacitación; se dice: cambiar o morir, y este festival ha sido un vivo ejemplo, hemos buscado en comunicación permanente tanto con el público, fotógrafos y las instituciones quienes colaboran concretar un festival que sea significativo para todos, como lo ha sido desde hace 25 años.

Recordar eso no sería posible sin la memoria de Esperanza Barrón, quien desde un primer momento fue crítico y testigo, y evidentemente una aliada para el logro de muchos de los objetivos planteados.

Esperanza, fue una de las fotógrafas que, en el 2016, convoqué para hablar de aquello que creíamos se estaba haciendo bien y debía continuarse y para proponer nuevas cosas que consideraban que deberían estar pasando. Mi primer contacto fue una llamada telefónica, y aunque algunas pasaron al olvido, la de Esperanza quedó para esta anécdota y para recordarla con una sonrisa de agradecimiento. Ella, ante la invitación que le realizaba para participar en unas mesas de trabajo para trazar rutas para el festival con varios ejes temáticos de atención prioritaria, en resumidas cuentas, dijo algo así: “No sé, déjame pensarlo, no estoy muy interesada en nada que ver con la Coordinación de Artes Visuales, muchas cosas que deben cambiarse y luego no pase nada, pues no” como también yo trabajo desde la honestidad, quizá dije algo en que nos entendimos y accedió a estar presente esa vez y siempre.

Creo firmemente que cada periodo plantea retos diferentes, y quienes han estado antes en el ahora, Departamento de Artes Visuales, tuvieron que tomar decisiones y resolver en función de su metas y objetivos, hicieron todos, lo mejor que pudieron con sus capitales, y creo que de todos los capitales de los cuales hay que echar mano, el más importante para mí, ha sido el capital humano. Ante “la obsolescencia del aparato institucional, los presupuestos cada vez más acotados de órdenes de Gobierno federal, así como nuevas disposiciones de la vida pública, han sido nuestro gran reto y batalla diaria a vencer” como lo dijo el director general del ISC, Mario Welfo Álvarez en su mensaje a la administración cultural, el conocer a artistas como Esperanza, ha sido para mí un bálsamo. Por qué, en el tiempo que gocé de su cercanía como fotógrafa, como otros que están trabajando hacia dentro y fuera del Estado, interesados por el quehacer cultural y comprometidos personal y socialmente con su trabajo, todo es mucho más fácil, el sentido lo otorgamos cada uno de nosotros.

Y Esperanza, dotó de sentido sus días y sus imágenes, explorando siempre nuevas posibilidades de capturar el mundo, como dice Edith Cota, “enfocada en explorar la luz y el calor, así como la relación humanidad-naturaleza”, con 20 años de trayectoria como artista, acreedora de múltiples premios y reconocimientos, contribuyendo a la formación fotográfica en el Estado, principalmente en atención a poblaciones vulnerables y quien además gestionó proyectos y acompañó a otros en su propio desarrollo como fotógrafos y artistas, no sólo ella se desarrolló profesionalmente sino que ayudo a que otros también lo hicieran, y eso, me parece invaluable, y lo explica todo, lo mucho que hará falta, y lo mucho que se podrá seguir aprendiendo de ella como artista.

Me pesa mucho, que no estés con nosotros, proponiendo algo y yendo hacia donde pocos van, pero no puedo decir que no estás presente, porque quizá todas las personas tenemos la posibilidad de que cuando no estemos habitemos en el recuerdo de quienes nos conocieron y apreciaron, pero, los artistas, ellos además viven en su obra, dejan en ella un pedacito de ellos, invito a quienes te conocieron, te recuerden con tu exposición, que tan cariñosamente tus amistades, familia y todos quienes tuvimos la oportunidad de conocerte como artista y ser humano organizamos para ti y aún más quienes no te conocieron, que sea una oportunidad para contemplar el mundo a través de tus ojos, como un elogio a la luz.

@AliArteche

@AlinaArteche

@ali.arteche

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