/ viernes 24 de diciembre de 2021

Casos y cosas de la experiencia | Esta Navidad puede ser diferente

“Aquellos que no tienen fantasía no pueden entender, es muy complejo, que acorte la distancia, cada día, recibir una rosa desde lejos”: Alberto Cortez

Al prepararme para redactar esta columna seleccioné la música agradable, suave y estimulante de Robert Schumann. Sin ser experto ni conocer a cabalidad la obra de este gran compositor, me despierta emoción escuchar el piano. Los primeros acordes me trajeron a la mente el recuerdo de la Navidad en familia: la convivencia y alegría de compartir ese momento. Para mí esta fecha es igual a nacimiento de la esperanza, de la luz y el amor por los demás; es una oportunidad para el recogimiento, la gratitud y compartir lo que somos y tenemos.

Me emociona ver la sonrisa de niños y adultos sentados a la mesa, y gozando lo que se ha preparado para la cena. Aunque hay familias que no tienen esa dicha y sufren frío y hambre… no hay festividad, ni cena y sí, en cambio, mucho frío. ¿Qué podemos hacer para nutrir esas vidas y familias? Pienso en los adultos mayores que extrañan el abrazo de sus seres queridos, la risa de sus nietos o disfrutar de un trozo de pan con chocolate calientito. Hemos olvidado compartir lo mejor de cada uno, lo que generamos con nuestro trabajo diario. Nos hemos alejado de nosotros y de los demás, y aislado en nuestro mundo digital; estamos absortos en cosas que nos distraen de lo básico: el contacto con otro ser humano.

Hago una invitación para que esta Navidad ofrezcamos algo a quienes necesitan sentir la presencia de otro ser humano. Podemos regalar un café y un trozo de pan, una sonrisa y palabras de aliento. Asimismo, enviar un mensaje para expresar el amor por el otro y por ti. Llamar a alguien para decirle: te quiero un montón. También podemos regalar una caricia tierna o un apretón de manos; puede ser una prenda para que alguna persona se cubra del frío en estos días, un vaso de chocolate o champurro. Aprovecha la oportunidad para ofrecer algo de ti. Regala tiempo para atender a esos adultos mayores que se han tornado “latosos, cascarrabias, demandantes, repetitivos y sensibleros con sus historias”. Puedes practicar un acto de amor al escuchar sus relatos por enésima vez.

Hago este exhorto porque he observado y escuchado, en distintos medios, la necesidad de apoyar a los que menos tienen. Hay organizaciones que solicitan ropa, cobertores y despensas. Si atendemos esta petición, estoy seguro que será el mejor regalo que podemos dar y, a cambio, obtendremos una sonrisa, una de las mejores que hayamos recibido.

Confío en que brillará la luz en tu corazón, y practicarás actos de amor y nobleza al azar, con quienes lo necesitan. Que reine en tu corazón la paz y el amor que tanto anhelas, y que la salud y la concordia te acompañen. Que esta Navidad dichos actos de amor traduzcan cada dolor en sonrisas, el frío en calor fraterno y el hambre en saciedad gratificante.

Alerta: no bajes la guardia, cuídate y sigue los protocolos sanitarios, esto también representa un regalo para los otros. Regala vida y salud. Así haremos esta Navidad diferente, con actos de amor permanentes.

Reciban un abrazo virtual nutricio y que disfruten la convivencia familiar.

Buen fin de semana… Conesperanza-21 #contagiabuenavibra #yoaportoenpositivo

“Aquellos que no tienen fantasía no pueden entender, es muy complejo, que acorte la distancia, cada día, recibir una rosa desde lejos”: Alberto Cortez

Al prepararme para redactar esta columna seleccioné la música agradable, suave y estimulante de Robert Schumann. Sin ser experto ni conocer a cabalidad la obra de este gran compositor, me despierta emoción escuchar el piano. Los primeros acordes me trajeron a la mente el recuerdo de la Navidad en familia: la convivencia y alegría de compartir ese momento. Para mí esta fecha es igual a nacimiento de la esperanza, de la luz y el amor por los demás; es una oportunidad para el recogimiento, la gratitud y compartir lo que somos y tenemos.

Me emociona ver la sonrisa de niños y adultos sentados a la mesa, y gozando lo que se ha preparado para la cena. Aunque hay familias que no tienen esa dicha y sufren frío y hambre… no hay festividad, ni cena y sí, en cambio, mucho frío. ¿Qué podemos hacer para nutrir esas vidas y familias? Pienso en los adultos mayores que extrañan el abrazo de sus seres queridos, la risa de sus nietos o disfrutar de un trozo de pan con chocolate calientito. Hemos olvidado compartir lo mejor de cada uno, lo que generamos con nuestro trabajo diario. Nos hemos alejado de nosotros y de los demás, y aislado en nuestro mundo digital; estamos absortos en cosas que nos distraen de lo básico: el contacto con otro ser humano.

Hago una invitación para que esta Navidad ofrezcamos algo a quienes necesitan sentir la presencia de otro ser humano. Podemos regalar un café y un trozo de pan, una sonrisa y palabras de aliento. Asimismo, enviar un mensaje para expresar el amor por el otro y por ti. Llamar a alguien para decirle: te quiero un montón. También podemos regalar una caricia tierna o un apretón de manos; puede ser una prenda para que alguna persona se cubra del frío en estos días, un vaso de chocolate o champurro. Aprovecha la oportunidad para ofrecer algo de ti. Regala tiempo para atender a esos adultos mayores que se han tornado “latosos, cascarrabias, demandantes, repetitivos y sensibleros con sus historias”. Puedes practicar un acto de amor al escuchar sus relatos por enésima vez.

Hago este exhorto porque he observado y escuchado, en distintos medios, la necesidad de apoyar a los que menos tienen. Hay organizaciones que solicitan ropa, cobertores y despensas. Si atendemos esta petición, estoy seguro que será el mejor regalo que podemos dar y, a cambio, obtendremos una sonrisa, una de las mejores que hayamos recibido.

Confío en que brillará la luz en tu corazón, y practicarás actos de amor y nobleza al azar, con quienes lo necesitan. Que reine en tu corazón la paz y el amor que tanto anhelas, y que la salud y la concordia te acompañen. Que esta Navidad dichos actos de amor traduzcan cada dolor en sonrisas, el frío en calor fraterno y el hambre en saciedad gratificante.

Alerta: no bajes la guardia, cuídate y sigue los protocolos sanitarios, esto también representa un regalo para los otros. Regala vida y salud. Así haremos esta Navidad diferente, con actos de amor permanentes.

Reciban un abrazo virtual nutricio y que disfruten la convivencia familiar.

Buen fin de semana… Conesperanza-21 #contagiabuenavibra #yoaportoenpositivo