/ viernes 2 de julio de 2021

Casos y cosas de la experiencia | Autocuidado y acompañamiento

Cuida tu cuerpo.

Es el único lugar que tienes para vivir.

(Jim Rohn)

En esta tarde especial, con olor a lluvia, disfruto una taza de café y la música suave y melodiosa, que me inspira a escribir. La lluvia llegó de forma furtiva con fuerza y viento, y la gente corría para protegerse de ella. Las gotas de agua empezaron a golpear mi ventana, y el viento a mecer las ramas de los árboles. En pocos minutos el agua empezó a correr por la calle, algunos niños brincaban sobre los charcos y su risa era maravillosa.

Fue entonces cuando recordé que Ana Celina, mi nutrióloga, me enviaría el siguiente plan de alimentación; cuando abrí mi correo ya lo tenía. Aprecio en todo lo que vale su acompañamiento, pues en cada encuentro charlamos sobre cómo me sienta el plan, y las actividades adicionales que puedo incorporar para apoyar el cuidado de mi salud. Luego me enfrento a la hora de la verdad, ante la báscula, y a su mirada atenta. En ocasiones los resultados no son favorables, es decir, que mi peso permanece igual o que no existen cambios significativos. En cada evento, Ana Celina está presente y atenta para alentarme a continuar con el proceso de autocuidado. En verdad, agradezco su acompañamiento cálido y firme, también está dispuesta a sugerir acciones que contribuyan a la mejora continua del trabajo realizado. Hemos compartido momentos significativos que nos conducen a explorar nuevos caminos del autocuidado. Por tanto, celebro su profesionalismo, calidez, congruencia, asertividad y su don de gentes.

Me resulta estimulante cada vez que la veo, pues siempre tiene algo para fortalecer mi motivación en el proceso de cambio de hábitos, comparte su experiencia y sobre todo ilustra con detalle ideas sobre otras opciones para “bajar en forma rápida” esos kilos de más. Ella orienta, sugiere y respeta mi decisión. Ese cuidado me agrada, me permite reflexionar sobre el objetivo que persigo, que es lograr la salud integral. Voy avanzando a mi ritmo, sintiéndome apoyado y cuidado. Disfruto ese encuentro porque aprendo más cosas de mí y puedo integrarlas a mi actividad profesional.

Los invito a orientar esfuerzos hacia el autocuidado integral, es decir, físico, emocional y espiritual. Hagamos actividades que nutran nuestro ser, por ejemplo caminar, seleccionar mejor nuestros alimentos y sobre todo disfrutarlos plenamente. He dedicado tiempo a este proceso, no es tarea fácil pues la comodidad, lo repetitivo y agradable puede resultar contraproducente. Estoy aprendiendo a dedicarle tiempo a comer, disfrutar cada alimento, a sustituir lo saludable por los antojos. Ana Celina me indica que comer tal o cual cosa es mi elección y decisión. Ella es agradable, es congruente con lo que me comparte acerca de la nutrición y el autocuidado y, por tanto, una motivación importante, cada vez que preparo mis alimentos.

En ocasiones me gusta compartir con ella un reto o desafío respecto a los cambios que quiero alcanzar y me alienta. Celebro su prudencia y paciencia para explicarme que esto no es una carrera ni un sufrimiento. He tomado decisiones significativas, para estar y sentirme mejor respecto a los cambios que quiero realizar, por ejemplo reducir el consumo de cafeína. El café es una de mis pasiones, pues representa la oportunidad de un encuentro, una buena charla, una tarea por realizar o el simple disfrute de la bebida. Es una compañía que puede ser favorable o perjudicar mi organismo. Eso no hay que olvidarlo, es cuestión de ajustar el consumo.

Otra cosa que he aprendido es ir al supermercado a seleccionar los ingredientes para preparar mis alimentos. Representa una oportunidad de distraerme y relajarme, también conozco mejor la marca de los productos y así soy más consciente de lo que recibirá mi cuerpo. Por supuesto, observo y escucho con detenimiento a las personas que realizan las compras, y en ocasiones compartimos sugerencias acerca de tal o cual producto y de lo que puedo preparar con ellos. En ocasiones esta actividad me resulta divertida, pero en otras entro y salgo del supermercado como bólido.

Ana Celina, agradezco tu acompañamiento en este proceso de autocuidado, tus sugerencias, esas palabras de aliento cuando flaqueo porque no obtuve los resultados esperados. En verdad, es muy importante el trabajo que realizas, ese valor agregado que le imprimes a cada encuentro. Sé que esto es parte de ti y que se lo bridas a cada persona que solicita tu apoyo. Te abrazo y agradezco tu acompañamiento.

Buen fin de semana… Conesperanza-21

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo

Cuida tu cuerpo.

Es el único lugar que tienes para vivir.

(Jim Rohn)

En esta tarde especial, con olor a lluvia, disfruto una taza de café y la música suave y melodiosa, que me inspira a escribir. La lluvia llegó de forma furtiva con fuerza y viento, y la gente corría para protegerse de ella. Las gotas de agua empezaron a golpear mi ventana, y el viento a mecer las ramas de los árboles. En pocos minutos el agua empezó a correr por la calle, algunos niños brincaban sobre los charcos y su risa era maravillosa.

Fue entonces cuando recordé que Ana Celina, mi nutrióloga, me enviaría el siguiente plan de alimentación; cuando abrí mi correo ya lo tenía. Aprecio en todo lo que vale su acompañamiento, pues en cada encuentro charlamos sobre cómo me sienta el plan, y las actividades adicionales que puedo incorporar para apoyar el cuidado de mi salud. Luego me enfrento a la hora de la verdad, ante la báscula, y a su mirada atenta. En ocasiones los resultados no son favorables, es decir, que mi peso permanece igual o que no existen cambios significativos. En cada evento, Ana Celina está presente y atenta para alentarme a continuar con el proceso de autocuidado. En verdad, agradezco su acompañamiento cálido y firme, también está dispuesta a sugerir acciones que contribuyan a la mejora continua del trabajo realizado. Hemos compartido momentos significativos que nos conducen a explorar nuevos caminos del autocuidado. Por tanto, celebro su profesionalismo, calidez, congruencia, asertividad y su don de gentes.

Me resulta estimulante cada vez que la veo, pues siempre tiene algo para fortalecer mi motivación en el proceso de cambio de hábitos, comparte su experiencia y sobre todo ilustra con detalle ideas sobre otras opciones para “bajar en forma rápida” esos kilos de más. Ella orienta, sugiere y respeta mi decisión. Ese cuidado me agrada, me permite reflexionar sobre el objetivo que persigo, que es lograr la salud integral. Voy avanzando a mi ritmo, sintiéndome apoyado y cuidado. Disfruto ese encuentro porque aprendo más cosas de mí y puedo integrarlas a mi actividad profesional.

Los invito a orientar esfuerzos hacia el autocuidado integral, es decir, físico, emocional y espiritual. Hagamos actividades que nutran nuestro ser, por ejemplo caminar, seleccionar mejor nuestros alimentos y sobre todo disfrutarlos plenamente. He dedicado tiempo a este proceso, no es tarea fácil pues la comodidad, lo repetitivo y agradable puede resultar contraproducente. Estoy aprendiendo a dedicarle tiempo a comer, disfrutar cada alimento, a sustituir lo saludable por los antojos. Ana Celina me indica que comer tal o cual cosa es mi elección y decisión. Ella es agradable, es congruente con lo que me comparte acerca de la nutrición y el autocuidado y, por tanto, una motivación importante, cada vez que preparo mis alimentos.

En ocasiones me gusta compartir con ella un reto o desafío respecto a los cambios que quiero alcanzar y me alienta. Celebro su prudencia y paciencia para explicarme que esto no es una carrera ni un sufrimiento. He tomado decisiones significativas, para estar y sentirme mejor respecto a los cambios que quiero realizar, por ejemplo reducir el consumo de cafeína. El café es una de mis pasiones, pues representa la oportunidad de un encuentro, una buena charla, una tarea por realizar o el simple disfrute de la bebida. Es una compañía que puede ser favorable o perjudicar mi organismo. Eso no hay que olvidarlo, es cuestión de ajustar el consumo.

Otra cosa que he aprendido es ir al supermercado a seleccionar los ingredientes para preparar mis alimentos. Representa una oportunidad de distraerme y relajarme, también conozco mejor la marca de los productos y así soy más consciente de lo que recibirá mi cuerpo. Por supuesto, observo y escucho con detenimiento a las personas que realizan las compras, y en ocasiones compartimos sugerencias acerca de tal o cual producto y de lo que puedo preparar con ellos. En ocasiones esta actividad me resulta divertida, pero en otras entro y salgo del supermercado como bólido.

Ana Celina, agradezco tu acompañamiento en este proceso de autocuidado, tus sugerencias, esas palabras de aliento cuando flaqueo porque no obtuve los resultados esperados. En verdad, es muy importante el trabajo que realizas, ese valor agregado que le imprimes a cada encuentro. Sé que esto es parte de ti y que se lo bridas a cada persona que solicita tu apoyo. Te abrazo y agradezco tu acompañamiento.

Buen fin de semana… Conesperanza-21

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo