/ viernes 3 de abril de 2020

Artemusa | Enganchar al público y que se quede en su casa, obvio

Con toda esta situación que estamos pasando nos hemos visto obligados a encontrar dinámicas funcionales para continuar realizando no sólo nuestro trabajo, sino para cohabitar un domicilio que ahora pudiera encontrarse abarrotado. No debe ser fácil.

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Así como hemos podido notar los actos públicos de solidaridad, también ha sido evidente la reacción de pánico a través de acciones impulsivas, desconcertantes e incluso algunas violentas, como el caso de las enfermeras que fueron atacadas ante una posible exposición al virus.

Momentos de cambios y reflexión para todos y en todos los niveles, <<obvio>> como decía Trimagasi, personaje de la película El Hoyo, esto ha representado preparación y reajustes para el sistema de salud, pero también vemos como lo está siendo para lo económico, educativo, cultural, todos ante la contingencia están teniendo que ser resilientes.

La resiliencia como una capacidad que tenemos para adaptarnos positivamente a las situaciones adversas, según la RAE: “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. 2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido” sin embargo, sería difícil pensar que pudiera volverse al mismo estado inicial, al menos no en todo lo que esta situación le traiga como positivo a las instituciones que no se habían dado cuenta de cuantas actividades podían realizarse de manera virtual, darse el valor que merecen, sin demeritar y poner en el lugar que le corresponde a tantas actividades que requieren el espacio físico y esa interacción humana para concretarse de manera efectiva.

Las interacciones entre personas pueden buscarse y darse orgánicamente de muchas maneras, pero en el plano digital se dice que no hay que dejar publicación sin que genere un enganche con el público, o sea que genere una respuesta, algún tipo de retroalimentación.

Esto pudiera ser nuevamente <<obvio>> pero no lo es tanto, ya que realmente lo que se busca es que quienes acceden al contenido digital, no sólo lo reproduzcan, sino que deseablemente se espera alguna reacción por medio de likes y preferiblemente con algún comentario, esto detonará que las publicaciones estén mejor calificadas, lo que redundará en más difusión, por tanto, mayor visibilidad y quizá algún día ingresos económicos.

Acciones como las de retar y convocar a que las personas repliquen una obra de arte con artículos de sus hogares como las que realiza el Museo Getty de Los Ángeles, California y pedir que las compartan con ellos en sus redes sociales, son precisamente acciones para difundir el arte pero que a su vez permiten al público sentirse partícipes en esa identificación que son capaces de crear.

Como las mismas redes sociales de los artistas nos dicen, en este periodo ¿Qué haríamos sin las artes, todas ellas, y sin una cámara?

Psicóloga por el Itson y la UADY, especialista en Educación Especial y Neuropsicología, catedrática en el Itson, ENEE y orientadora para la SecretarÍa de Educación y Cultura, gestora cultural con posgrado en análisis y gestión del Arte Contemporáneo actualmente coordinadora estatal de Artes Visuales en el Instituto Sonorense de Cultura (ISC).

Facebook: @AliArteche

Twitter: @AlinaArteche

Instagram: @aliarteche


Con toda esta situación que estamos pasando nos hemos visto obligados a encontrar dinámicas funcionales para continuar realizando no sólo nuestro trabajo, sino para cohabitar un domicilio que ahora pudiera encontrarse abarrotado. No debe ser fácil.

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Así como hemos podido notar los actos públicos de solidaridad, también ha sido evidente la reacción de pánico a través de acciones impulsivas, desconcertantes e incluso algunas violentas, como el caso de las enfermeras que fueron atacadas ante una posible exposición al virus.

Momentos de cambios y reflexión para todos y en todos los niveles, <<obvio>> como decía Trimagasi, personaje de la película El Hoyo, esto ha representado preparación y reajustes para el sistema de salud, pero también vemos como lo está siendo para lo económico, educativo, cultural, todos ante la contingencia están teniendo que ser resilientes.

La resiliencia como una capacidad que tenemos para adaptarnos positivamente a las situaciones adversas, según la RAE: “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. 2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido” sin embargo, sería difícil pensar que pudiera volverse al mismo estado inicial, al menos no en todo lo que esta situación le traiga como positivo a las instituciones que no se habían dado cuenta de cuantas actividades podían realizarse de manera virtual, darse el valor que merecen, sin demeritar y poner en el lugar que le corresponde a tantas actividades que requieren el espacio físico y esa interacción humana para concretarse de manera efectiva.

Las interacciones entre personas pueden buscarse y darse orgánicamente de muchas maneras, pero en el plano digital se dice que no hay que dejar publicación sin que genere un enganche con el público, o sea que genere una respuesta, algún tipo de retroalimentación.

Esto pudiera ser nuevamente <<obvio>> pero no lo es tanto, ya que realmente lo que se busca es que quienes acceden al contenido digital, no sólo lo reproduzcan, sino que deseablemente se espera alguna reacción por medio de likes y preferiblemente con algún comentario, esto detonará que las publicaciones estén mejor calificadas, lo que redundará en más difusión, por tanto, mayor visibilidad y quizá algún día ingresos económicos.

Acciones como las de retar y convocar a que las personas repliquen una obra de arte con artículos de sus hogares como las que realiza el Museo Getty de Los Ángeles, California y pedir que las compartan con ellos en sus redes sociales, son precisamente acciones para difundir el arte pero que a su vez permiten al público sentirse partícipes en esa identificación que son capaces de crear.

Como las mismas redes sociales de los artistas nos dicen, en este periodo ¿Qué haríamos sin las artes, todas ellas, y sin una cámara?

Psicóloga por el Itson y la UADY, especialista en Educación Especial y Neuropsicología, catedrática en el Itson, ENEE y orientadora para la SecretarÍa de Educación y Cultura, gestora cultural con posgrado en análisis y gestión del Arte Contemporáneo actualmente coordinadora estatal de Artes Visuales en el Instituto Sonorense de Cultura (ISC).

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