/ viernes 13 de mayo de 2022

Bio-Informando | Amor es amor

“No importa a quién ames, si es amor lo que abunda en tu corazón” :
(Autor desconocido).

El próximo 17 de mayo se cumplen 32 años de que la Organización Mundial de la Salud retiró a la homosexualidad del listado de trastornos mentales; este y otros eventos son el reflejo de años de lucha (que aún continúa), de bastante esfuerzo en la búsqueda de igualdad en derechos y de que la comunidad Lgbtttiq+ se atreviera a mostrarse en todos sus colores a la luz del sol.

La existencia y las uniones entre individuos del mismo sexo se remontan hasta los principios de la civilización e inclusive eran bendecidas y respetadas. Como ya sabemos también a lo largo de la historia surgieron varios factores y acontecimientos que buscaron reprimir y generar prejuicios ante el amor diverso; mostrándolo como algo perverso, desviado y pecaminoso. Sin embargo, la lucha, la visibilización y la ciencia han ido poco a poco reivindicando nuevamente a la comunidad Lgbtttiq+ devolviéndole la dignidad y hasta cierto punto un mejor panorama en la calidad de vida de todos sus miembros. No obstante, los avances y mejoras en la materia no han sido homogéneas en todo el mundo.

La legalización y/o reconocimiento de las uniones civiles de parejas del mismo sexo en el mundo moderno tienen su origen en Dinamarca hace 33 años; hasta marzo de este año son 31 países en los que se ha legalizado el matrimonio igualitario, entre ellos México pero sólo en 26 de sus 32 entidades federativas.

Actualmente, existen países en los que la posibilidad de unión entre dos personas del mismo sexo aún es remota e incluso de que su amor se pueda manifestar ya que se es penalizado con prisión o hasta la muerte.

En el afán de querer dar una explicación al origen de la homosexualidad se han desarrollado un sinnúmero de estudios con diversos enfoques, tanto psicológicos como científicos y a pesar de que se han planteado múltiples ideas e hipótesis, no se ha llegado a un resultado contundente.

En 1993, Hamer y colaboradores pretendieron identificar si la orientación sexual masculina se encontraba influenciada genéticamente, encontrando una relación entre marcadores de ADN ubicados en el cromosoma X y la orientación sexual. Los marcadores son fragmentos de ADN con una ubicación conocida dentro de los cromosomas y que pueden ser de utilidad para la identificación de variaciones genéticas entre los individuos y así, entre varias aplicaciones, comprender y/o dar una explicación a ciertos caracteres y/o enfermedades de los seres vivos. Sin embargo, para el caso de Hamer y colaboradores, el tamaño de individuos analizados fue relativamente pequeño y sólo se enfocó a varones.

Recientemente, en 2019 la genetista Andrea Ganna y su equipo de trabajo lograron identificar regiones dentro del genoma humano que están vinculadas con la orientación homosexual; sin embargo, ninguno de los marcadores de ADN identificados es lo suficientemente confiable para predecir la orientación sexual de un individuo.

Después de analizar 500 mil genomas, Ganna y colaboradores estiman que entre el 8 y 25% del comportamiento sexual de los individuos está influenciado por la genética mientras que el resto implicará factores ambientales y culturales demostrando de esta manera que la sexualidad humana es bastante compleja y además mencionan que hay que ser precavido con los resultados obtenidos en dicho estudio ya que la mayoría de los genomas estudiados son originarios del Reino Unido y en una menor proporción de California, Estados Unidos. Lo que sí es una realidad, es que la homosexualidad existe y no es una elección.

Se es o no se es y no sólo se ve en humanos, sino en otras 450 especies de animales; lo que es curioso es que la homofobia sólo se encuentra en una especie: la humana.

Dejemos que el amor brille y se manifieste; cuando este es sincero y sano, no importa quiénes sean sus actores, es igual de sublime y digno de vibrarse y expresarse plenamente sin importar las miradas ni ‘el qué dirán’.

Excelente fin de semana.

“No importa a quién ames, si es amor lo que abunda en tu corazón” :
(Autor desconocido).

El próximo 17 de mayo se cumplen 32 años de que la Organización Mundial de la Salud retiró a la homosexualidad del listado de trastornos mentales; este y otros eventos son el reflejo de años de lucha (que aún continúa), de bastante esfuerzo en la búsqueda de igualdad en derechos y de que la comunidad Lgbtttiq+ se atreviera a mostrarse en todos sus colores a la luz del sol.

La existencia y las uniones entre individuos del mismo sexo se remontan hasta los principios de la civilización e inclusive eran bendecidas y respetadas. Como ya sabemos también a lo largo de la historia surgieron varios factores y acontecimientos que buscaron reprimir y generar prejuicios ante el amor diverso; mostrándolo como algo perverso, desviado y pecaminoso. Sin embargo, la lucha, la visibilización y la ciencia han ido poco a poco reivindicando nuevamente a la comunidad Lgbtttiq+ devolviéndole la dignidad y hasta cierto punto un mejor panorama en la calidad de vida de todos sus miembros. No obstante, los avances y mejoras en la materia no han sido homogéneas en todo el mundo.

La legalización y/o reconocimiento de las uniones civiles de parejas del mismo sexo en el mundo moderno tienen su origen en Dinamarca hace 33 años; hasta marzo de este año son 31 países en los que se ha legalizado el matrimonio igualitario, entre ellos México pero sólo en 26 de sus 32 entidades federativas.

Actualmente, existen países en los que la posibilidad de unión entre dos personas del mismo sexo aún es remota e incluso de que su amor se pueda manifestar ya que se es penalizado con prisión o hasta la muerte.

En el afán de querer dar una explicación al origen de la homosexualidad se han desarrollado un sinnúmero de estudios con diversos enfoques, tanto psicológicos como científicos y a pesar de que se han planteado múltiples ideas e hipótesis, no se ha llegado a un resultado contundente.

En 1993, Hamer y colaboradores pretendieron identificar si la orientación sexual masculina se encontraba influenciada genéticamente, encontrando una relación entre marcadores de ADN ubicados en el cromosoma X y la orientación sexual. Los marcadores son fragmentos de ADN con una ubicación conocida dentro de los cromosomas y que pueden ser de utilidad para la identificación de variaciones genéticas entre los individuos y así, entre varias aplicaciones, comprender y/o dar una explicación a ciertos caracteres y/o enfermedades de los seres vivos. Sin embargo, para el caso de Hamer y colaboradores, el tamaño de individuos analizados fue relativamente pequeño y sólo se enfocó a varones.

Recientemente, en 2019 la genetista Andrea Ganna y su equipo de trabajo lograron identificar regiones dentro del genoma humano que están vinculadas con la orientación homosexual; sin embargo, ninguno de los marcadores de ADN identificados es lo suficientemente confiable para predecir la orientación sexual de un individuo.

Después de analizar 500 mil genomas, Ganna y colaboradores estiman que entre el 8 y 25% del comportamiento sexual de los individuos está influenciado por la genética mientras que el resto implicará factores ambientales y culturales demostrando de esta manera que la sexualidad humana es bastante compleja y además mencionan que hay que ser precavido con los resultados obtenidos en dicho estudio ya que la mayoría de los genomas estudiados son originarios del Reino Unido y en una menor proporción de California, Estados Unidos. Lo que sí es una realidad, es que la homosexualidad existe y no es una elección.

Se es o no se es y no sólo se ve en humanos, sino en otras 450 especies de animales; lo que es curioso es que la homofobia sólo se encuentra en una especie: la humana.

Dejemos que el amor brille y se manifieste; cuando este es sincero y sano, no importa quiénes sean sus actores, es igual de sublime y digno de vibrarse y expresarse plenamente sin importar las miradas ni ‘el qué dirán’.

Excelente fin de semana.