/ sábado 2 de marzo de 2019

Casos y cosas de la experiencia | Amistad y hermandad

“Sólo podemos conocer un poco a otro ser humano, si es que esto es posible en la medida en que él se quiera dar a conocer”.

(P. Auster)


Busqué al licenciado Simón P., para conocer un poco más sobre su sentir y pensar acerca de nuestra amistad. Me sorprendió la sintonía de ambos acerca del tema, pues él reflexionaba sobre lo mismo. Nos unen un sinfín de experiencias personales y profesionales.

—Simón dijo: ¿Cómo ves con nuestro amigo cumpleañero? Próximamente tendremos oportunidad de abrazarle y disfrutar, en compañía de su familia, una rica taza de café o una cerbatana, como él le llama a las cheves.

— Cierto, le contesté. Sabes, me divierte su compañía porque detrás de esa seriedad existe un carrillero tremendo, un amigo leal, un hermano atento a los demás.

Me encontré con Simón, porque este sábado festejaremos al grinch más grinch, nuestro amigo y carnal, Rodolfo. Lo conocemos desde hace algunos años, en cuyo transcurso fuimos construyendo una amistad y hermandad maravillosa.

¿Cómo es posible coincidir y compartir visiones diferentes en el plano profesional?, ¿cómo logramos estrechar lazos de amistad en el seno de nuestras diferencias?

Sin lugar a dudas, trabajar en conjunto y compartir la visión, misión y valores de la organización nos acercaron, y pudimos ejercitarnos en el respeto, la aceptación, el compromiso y la pasión por las personas.

Nuestras historias de vida fueron entrelazándose, nos acompañamos en el proceso de ser personas y profesionales comprometidos con nuestra misión, visión y valores. La ayuda mutua, aceptación y afecto fue reforzándose a través de los días. Por tal motivo, hoy quiero expresarte mi reconocimiento público, porque eres una persona especial para tu familia, amigos y compañeros de trabajo. Eres un esposo, padre, abuelo y suegro comprometido con el crecimiento y desarrollo de los tuyos.

Hemos aprendido de nuestras andanzas personales y profesionales, compartido aciertos y desaciertos, desvelos y discusiones diversas por los temas tan disímbolos que manejamos. Quiero expresarte mi afecto Rodolfo, y también por tu familia. Estaremos juntos el tiempo que corresponda disfrutando el café, el vino y las cervezas. Aún más, las charlas profundas y enriquecedoras que alientan nuestro espíritu.

Celebro contarme entre tus amigos, gracias por estar cerca de mí, y abrir las puertas de tu casa para convivir en familia. Que los años que cumples sean un regalo de vida para todos. Gracias por la dicha de ser y estar aquí.

Tendrás tu fiesta aunque te molestes, grinch, porque han decidido festejarte. Merecido festejo, porque es un privilegio contar contigo, aquí y ahora. Sabes que estarán presentes los colibríes que tanto te gustan… así será. Además, sé que arrancarás tu día de cumpleaños leyendo los periódicos que tanto disfrutas y acompañado de esa gloriosa taza de café y tu cigarro. En ocasiones también te acompañan las canciones de los Beatles y la nueva trova cubana, entre otras.

Desde un rincón del Estado escribo esta columna agradeciendo a la vida coincidir contigo. Que nuestra amistad se fortalezca cada día, y fomente los lazos de afecto entre todos los que conocemos a Rodolfo Pichardo García. Te abrazo, y brindo con una suculenta taza de café y el recuerdo de tantos momentos compartidos desde 1988. Hasta pronto, amigo… espero que Simón Portales se apunte con las cerbatanas y un par de botellas de vino, para festejar tan venerable acontecimiento.

Buen fin de semana.

José Ignacio Lovio Arvizu. Psicoterapeuta.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com

“Sólo podemos conocer un poco a otro ser humano, si es que esto es posible en la medida en que él se quiera dar a conocer”.

(P. Auster)


Busqué al licenciado Simón P., para conocer un poco más sobre su sentir y pensar acerca de nuestra amistad. Me sorprendió la sintonía de ambos acerca del tema, pues él reflexionaba sobre lo mismo. Nos unen un sinfín de experiencias personales y profesionales.

—Simón dijo: ¿Cómo ves con nuestro amigo cumpleañero? Próximamente tendremos oportunidad de abrazarle y disfrutar, en compañía de su familia, una rica taza de café o una cerbatana, como él le llama a las cheves.

— Cierto, le contesté. Sabes, me divierte su compañía porque detrás de esa seriedad existe un carrillero tremendo, un amigo leal, un hermano atento a los demás.

Me encontré con Simón, porque este sábado festejaremos al grinch más grinch, nuestro amigo y carnal, Rodolfo. Lo conocemos desde hace algunos años, en cuyo transcurso fuimos construyendo una amistad y hermandad maravillosa.

¿Cómo es posible coincidir y compartir visiones diferentes en el plano profesional?, ¿cómo logramos estrechar lazos de amistad en el seno de nuestras diferencias?

Sin lugar a dudas, trabajar en conjunto y compartir la visión, misión y valores de la organización nos acercaron, y pudimos ejercitarnos en el respeto, la aceptación, el compromiso y la pasión por las personas.

Nuestras historias de vida fueron entrelazándose, nos acompañamos en el proceso de ser personas y profesionales comprometidos con nuestra misión, visión y valores. La ayuda mutua, aceptación y afecto fue reforzándose a través de los días. Por tal motivo, hoy quiero expresarte mi reconocimiento público, porque eres una persona especial para tu familia, amigos y compañeros de trabajo. Eres un esposo, padre, abuelo y suegro comprometido con el crecimiento y desarrollo de los tuyos.

Hemos aprendido de nuestras andanzas personales y profesionales, compartido aciertos y desaciertos, desvelos y discusiones diversas por los temas tan disímbolos que manejamos. Quiero expresarte mi afecto Rodolfo, y también por tu familia. Estaremos juntos el tiempo que corresponda disfrutando el café, el vino y las cervezas. Aún más, las charlas profundas y enriquecedoras que alientan nuestro espíritu.

Celebro contarme entre tus amigos, gracias por estar cerca de mí, y abrir las puertas de tu casa para convivir en familia. Que los años que cumples sean un regalo de vida para todos. Gracias por la dicha de ser y estar aquí.

Tendrás tu fiesta aunque te molestes, grinch, porque han decidido festejarte. Merecido festejo, porque es un privilegio contar contigo, aquí y ahora. Sabes que estarán presentes los colibríes que tanto te gustan… así será. Además, sé que arrancarás tu día de cumpleaños leyendo los periódicos que tanto disfrutas y acompañado de esa gloriosa taza de café y tu cigarro. En ocasiones también te acompañan las canciones de los Beatles y la nueva trova cubana, entre otras.

Desde un rincón del Estado escribo esta columna agradeciendo a la vida coincidir contigo. Que nuestra amistad se fortalezca cada día, y fomente los lazos de afecto entre todos los que conocemos a Rodolfo Pichardo García. Te abrazo, y brindo con una suculenta taza de café y el recuerdo de tantos momentos compartidos desde 1988. Hasta pronto, amigo… espero que Simón Portales se apunte con las cerbatanas y un par de botellas de vino, para festejar tan venerable acontecimiento.

Buen fin de semana.

José Ignacio Lovio Arvizu. Psicoterapeuta.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com