/ martes 22 de enero de 2019

BIENESTAR Y SALUD / Con la salud no

Actualmente la población mundial y en particular la población latinoamericana enfrentan serios retos en salud pública.

Uno de los retos más importantes es la transición demográfica y epidemiológica de la población, que implica la creciente tendencia hacia población más envejecida que demanda principalmente atención a enfermedades crónicas no transmisibles (como la diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias), las cuales implican una elevada carga económica para los propios sistemas de salud y para los pacientes; mientras que la prevención y la atención a enfermedades transmisibles (infecciosas) conocidas y emergentes permanecen también como un reto importante que no debe descuidarse.

¿Podrá el nuevo gobierno asumir los retos?

En todo el mundo el envejecimiento de la población es uno de los fenómenos demográficos más importantes.

Asimismo, estos tres fenómenos son el resultado del progreso socioeconómico general de todos los países. Las cifras crudas muestran una población mundial mayor de 60 años de 770 millones en 2010 y en 10 años sería de alrededor de mil millones (es decir, aumentará 29.8%).

Las distintas regiones del mundo están en distintas etapas de la fase de las transiciones demográficas y tienen distintas velocidades de envejecimiento. En México la proporción de población adulta mayor presenta un crecimiento mayor que todas las otras poblaciones en los últimos 15 años.

De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), la población adulta mayor en 2015 fue de 9.4 millones de personas, lo cual representa el 8.6% del total de la población con una tasa de crecimiento anual de 3.9%.

El envejecimiento de la población, por lo tanto, representa uno de los mayores desafíos para los sistemas de salud, ¿Por qué? La principal razón de este reto consiste en una gran demanda de servicios que no se pueden cubrir con la capacidad de infraestructura y la gestión de los servicios disponibles, ya lo dijo el Dr. Alcocer que hay muchos inmuebles en obra negra y que los disponibles muy probablemente no se den abasto con la demanda de servicios.

Ante los retos mencionados anteriormente y como un determinante social de la salud, los sistemas de salud requieren un continuo fortalecimiento y optimización en sus procesos, con miras a mejorar su desempeño y eficiencia, de modo que se garantice la salud de la población de una manera equitativa, pero además eficiente, es decir, con el óptimo uso de recursos financieros, materiales y humanos, asegurando la cobertura universal.

Las complicaciones a corto y largo plazo demandan atención médica y tratamientos especializados, lo que implica que su atención conlleve costos abrumadoramente altos. La salud pública es una responsabilidad del Estado compartida con su población para maximizar la salud de las colectividades.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

Actualmente la población mundial y en particular la población latinoamericana enfrentan serios retos en salud pública.

Uno de los retos más importantes es la transición demográfica y epidemiológica de la población, que implica la creciente tendencia hacia población más envejecida que demanda principalmente atención a enfermedades crónicas no transmisibles (como la diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias), las cuales implican una elevada carga económica para los propios sistemas de salud y para los pacientes; mientras que la prevención y la atención a enfermedades transmisibles (infecciosas) conocidas y emergentes permanecen también como un reto importante que no debe descuidarse.

¿Podrá el nuevo gobierno asumir los retos?

En todo el mundo el envejecimiento de la población es uno de los fenómenos demográficos más importantes.

Asimismo, estos tres fenómenos son el resultado del progreso socioeconómico general de todos los países. Las cifras crudas muestran una población mundial mayor de 60 años de 770 millones en 2010 y en 10 años sería de alrededor de mil millones (es decir, aumentará 29.8%).

Las distintas regiones del mundo están en distintas etapas de la fase de las transiciones demográficas y tienen distintas velocidades de envejecimiento. En México la proporción de población adulta mayor presenta un crecimiento mayor que todas las otras poblaciones en los últimos 15 años.

De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), la población adulta mayor en 2015 fue de 9.4 millones de personas, lo cual representa el 8.6% del total de la población con una tasa de crecimiento anual de 3.9%.

El envejecimiento de la población, por lo tanto, representa uno de los mayores desafíos para los sistemas de salud, ¿Por qué? La principal razón de este reto consiste en una gran demanda de servicios que no se pueden cubrir con la capacidad de infraestructura y la gestión de los servicios disponibles, ya lo dijo el Dr. Alcocer que hay muchos inmuebles en obra negra y que los disponibles muy probablemente no se den abasto con la demanda de servicios.

Ante los retos mencionados anteriormente y como un determinante social de la salud, los sistemas de salud requieren un continuo fortalecimiento y optimización en sus procesos, con miras a mejorar su desempeño y eficiencia, de modo que se garantice la salud de la población de una manera equitativa, pero además eficiente, es decir, con el óptimo uso de recursos financieros, materiales y humanos, asegurando la cobertura universal.

Las complicaciones a corto y largo plazo demandan atención médica y tratamientos especializados, lo que implica que su atención conlleve costos abrumadoramente altos. La salud pública es una responsabilidad del Estado compartida con su población para maximizar la salud de las colectividades.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.