/ viernes 6 de noviembre de 2020

Casos y cosas de la experiencia | Encuentro contigo

“Aprender no es más que descubrir que algo es posible. Enseñar es mostrarle a alguien que algo es posible”

(Fritz Perls)

Me senté en el sillón de siempre, junto a la ventana, en ese lugar tantas veces seleccionado para leer y aprender. Pensaba en mis estudiantes que tienen la firme determinación por aprender, que cuestionan y retan en cada encuentro. Algunos se desmotivan cuando no aprenden rápido, su atención decae y pierden interés. No son conscientes de que el aprendizaje requiere tiempo, y tener una actitud curiosa y receptiva, así la experiencia modificará sus creencias y sus acciones tendrán un propósito bien definido.

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En ocasiones veo sus ojos iluminados por la ilusión, y escucho con atención su impaciencia por lograr sus sueños como se los han dibujado en la mente. Recuerdo mis momentos especiales de búsqueda y aprendizaje, cuando surcaba caminos en pos de múltiples respuestas que serenaran mi cuerpo, mente y alma.

Estoy consciente de que si quiero hacer algo extraordinario con ellos necesito poner atención en el encuentro diario, y favorecer la concentración en los detalles que nos unen. Algunos están despiertos, otros somnolientos y unos más apáticos. No obstante, aguardo la esperanza de conectar y transmitirles la pasión por un aprendizaje integral que le dé sentido a su formación personal y profesional. He descubierto el camino que me acerca a ellos, los cuido como piezas frágiles de cerámica, que se pueden romper en mil pedazos si no las cuidamos, aunque sin dejar de forjarlos en la disciplina, estudio, compromiso y responsabilidad.

Vivo esta pasión por aprender y enseñar como vivo intensamente aquí y ahora mi existencia, trabajo sin descanso y deposito en cada estrategia y táctica todas las esperanzas e ilusiones. Los invito a vivir esta pasión, y aprender a sortear la adversidad. Los veo como un futuro prometedor, con determinación y entrega a su pasión.

Estos chicos y chicas están en el camino del encuentro consigo mismos, enfrentan miedos, tristezas, ansiedad, depresión y pérdidas. En su mochila llevan herramientas que pueden utilizar con maestría, si así lo deciden, pero en ocasiones desconocen su impacto porque no las usan con frecuencia. Pierden el rumbo cuando no se enfocan, ni están conscientes de lo que hacen.

En este encuentro pretendo que estos chicos y chicas dialoguen consigo mismos, que hablen y escuchen en primera persona y entren en contacto con su ser. Les ofrezco formas para que inicien ese camino hacia el encuentro, es decir, hacia la revelación, descubrimiento y construcción de su misión y visión personal y profesional.

Quiero transmitirles la pasión por vivir, esto significa ver colores en los amaneceres y atardeceres, observar a las personas que sonríen y lloran, a los niños y niñas que corren libres, escuchar los sonidos de las aves, así como el silencio interior que nos arropa y conduce al contacto. También deseo que reconozcan los ojos brillantes de los enamorados, que disfruten los besos cargados de pasión y el cuerpo que se estremece con cada emoción.

Esta forma de vivir está reservada para los valientes que se arriesgan a perseguir sus sueños porque implica tomar decisiones, vencer la comodidad y buscar el crecimiento y desarrollo de manera activa. Cuando decidimos vivir intensamente corremos más riesgos, y nos volvemos más vulnerables y sensibles. Esto no significa que seremos débiles, sino al contrario, ya que implica grandes dosis de fortaleza emocional, pues supone tener un criterio personal que actúa como soporte para enfrentar las presiones externas.

Vivir intensamente requiere congruencia para tomar decisiones, al margen de las expectativas de los demás; por tanto, una vida intensa es auténtica. Esa congruencia es incompatible con una máscara o una imagen formada a partir de los deseos de otros. Ser diferente es lo mejor que me ha pasado; no trato de parecerme al resto, busco ese distingo personal en cada acción que realizo.

Por tal motivo, te invito a que elijas, decidas y actúes en función de tu pasión por la vida. El camino es largo, es un proceso lleno de lecciones y aprendizajes. La libertad y autonomía son invaluables, y conducen a respetar a los otros como a uno mismo. No abandones el llamado de tu corazón para vivir la vida que todos viven.

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Recuerda que el encuentro significa descubrimiento, revelación y construcción, y aquí radica tu decisión de buscar el encuentro contigo mismo.

Buen fin de semana… Convida-20.

“Aprender no es más que descubrir que algo es posible. Enseñar es mostrarle a alguien que algo es posible”

(Fritz Perls)

Me senté en el sillón de siempre, junto a la ventana, en ese lugar tantas veces seleccionado para leer y aprender. Pensaba en mis estudiantes que tienen la firme determinación por aprender, que cuestionan y retan en cada encuentro. Algunos se desmotivan cuando no aprenden rápido, su atención decae y pierden interés. No son conscientes de que el aprendizaje requiere tiempo, y tener una actitud curiosa y receptiva, así la experiencia modificará sus creencias y sus acciones tendrán un propósito bien definido.

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En ocasiones veo sus ojos iluminados por la ilusión, y escucho con atención su impaciencia por lograr sus sueños como se los han dibujado en la mente. Recuerdo mis momentos especiales de búsqueda y aprendizaje, cuando surcaba caminos en pos de múltiples respuestas que serenaran mi cuerpo, mente y alma.

Estoy consciente de que si quiero hacer algo extraordinario con ellos necesito poner atención en el encuentro diario, y favorecer la concentración en los detalles que nos unen. Algunos están despiertos, otros somnolientos y unos más apáticos. No obstante, aguardo la esperanza de conectar y transmitirles la pasión por un aprendizaje integral que le dé sentido a su formación personal y profesional. He descubierto el camino que me acerca a ellos, los cuido como piezas frágiles de cerámica, que se pueden romper en mil pedazos si no las cuidamos, aunque sin dejar de forjarlos en la disciplina, estudio, compromiso y responsabilidad.

Vivo esta pasión por aprender y enseñar como vivo intensamente aquí y ahora mi existencia, trabajo sin descanso y deposito en cada estrategia y táctica todas las esperanzas e ilusiones. Los invito a vivir esta pasión, y aprender a sortear la adversidad. Los veo como un futuro prometedor, con determinación y entrega a su pasión.

Estos chicos y chicas están en el camino del encuentro consigo mismos, enfrentan miedos, tristezas, ansiedad, depresión y pérdidas. En su mochila llevan herramientas que pueden utilizar con maestría, si así lo deciden, pero en ocasiones desconocen su impacto porque no las usan con frecuencia. Pierden el rumbo cuando no se enfocan, ni están conscientes de lo que hacen.

En este encuentro pretendo que estos chicos y chicas dialoguen consigo mismos, que hablen y escuchen en primera persona y entren en contacto con su ser. Les ofrezco formas para que inicien ese camino hacia el encuentro, es decir, hacia la revelación, descubrimiento y construcción de su misión y visión personal y profesional.

Quiero transmitirles la pasión por vivir, esto significa ver colores en los amaneceres y atardeceres, observar a las personas que sonríen y lloran, a los niños y niñas que corren libres, escuchar los sonidos de las aves, así como el silencio interior que nos arropa y conduce al contacto. También deseo que reconozcan los ojos brillantes de los enamorados, que disfruten los besos cargados de pasión y el cuerpo que se estremece con cada emoción.

Esta forma de vivir está reservada para los valientes que se arriesgan a perseguir sus sueños porque implica tomar decisiones, vencer la comodidad y buscar el crecimiento y desarrollo de manera activa. Cuando decidimos vivir intensamente corremos más riesgos, y nos volvemos más vulnerables y sensibles. Esto no significa que seremos débiles, sino al contrario, ya que implica grandes dosis de fortaleza emocional, pues supone tener un criterio personal que actúa como soporte para enfrentar las presiones externas.

Vivir intensamente requiere congruencia para tomar decisiones, al margen de las expectativas de los demás; por tanto, una vida intensa es auténtica. Esa congruencia es incompatible con una máscara o una imagen formada a partir de los deseos de otros. Ser diferente es lo mejor que me ha pasado; no trato de parecerme al resto, busco ese distingo personal en cada acción que realizo.

Por tal motivo, te invito a que elijas, decidas y actúes en función de tu pasión por la vida. El camino es largo, es un proceso lleno de lecciones y aprendizajes. La libertad y autonomía son invaluables, y conducen a respetar a los otros como a uno mismo. No abandones el llamado de tu corazón para vivir la vida que todos viven.

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Buen fin de semana… Convida-20.