/ sábado 29 de diciembre de 2018

Casos y cosas de la experiencia | Ahora voy ligero de equipaje

“La vida no nos interroga con palabras, sino con situaciones”.

(Jaume Soler)


Decidí revisar mi equipaje y encontré que incluía algunas cosas no necesarias o deseables para el viaje. Elegí realizar el resto del viaje ligero de equipaje, con pasos seguros y firmes por doquiera que vaya. La oportunidad de vivirlo así surge de mis experiencias en cada cambio personal y profesional.

Mi casa estaba llena de palabras, sentimientos y emociones controladas que pidieron volar libremente, para expresarse con la sutileza o la dureza requeridas. Esto implicó una tarea de exploración, experimentación y liberación emocional. El camino se había llenado de obstáculos, dudas, temores y frustraciones.

Ahora la casa se inundó de luz y claridad, funcionalidad y transparencia emocional. Liberé espacios; el desapego hizo entrada triunfal, y solté lo que era preciso para darle la bienvenida a lo nuevo. Es un proceso intenso y necesario para crecer, aprender y servir a otros en su recorrido por la vida.

Les estoy agradecido a quienes me acompañan en el camino, y me enseñan a vivir a plenitud cada momento, y también a disfrutar la soledad enriquecedora y creativa. Estos caminantes me dan grandes lecciones de vida, y esas experiencias están grabadas en mí ser.

En este momento evoco un fragmento del poema Equipaje, de Alberto Cortez: “Encontré de mi vida, la mitad que faltaba y es mi viaje de ida, mi redil, mi morada, mi mejor travesura, mi sermón, mi coartada, mi avidez de aventura, mi más fiel camarada”.

El encuentro conmigo mismo es un proceso que deviene en andares y encrucijadas, que denotan decisiones ciertas e inciertas. Al final he aprendido que las palabras, las emociones y los sentimientos son actos que perfilan mi ser aquí y ahora. Soy el constructor de mi vida.

Para ilustrarlo incluyo este fragmento del poema citado: “Porque siempre he tenido la mirada serena, de lo que he conseguido soy mi propio mecenas. Porque pago el peaje que me exige la fama. Mi canción, mi equipaje, son vivencias del alma”.

Lo que escribo está sustentado en los casos y cosas de la experiencia, porque son vivencias que colman mi ser personal y profesional. Celebro la oportunidad de convivir con amigos, colegas y personas que acompaño en su camino, porque son una parte vital para mi crecimiento.

Celebro este espacio, porque las palabras y sus contenidos son puentes que nos unen o dardos que nos laceran el alma. Es clave saber utilizarlas para expresar responsable y amorosamente lo que necesitamos decirnos y manifestar a los demás.

Quiero para todos que el año 2019 esté lleno de paz, amor, prosperidad y fe en que puedan alcanzar sus sueños, sólo se necesita decisión, disciplina, constancia y permanecer firme en el camino para lograrlo.

Recuerda: “La vida no nos interroga con palabras, sino con situaciones”.

Cada día tenemos una oportunidad para crecer y ser lo que queramos.

Hasta la próxima, buen fin de semana.

José Ignacio Lovio Arvizu. Psicólogo y psicoterapeuta.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com


“La vida no nos interroga con palabras, sino con situaciones”.

(Jaume Soler)


Decidí revisar mi equipaje y encontré que incluía algunas cosas no necesarias o deseables para el viaje. Elegí realizar el resto del viaje ligero de equipaje, con pasos seguros y firmes por doquiera que vaya. La oportunidad de vivirlo así surge de mis experiencias en cada cambio personal y profesional.

Mi casa estaba llena de palabras, sentimientos y emociones controladas que pidieron volar libremente, para expresarse con la sutileza o la dureza requeridas. Esto implicó una tarea de exploración, experimentación y liberación emocional. El camino se había llenado de obstáculos, dudas, temores y frustraciones.

Ahora la casa se inundó de luz y claridad, funcionalidad y transparencia emocional. Liberé espacios; el desapego hizo entrada triunfal, y solté lo que era preciso para darle la bienvenida a lo nuevo. Es un proceso intenso y necesario para crecer, aprender y servir a otros en su recorrido por la vida.

Les estoy agradecido a quienes me acompañan en el camino, y me enseñan a vivir a plenitud cada momento, y también a disfrutar la soledad enriquecedora y creativa. Estos caminantes me dan grandes lecciones de vida, y esas experiencias están grabadas en mí ser.

En este momento evoco un fragmento del poema Equipaje, de Alberto Cortez: “Encontré de mi vida, la mitad que faltaba y es mi viaje de ida, mi redil, mi morada, mi mejor travesura, mi sermón, mi coartada, mi avidez de aventura, mi más fiel camarada”.

El encuentro conmigo mismo es un proceso que deviene en andares y encrucijadas, que denotan decisiones ciertas e inciertas. Al final he aprendido que las palabras, las emociones y los sentimientos son actos que perfilan mi ser aquí y ahora. Soy el constructor de mi vida.

Para ilustrarlo incluyo este fragmento del poema citado: “Porque siempre he tenido la mirada serena, de lo que he conseguido soy mi propio mecenas. Porque pago el peaje que me exige la fama. Mi canción, mi equipaje, son vivencias del alma”.

Lo que escribo está sustentado en los casos y cosas de la experiencia, porque son vivencias que colman mi ser personal y profesional. Celebro la oportunidad de convivir con amigos, colegas y personas que acompaño en su camino, porque son una parte vital para mi crecimiento.

Celebro este espacio, porque las palabras y sus contenidos son puentes que nos unen o dardos que nos laceran el alma. Es clave saber utilizarlas para expresar responsable y amorosamente lo que necesitamos decirnos y manifestar a los demás.

Quiero para todos que el año 2019 esté lleno de paz, amor, prosperidad y fe en que puedan alcanzar sus sueños, sólo se necesita decisión, disciplina, constancia y permanecer firme en el camino para lograrlo.

Recuerda: “La vida no nos interroga con palabras, sino con situaciones”.

Cada día tenemos una oportunidad para crecer y ser lo que queramos.

Hasta la próxima, buen fin de semana.

José Ignacio Lovio Arvizu. Psicólogo y psicoterapeuta.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com