/ viernes 18 de junio de 2021

Casos y cosas de la experiencia | Eres fuego ardiente, nuevos comienzos

Viví la experiencia de tu nacimiento, ahora la de tu florecimiento personal y profesional. Te amo, hijo.

Corría el mes de agosto, era un día cálido y sofocante, me dirigí a casa para disfrutar la cena en compañía de mi esposa, quien me aguardaba con una noticia extraordinaria: el anuncio de que nos convertiríamos en padres, lo que me llenó de alegría; fue maravilloso, de verdad. A partir de ese instante empezamos a contar los meses y luego los días en que llegaría nuestro hijo.

Diseñamos una estrategia para el cuidado del nuevo ser, utilizamos los conocimientos y la experiencia del obstetra, para velar por su crecimiento y desarrollo. Seleccionamos música para estimularlo, y conforme crecía nos fuimos percatando de sus reacciones ante las diversas melodías, que escuchaba en unos audífonos colocados en el vientre de su mamá.

¡Que alegría y dicha ser papás! Nos documentamos sobre el proceso del embarazo y sus cuidados. Me encantaban las visitas al médico, porque podía apreciar el desarrollo del bebé. Llegó el alumbramiento, un jueves 5 de abril, un momento doblemente feliz porque también festejábamos el cumpleaños de su mamá. La experiencia de verte nacer, hijo, es un regalo maravilloso y sorprendente. Gracias al doctor pude fotografiar el nacimiento y luego escuchar tu llanto. Estaba muy emocionado, y le agradecí infinitamente a tu mamá todo el tiempo que dedicó a tu cuidado, para que estuvieras entre nosotros. Estoy orgulloso de ti, José Pablo. Tienes muchas cualidades, eres un hombre sensible, inteligente, disciplinado, organizado y con una riqueza interior importante, potenciales que aún puedes explotar mucho. Desde niño demostraste habilidades para dibujar, observar y registrar lo que vivías cada día. Era sorprendente tu inteligencia y facilidad para aprender los diálogos de las películas que disfrutabas y los cuentos que te leía. En ocasiones estaba tan cansado que intentaba adelantar un par de páginas de la lectura, y me decías: “No sigue eso, papá”.

Con el paso de los años fui apreciando tu energía y pasión por la lectura. Eso reforzó tu espíritu investigador, emprendedor, la curiosidad por tantas cosas que pasan a tu alrededor, a tal grado que, en ocasiones, te conducía al aislamiento, una actitud que aún conservas. Soy testigo de tus innumerables luchas por alcanzar lo que te propones, por ejemplo recuerdo tu deseo de cantar y que, pese a que sólo recibías rechazos, lograste cantar como solista y en grupo en la Universidad de Sonora, gracias a tu tenacidad, iniciativa y disposición.

Eres arriesgado, pues estudiaste biotecnología, una carrera que hasta hoy algunas personas no comprenden qué aporta a la vida. Cursaste la maestría y doctorado en la misma disciplina. Aunque el camino ha sido arduo, difícil y en ocasiones hasta frustrante, persistes pese a tantos obstáculos. Sé que saldrás adelante, y lograrás otros sueños que albergas en tu mente y corazón.

Sabes, admiro tu inteligencia, capacidad de análisis, síntesis, el empuje y compromiso para obtener resultados en las revistas indexadas donde has publicado tus investigaciones. Valoro tu honestidad, compromiso, responsabilidad y, sobre todo, tu resiliencia ante las adversidades.

Quiero expresarte una vez más que no te desanimes ante las situaciones que se salen de tu control, disfruta los momentos sencillos de la vida. Nuestra vida emocional tiene altibajos, y las relaciones con los demás no son perfectas, cada experiencia nos deja una lección, para aprender algo de nosotros y de los demás. Eres un amigo leal, sincero y comprometido, cualidades que vale la pena aquilatar en nuestros días.

Celebro tu pasión por aprender y enseñar a otros; el cuidado con el que los guías en su proceso de enseñanza-aprendizaje. Has integrado lo aprendido durante tu vida académica, y lo compartes con tal naturalidad y sencillez que motivas a otros a realizar esa actividad.

Le agradezco a tu mamá su acompañamiento en esta tarea de ser tu papá, con los aciertos y desaciertos que ello implica. Estoy orgulloso de ti, de los sueños logrados y los que vendrán en el corto, mediano y largo plazo. Estoy seguro de que elegiste bien tu profesión, porque dejarás huella en el mundo con tu pasión, conocimientos y experiencia. Es indiscutible que todo te traerá beneficios personales y profesionales. Lograrás combinar ciencia, arte y espiritualidad.

Estoy orgulloso de ti… Es un privilegio ser tu papá. Gracias por coincidir y compartir tantos momentos juntos. Te amo, hijo.

Buen fin de semana… Conesperanza-21

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo

Viví la experiencia de tu nacimiento, ahora la de tu florecimiento personal y profesional. Te amo, hijo.

Corría el mes de agosto, era un día cálido y sofocante, me dirigí a casa para disfrutar la cena en compañía de mi esposa, quien me aguardaba con una noticia extraordinaria: el anuncio de que nos convertiríamos en padres, lo que me llenó de alegría; fue maravilloso, de verdad. A partir de ese instante empezamos a contar los meses y luego los días en que llegaría nuestro hijo.

Diseñamos una estrategia para el cuidado del nuevo ser, utilizamos los conocimientos y la experiencia del obstetra, para velar por su crecimiento y desarrollo. Seleccionamos música para estimularlo, y conforme crecía nos fuimos percatando de sus reacciones ante las diversas melodías, que escuchaba en unos audífonos colocados en el vientre de su mamá.

¡Que alegría y dicha ser papás! Nos documentamos sobre el proceso del embarazo y sus cuidados. Me encantaban las visitas al médico, porque podía apreciar el desarrollo del bebé. Llegó el alumbramiento, un jueves 5 de abril, un momento doblemente feliz porque también festejábamos el cumpleaños de su mamá. La experiencia de verte nacer, hijo, es un regalo maravilloso y sorprendente. Gracias al doctor pude fotografiar el nacimiento y luego escuchar tu llanto. Estaba muy emocionado, y le agradecí infinitamente a tu mamá todo el tiempo que dedicó a tu cuidado, para que estuvieras entre nosotros. Estoy orgulloso de ti, José Pablo. Tienes muchas cualidades, eres un hombre sensible, inteligente, disciplinado, organizado y con una riqueza interior importante, potenciales que aún puedes explotar mucho. Desde niño demostraste habilidades para dibujar, observar y registrar lo que vivías cada día. Era sorprendente tu inteligencia y facilidad para aprender los diálogos de las películas que disfrutabas y los cuentos que te leía. En ocasiones estaba tan cansado que intentaba adelantar un par de páginas de la lectura, y me decías: “No sigue eso, papá”.

Con el paso de los años fui apreciando tu energía y pasión por la lectura. Eso reforzó tu espíritu investigador, emprendedor, la curiosidad por tantas cosas que pasan a tu alrededor, a tal grado que, en ocasiones, te conducía al aislamiento, una actitud que aún conservas. Soy testigo de tus innumerables luchas por alcanzar lo que te propones, por ejemplo recuerdo tu deseo de cantar y que, pese a que sólo recibías rechazos, lograste cantar como solista y en grupo en la Universidad de Sonora, gracias a tu tenacidad, iniciativa y disposición.

Eres arriesgado, pues estudiaste biotecnología, una carrera que hasta hoy algunas personas no comprenden qué aporta a la vida. Cursaste la maestría y doctorado en la misma disciplina. Aunque el camino ha sido arduo, difícil y en ocasiones hasta frustrante, persistes pese a tantos obstáculos. Sé que saldrás adelante, y lograrás otros sueños que albergas en tu mente y corazón.

Sabes, admiro tu inteligencia, capacidad de análisis, síntesis, el empuje y compromiso para obtener resultados en las revistas indexadas donde has publicado tus investigaciones. Valoro tu honestidad, compromiso, responsabilidad y, sobre todo, tu resiliencia ante las adversidades.

Quiero expresarte una vez más que no te desanimes ante las situaciones que se salen de tu control, disfruta los momentos sencillos de la vida. Nuestra vida emocional tiene altibajos, y las relaciones con los demás no son perfectas, cada experiencia nos deja una lección, para aprender algo de nosotros y de los demás. Eres un amigo leal, sincero y comprometido, cualidades que vale la pena aquilatar en nuestros días.

Celebro tu pasión por aprender y enseñar a otros; el cuidado con el que los guías en su proceso de enseñanza-aprendizaje. Has integrado lo aprendido durante tu vida académica, y lo compartes con tal naturalidad y sencillez que motivas a otros a realizar esa actividad.

Le agradezco a tu mamá su acompañamiento en esta tarea de ser tu papá, con los aciertos y desaciertos que ello implica. Estoy orgulloso de ti, de los sueños logrados y los que vendrán en el corto, mediano y largo plazo. Estoy seguro de que elegiste bien tu profesión, porque dejarás huella en el mundo con tu pasión, conocimientos y experiencia. Es indiscutible que todo te traerá beneficios personales y profesionales. Lograrás combinar ciencia, arte y espiritualidad.

Estoy orgulloso de ti… Es un privilegio ser tu papá. Gracias por coincidir y compartir tantos momentos juntos. Te amo, hijo.

Buen fin de semana… Conesperanza-21

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo