/ viernes 19 de julio de 2024

Bio-Informando | De las náuseas a la náutica

Hace un par de semanas, tuve un reencuentro con compañeros de la licenciatura en la playa; esta reunión estuvo llena de alegría, fiesta, anécdotas y poniéndonos al día después de más de diez años que no los veía.

Dentro del itinerario de actividades para ese fin de semana, contemplamos el alquilar un yate para hacer un paseo y admirar el atardecer. Cuando el yate se puso en marcha, mi emoción se convirtió rápidamente en una pesadilla de mareo y náuseas ya que mientras mis amigos disfrutaban de la puesta de sol, yo sufría un fuerte mareo y una serie de síntomas que no me permitieron disfrutar el paseo completamente.

El mareo por movimiento, también conocido como cinetosis, se produce cuando hay una desconexión entre el movimiento percibido por el oído interno y lo que ven los ojos. Este conflicto sensorial envía señales contradictorias al cerebro, desencadenando síntomas como náuseas, mareos, sudoración y vómitos. Pero ¿por qué algunas personas son más propensas al mareo que otras? La respuesta está en una compleja interacción de factores genéticos, vestibulares y bioquímicos.

Las personas con mayor sensibilidad en su sistema vestibular (ubicado en el oído interno del ser humano y que se responsabiliza del suministro de información sobre la ubicación de la cabeza en el espacio y de regular los movimientos del tronco y las extremidades, además de mantener la postura del cuerpo) o con hipofunción vestibular (sistemas vestibulares poco activos) son más susceptibles.

Por otra parte, los niveles de moléculas que fungen como neurotransmisores como la histamina, la acetilcolina y la serotonina también influyen en la susceptibilidad a esta condición. Asimismo, los cambios hormonales durante el embarazo, la menstruación o debidos a afecciones médicas pueden afectar aún más a la sensibilidad.

Afortunadamente, existen diversas estrategias y tratamientos para controlar eficazmente la cinetosis tales como medicamentos como los antihistamínicos de venta libre, como el dimenhidrinato y la meclizina (comercialmente conocidos como Dramamine y Bonine), los cuales bloquean los receptores de histamina en el cerebro, reduciendo las náuseas y los vómitos y se recomienda su consumo una hora previa al paseo a realizar.

Para viajes más largos, un parche de escopolamina (de venta con receta médica) que se lleva detrás de la oreja, puede bloquear los receptores de acetilcolina hasta por 72 horas inhibiendo parte de la sintomatología de la cinetosis.

Por otra parte, existen también estrategias conductuales que pueden ser de utilidad para reducir la intensidad de los síntomas derivados de la cinetosis como por ejemplo elegir el asiento adecuado dependiendo del medio de transporte: sentarse en el asiento delantero del auto, sobre el ala de un avión o en medio del barco puede ser de gran ayuda.

También el mantener la vista en el horizonte o en un punto fijo para ayudar al cerebro a conciliar los estímulos sensoriales, una buena ventilación, evitar leer o mirar pantallas y practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación también pueden tener un impacto significativo y positivo para contrarrestar la sintomatología asociada a la cinetosis.

Si se sospecha que se padece cinetosis, es imperativo acudir con un profesional de la salud para que pueda hacer las recomendaciones pertinentes y prescribir los medicamentos o tratamientos adecuados.

Reflexionando sobre mi experiencia en la excursión en el yate, me di cuenta de lo importante que es comprender y tratar el mareo para que la próxima vez, esté mejor preparado para navegar sobre las olas y saborear cada momento al máximo.


Buen fin de semana.

Hace un par de semanas, tuve un reencuentro con compañeros de la licenciatura en la playa; esta reunión estuvo llena de alegría, fiesta, anécdotas y poniéndonos al día después de más de diez años que no los veía.

Dentro del itinerario de actividades para ese fin de semana, contemplamos el alquilar un yate para hacer un paseo y admirar el atardecer. Cuando el yate se puso en marcha, mi emoción se convirtió rápidamente en una pesadilla de mareo y náuseas ya que mientras mis amigos disfrutaban de la puesta de sol, yo sufría un fuerte mareo y una serie de síntomas que no me permitieron disfrutar el paseo completamente.

El mareo por movimiento, también conocido como cinetosis, se produce cuando hay una desconexión entre el movimiento percibido por el oído interno y lo que ven los ojos. Este conflicto sensorial envía señales contradictorias al cerebro, desencadenando síntomas como náuseas, mareos, sudoración y vómitos. Pero ¿por qué algunas personas son más propensas al mareo que otras? La respuesta está en una compleja interacción de factores genéticos, vestibulares y bioquímicos.

Las personas con mayor sensibilidad en su sistema vestibular (ubicado en el oído interno del ser humano y que se responsabiliza del suministro de información sobre la ubicación de la cabeza en el espacio y de regular los movimientos del tronco y las extremidades, además de mantener la postura del cuerpo) o con hipofunción vestibular (sistemas vestibulares poco activos) son más susceptibles.

Por otra parte, los niveles de moléculas que fungen como neurotransmisores como la histamina, la acetilcolina y la serotonina también influyen en la susceptibilidad a esta condición. Asimismo, los cambios hormonales durante el embarazo, la menstruación o debidos a afecciones médicas pueden afectar aún más a la sensibilidad.

Afortunadamente, existen diversas estrategias y tratamientos para controlar eficazmente la cinetosis tales como medicamentos como los antihistamínicos de venta libre, como el dimenhidrinato y la meclizina (comercialmente conocidos como Dramamine y Bonine), los cuales bloquean los receptores de histamina en el cerebro, reduciendo las náuseas y los vómitos y se recomienda su consumo una hora previa al paseo a realizar.

Para viajes más largos, un parche de escopolamina (de venta con receta médica) que se lleva detrás de la oreja, puede bloquear los receptores de acetilcolina hasta por 72 horas inhibiendo parte de la sintomatología de la cinetosis.

Por otra parte, existen también estrategias conductuales que pueden ser de utilidad para reducir la intensidad de los síntomas derivados de la cinetosis como por ejemplo elegir el asiento adecuado dependiendo del medio de transporte: sentarse en el asiento delantero del auto, sobre el ala de un avión o en medio del barco puede ser de gran ayuda.

También el mantener la vista en el horizonte o en un punto fijo para ayudar al cerebro a conciliar los estímulos sensoriales, una buena ventilación, evitar leer o mirar pantallas y practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación también pueden tener un impacto significativo y positivo para contrarrestar la sintomatología asociada a la cinetosis.

Si se sospecha que se padece cinetosis, es imperativo acudir con un profesional de la salud para que pueda hacer las recomendaciones pertinentes y prescribir los medicamentos o tratamientos adecuados.

Reflexionando sobre mi experiencia en la excursión en el yate, me di cuenta de lo importante que es comprender y tratar el mareo para que la próxima vez, esté mejor preparado para navegar sobre las olas y saborear cada momento al máximo.


Buen fin de semana.