/ viernes 16 de abril de 2021

Casos y cosas de la experiencia | La sonrisa

“La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz. Sonríe, aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír. La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible”. (Proverbio escocés)

Al recorrer las calles, por donde acostumbro caminar, he podido apreciar el valor de un saludo y una sonrisa. Cuando les sonrío a las personas, algunas responden amablemente, otras no lo hacen. Sin embargo, insisto en esa práctica porque he obtenido beneficios extraordinarios. Sonrío al ver volar a un ave, cuando observo el juego de un perro tratando de morderse la cola o al ver a los niños que corren llevando las tortillas a casa. También llamo a un/a amigo/a, para saludarle y desearle un buen día.

En ocasiones acceso al grupo contagiabuenavibra, de Facebook, para colocar un mensaje positivo y recibir la energía de otros que se comparten. En verdad, decidí hacer mi parte para incrementar la frecuencia vibracional positiva a mi alrededor y más allá.

He corroborado el beneficio que este grupo ha aportado a muchas personas, ya cuenta con 4,909 miembros y continúa creciendo. Cada uno aporta una frase que contribuye al bienestar de sus lectores. Es hermoso apreciar cómo las personas expresan su agradecimiento por sentirse aceptadas y bienvenidas. La idea es contagiar alegría, energía positiva, pasión por realizar o ejecutar actos de amor entre los seres cercanos y lejanos, promover momentos gratos que contribuyan al bienestar de todos, que de lo otro existe suficiente. Total, lo que perseguimos es una oportunidad de transformarnos interiormente. Es decir, mediante acciones pequeñas podemos cambiar nuestro estado de ánimo e influir en otros, y así sucesivamente. Por ello te invito a realizar algo para incrementar esa frecuencia vibracional a tu alrededor. Sabes, la generosidad es un gran promotor de cambios, un gran nivelador. Debido a que valoramos la aportación sencilla y desinteresada de cada uno, podemos influir en quienes nos rodean. Esto promueve la confianza, la gratitud se desborda y se traduce en actos de nobleza al azar.

Les expongo un ejemplo de lo anterior, que experimenté recientemente, tuve la oportunidad de acompañar a un grupo de estudiantes y charlar con ellos sobre temas de interés, compartimos un momento de reflexión y afecto; esto fue promovido por su maestro, quien me invitó a participar. Al principio de la charla agradecí la invitación y que estuvieran presentes en la pantalla. Disfruté ese encuentro, y compartir un par de cosas que considero vitales en este momento; los temas abordados fueron ansiedad, pérdidas, duelos y depresión. Los jóvenes están muy sensibles a este tipo de experiencias, por consiguiente, es preciso estar atentos para acompañarlos y juntos salir adelante. Recuerdo esa tarde con gusto y alegría, me siento agradecido porque pude estar con ellos en ese tiempo y espacio.

Te invito a compartir algo que contribuya a fomentar la alegría de los que te rodean, pueden ser mensajes, saludos, dulces, un café o un vaso de agua, y acompañarlos con una sonrisa. Esto porque “la sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz. Sonríe, aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír. La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible”.

Quizá te preguntes qué obtendrás a cambio. Te convertirás en parte de un eslabón que promueve un cambio vibracional en tu comunidad y el resto del mundo. Esto se traduce en una cadena de favores.

También te sugiero reír, ya que esto redunda en bienestar para nuestro cuerpo. La ciencia ha demostrado que la risa produce muchos beneficios: reduce ansiedad, estrés, depresión, insomnio, problemas cardiovasculares y respiratorios, adelgaza y aporta relajación y alegría, ya que nuestro organismo libera endorfinas. Nos permite crear un entorno adecuado para estar en armonía con uno mismo, para situarnos únicamente en el presente, ya que al reír no es posible estar centrado en el pasado o en el futuro. Sugiero ver películas de comedia, en especial, Patch Adams; cuenta la historia de un hombre con depresión que ingresa voluntariamente a un psiquiátrico. Al estar en contacto con los demás pacientes y ver la relación de ellos con los doctores, se da cuenta de que su realización verdadera como persona la obtiene al ayudar a los demás utilizando el humor, una forma distinta a la convencional. En la película resalta el valor de la risa; entonces podemos hablar de la risoterapia o clowning, una estrategia o técnica “terapéutica” que produce beneficios mentales o emocionales mediante la risa. No cura enfermedades, pero alivia los síntomas, por ello no se clasifica como una terapia. Por ejemplo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia la emplea para animar a niños enfermos o que han sufrido tragedias.

Sonríe y ríe. Contribuye a que otras personas se sientan mejor cada día, ese puede ser tu acto de nobleza al azar. Ahora, para reír, leeré la columna de hoy de Armando Fuentes, Catón, y seguiré con “Diálogos”, de Germán Dehesa, El Charro Negro.

Buen fin de semana… Conesperanza-21.

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo

“La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz. Sonríe, aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír. La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible”. (Proverbio escocés)

Al recorrer las calles, por donde acostumbro caminar, he podido apreciar el valor de un saludo y una sonrisa. Cuando les sonrío a las personas, algunas responden amablemente, otras no lo hacen. Sin embargo, insisto en esa práctica porque he obtenido beneficios extraordinarios. Sonrío al ver volar a un ave, cuando observo el juego de un perro tratando de morderse la cola o al ver a los niños que corren llevando las tortillas a casa. También llamo a un/a amigo/a, para saludarle y desearle un buen día.

En ocasiones acceso al grupo contagiabuenavibra, de Facebook, para colocar un mensaje positivo y recibir la energía de otros que se comparten. En verdad, decidí hacer mi parte para incrementar la frecuencia vibracional positiva a mi alrededor y más allá.

He corroborado el beneficio que este grupo ha aportado a muchas personas, ya cuenta con 4,909 miembros y continúa creciendo. Cada uno aporta una frase que contribuye al bienestar de sus lectores. Es hermoso apreciar cómo las personas expresan su agradecimiento por sentirse aceptadas y bienvenidas. La idea es contagiar alegría, energía positiva, pasión por realizar o ejecutar actos de amor entre los seres cercanos y lejanos, promover momentos gratos que contribuyan al bienestar de todos, que de lo otro existe suficiente. Total, lo que perseguimos es una oportunidad de transformarnos interiormente. Es decir, mediante acciones pequeñas podemos cambiar nuestro estado de ánimo e influir en otros, y así sucesivamente. Por ello te invito a realizar algo para incrementar esa frecuencia vibracional a tu alrededor. Sabes, la generosidad es un gran promotor de cambios, un gran nivelador. Debido a que valoramos la aportación sencilla y desinteresada de cada uno, podemos influir en quienes nos rodean. Esto promueve la confianza, la gratitud se desborda y se traduce en actos de nobleza al azar.

Les expongo un ejemplo de lo anterior, que experimenté recientemente, tuve la oportunidad de acompañar a un grupo de estudiantes y charlar con ellos sobre temas de interés, compartimos un momento de reflexión y afecto; esto fue promovido por su maestro, quien me invitó a participar. Al principio de la charla agradecí la invitación y que estuvieran presentes en la pantalla. Disfruté ese encuentro, y compartir un par de cosas que considero vitales en este momento; los temas abordados fueron ansiedad, pérdidas, duelos y depresión. Los jóvenes están muy sensibles a este tipo de experiencias, por consiguiente, es preciso estar atentos para acompañarlos y juntos salir adelante. Recuerdo esa tarde con gusto y alegría, me siento agradecido porque pude estar con ellos en ese tiempo y espacio.

Te invito a compartir algo que contribuya a fomentar la alegría de los que te rodean, pueden ser mensajes, saludos, dulces, un café o un vaso de agua, y acompañarlos con una sonrisa. Esto porque “la sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz. Sonríe, aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír. La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible”.

Quizá te preguntes qué obtendrás a cambio. Te convertirás en parte de un eslabón que promueve un cambio vibracional en tu comunidad y el resto del mundo. Esto se traduce en una cadena de favores.

También te sugiero reír, ya que esto redunda en bienestar para nuestro cuerpo. La ciencia ha demostrado que la risa produce muchos beneficios: reduce ansiedad, estrés, depresión, insomnio, problemas cardiovasculares y respiratorios, adelgaza y aporta relajación y alegría, ya que nuestro organismo libera endorfinas. Nos permite crear un entorno adecuado para estar en armonía con uno mismo, para situarnos únicamente en el presente, ya que al reír no es posible estar centrado en el pasado o en el futuro. Sugiero ver películas de comedia, en especial, Patch Adams; cuenta la historia de un hombre con depresión que ingresa voluntariamente a un psiquiátrico. Al estar en contacto con los demás pacientes y ver la relación de ellos con los doctores, se da cuenta de que su realización verdadera como persona la obtiene al ayudar a los demás utilizando el humor, una forma distinta a la convencional. En la película resalta el valor de la risa; entonces podemos hablar de la risoterapia o clowning, una estrategia o técnica “terapéutica” que produce beneficios mentales o emocionales mediante la risa. No cura enfermedades, pero alivia los síntomas, por ello no se clasifica como una terapia. Por ejemplo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia la emplea para animar a niños enfermos o que han sufrido tragedias.

Sonríe y ríe. Contribuye a que otras personas se sientan mejor cada día, ese puede ser tu acto de nobleza al azar. Ahora, para reír, leeré la columna de hoy de Armando Fuentes, Catón, y seguiré con “Diálogos”, de Germán Dehesa, El Charro Negro.

Buen fin de semana… Conesperanza-21.

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo