/ viernes 24 de diciembre de 2021

Bio-informando | El pino biotecnológico

Uno de los elementos más representativos de la Navidad sin duda alguna es el árbol, el cual comúnmente es un pino y que alrededor del mundo, ya sea natural o artificial, en cada hogar decoramos ya sea de forma modesta y significativa hasta extravagante y excéntrica; pero, realmente ¿conocemos su historia y su significado? ¿Y qué tiene que ver que en este espacio sea abordado este tema?

El origen del pino y su uso dentro de las festividades navideñas se remonta a la época de los primeros cristianos y su evangelización por diversas partes de Europa y su encuentro con las culturas nórdicas, las cuales celebraban el nacimiento de Frey el dios del Sol y la fertilidad (consideremos que el Sol para muchas culturas representa el astro rey y aunado al otro calificativo, que hace alusión a vida y abundancia, encaja curiosamente con la descripción que se tiene de Cristo) adornando un árbol no perenne (es decir que pierden sus hojas en una cierta temporada del año).

Para los nórdicos, el árbol representaba el universo, la copa del árbol “La morada de los dioses” y el “Palacio de Odín” mientras que las raíces significaban el “Inframundo”. Dicha festividad coincidía con pocos días de diferencia con la Navidad cristiana y para que la introducción del Evangelio en estas regiones fuera rápidamente aceptada, los primeros cristianos se adueñaron de esta tradición para posteriormente cambiar su significado.

Años más tarde, de acuerdo a diferentes fuentes, el evangelizador San Bonifacio, cambió el árbol tradicional nórdico por uno perenne (es decir, que mantiene sus hojas por mucho tiempo) para representar el amor de Dios (dando la idea de que éste es eterno) y lo adornó con manzanas las cuales representaban las tentaciones y con velas que significaban la luz de Cristo. Al pasar de los años, las manzanas se convirtieron en esferas (dones de Dios a los hombres) y en la copa se estila colocar una estrella, la cual representa aquella que apareció en Belén hace más de dos mil años. Ahora bien, la humanidad cada vez se ha dedicado a meterle de su cosecha adornando el árbol de mil formas diferentes e incluso se puede elegir si queremos que sea natural o artificial; para aquellos que les gustan los árboles naturales, han de conocer las bondades pero también el mantenimiento y cuidados que se le deben de dar para que duren el mayor tiempo posible durante las fiestas decembrinas.

Recientemente, varios grupos de investigación de Estados Unidos y Dinamarca se encuentran interesados en estudiar los genomas (el conjunto de todos los genes presentes en un organismo en específico, su estructura y función) de diversas especies de pinos así como la expresión de genes relacionados con resistencia a diferentes infecciones fúngicas (hongos), fragancia y bioluminiscencia (sólo por mencionar algunas) con el fin de identificar aquellas especies con las mejores características y diseñar el “mejor árbol de Navidad” mediante cruzas considerando las características deseadas y/o uso de ingeniería genética para la inserción de genes específicos y así obtener plantas que sean cultivadas por los productores.

Cabe destacar que este proceso toma tiempo, que la información que se tiene aún es escasa pero que con suerte, conforme se vaya dilucidando y se vayan implementando las técnicas biotecnológicas, se reducirá el uso de plaguicidas, se reducirán las mermas económicas derivadas de su cultivo y los consumidores podremos disfrutarlos.

Esta noche es momento de gozo, de disfrutar, de abrazar, de que nazca el amor, la gratitud y el perdón. Nunca es tarde para expresar el amor: dilo de frente, haz esa llamada o esa oración si a quien amas ya vive en tu corazón. No importa desde cuándo me lees o si esta es la primera vez que lo haces; te deseo que la pases bien en compañía de los tuyos, síguete cuidando, come rico, ayuda a quien te lo pide y que las bendiciones se derramen en abundancia en tu corazón y tu hogar.

Un abrazo, feliz Navidad.

Uno de los elementos más representativos de la Navidad sin duda alguna es el árbol, el cual comúnmente es un pino y que alrededor del mundo, ya sea natural o artificial, en cada hogar decoramos ya sea de forma modesta y significativa hasta extravagante y excéntrica; pero, realmente ¿conocemos su historia y su significado? ¿Y qué tiene que ver que en este espacio sea abordado este tema?

El origen del pino y su uso dentro de las festividades navideñas se remonta a la época de los primeros cristianos y su evangelización por diversas partes de Europa y su encuentro con las culturas nórdicas, las cuales celebraban el nacimiento de Frey el dios del Sol y la fertilidad (consideremos que el Sol para muchas culturas representa el astro rey y aunado al otro calificativo, que hace alusión a vida y abundancia, encaja curiosamente con la descripción que se tiene de Cristo) adornando un árbol no perenne (es decir que pierden sus hojas en una cierta temporada del año).

Para los nórdicos, el árbol representaba el universo, la copa del árbol “La morada de los dioses” y el “Palacio de Odín” mientras que las raíces significaban el “Inframundo”. Dicha festividad coincidía con pocos días de diferencia con la Navidad cristiana y para que la introducción del Evangelio en estas regiones fuera rápidamente aceptada, los primeros cristianos se adueñaron de esta tradición para posteriormente cambiar su significado.

Años más tarde, de acuerdo a diferentes fuentes, el evangelizador San Bonifacio, cambió el árbol tradicional nórdico por uno perenne (es decir, que mantiene sus hojas por mucho tiempo) para representar el amor de Dios (dando la idea de que éste es eterno) y lo adornó con manzanas las cuales representaban las tentaciones y con velas que significaban la luz de Cristo. Al pasar de los años, las manzanas se convirtieron en esferas (dones de Dios a los hombres) y en la copa se estila colocar una estrella, la cual representa aquella que apareció en Belén hace más de dos mil años. Ahora bien, la humanidad cada vez se ha dedicado a meterle de su cosecha adornando el árbol de mil formas diferentes e incluso se puede elegir si queremos que sea natural o artificial; para aquellos que les gustan los árboles naturales, han de conocer las bondades pero también el mantenimiento y cuidados que se le deben de dar para que duren el mayor tiempo posible durante las fiestas decembrinas.

Recientemente, varios grupos de investigación de Estados Unidos y Dinamarca se encuentran interesados en estudiar los genomas (el conjunto de todos los genes presentes en un organismo en específico, su estructura y función) de diversas especies de pinos así como la expresión de genes relacionados con resistencia a diferentes infecciones fúngicas (hongos), fragancia y bioluminiscencia (sólo por mencionar algunas) con el fin de identificar aquellas especies con las mejores características y diseñar el “mejor árbol de Navidad” mediante cruzas considerando las características deseadas y/o uso de ingeniería genética para la inserción de genes específicos y así obtener plantas que sean cultivadas por los productores.

Cabe destacar que este proceso toma tiempo, que la información que se tiene aún es escasa pero que con suerte, conforme se vaya dilucidando y se vayan implementando las técnicas biotecnológicas, se reducirá el uso de plaguicidas, se reducirán las mermas económicas derivadas de su cultivo y los consumidores podremos disfrutarlos.

Esta noche es momento de gozo, de disfrutar, de abrazar, de que nazca el amor, la gratitud y el perdón. Nunca es tarde para expresar el amor: dilo de frente, haz esa llamada o esa oración si a quien amas ya vive en tu corazón. No importa desde cuándo me lees o si esta es la primera vez que lo haces; te deseo que la pases bien en compañía de los tuyos, síguete cuidando, come rico, ayuda a quien te lo pide y que las bendiciones se derramen en abundancia en tu corazón y tu hogar.

Un abrazo, feliz Navidad.