/ viernes 24 de septiembre de 2021

Casos y cosas de la experiencia | Mi abuelo y abuela están seniles 

Alzheimer: enfermedad cerebral larga, producida por cambios patológicos que van alterando el funcionamiento de las neuronas. Los síntomas se manifiestan después de muchos años, porque el cerebro tiene cierta capacidad para ir compensando las alteraciones. Pero llega el momento en que ya no se puede “ocultar” más, y es cuando empiezan a aparecer indicios de deterioro cognitivo, normalmente con los problemas de memoria, que terminarán en demencia.

Para atender la solicitud de una lectora, comparto información sobre la demencia: es un conjunto de signos y síntomas producidos por una disfunción cerebral que provoca pérdida de capacidades cognitivas en las personas. Además, aparecen alteraciones en el estado de ánimo y la conducta, lo que impide que alguien lleve a cabo de forma independiente sus actividades cotidianas. Por tanto, conlleva una pérdida de autonomía y la consecuente dependencia de terceros.

Como podemos apreciar, Alzheimer y demencia son conceptos distintos, aunque están estrechamente relacionados. El Alzheimer es la causa principal de demencia, debido a las alteraciones cerebrales que provoca, pero no es la única; la segunda causa más frecuente tiene que ver con desórdenes vasculares en el cerebro, es decir, de la circulación sanguínea cerebral, lo que provoca la demencia vascular. Asimismo, hay otras afecciones neurodegenerativas que también pueden causar demencia, como la enfermedad por cuerpos de Lewy; las disfunciones metabólicas, como las producidas por el alcoholismo crónico, así como enfermedades de otro tipo. Según las estadísticas, una de cada diez personas mayores de 65 años padece algún tipo de demencia, y en aproximadamente 75% de los casos se debe al Alzheimer.

Entonces, ¿todas las demencias son iguales? Aunque en algunos tipos de demencia predominarán algunos síntomas sobre otros y la evolución será diferente, todas se caracterizan por la alteración de las funciones cognitivas y de la conducta, y provocan pérdida de autonomía, según la causa y las zonas cerebrales afectadas.

El envejecimiento no es la causa de la demencia. Hay muchas personas que llegan a edad avanzada con sus capacidades cognitivas casi intactas. Esto me recuerda a algunas que conservan una lucidez extraordinaria. Por ejemplo, mi tía Beatriz, de casi 93 años, cuya lucidez me fascina, además admiro mucho su entereza. Me encanta escucharla cuando charlamos por teléfono y comentamos sobre temas de actualidad, la familia o los antecedentes de nuestra ciudad de origen. Celebro su capacidad para asombrarse sobre los detalles pequeños de la vida, disfruto bromear con ella y sacarle algunas palabrotas. Es un privilegio contar con ella y reconocer el valor de la familia, nuestra familia. Nos hemos comunicado por Skype, encuentros que disfruto mucho. Gozo su disposición para aprender cosas nuevas, aunque de repente me dice que no le gusta que nos comuniquemos de forma virtual. Mi tía no está senil… Gracias, gracias, gracias… cuento con esta hermana de mi padre que está lúcida y es bien fregona…, ya que siempre intenta estar actualizada.


Alzheimer: enfermedad cerebral larga, producida por cambios patológicos que van alterando el funcionamiento de las neuronas. Los síntomas se manifiestan después de muchos años, porque el cerebro tiene cierta capacidad para ir compensando las alteraciones. Pero llega el momento en que ya no se puede “ocultar” más, y es cuando empiezan a aparecer indicios de deterioro cognitivo, normalmente con los problemas de memoria, que terminarán en demencia.

Para atender la solicitud de una lectora, comparto información sobre la demencia: es un conjunto de signos y síntomas producidos por una disfunción cerebral que provoca pérdida de capacidades cognitivas en las personas. Además, aparecen alteraciones en el estado de ánimo y la conducta, lo que impide que alguien lleve a cabo de forma independiente sus actividades cotidianas. Por tanto, conlleva una pérdida de autonomía y la consecuente dependencia de terceros.

Como podemos apreciar, Alzheimer y demencia son conceptos distintos, aunque están estrechamente relacionados. El Alzheimer es la causa principal de demencia, debido a las alteraciones cerebrales que provoca, pero no es la única; la segunda causa más frecuente tiene que ver con desórdenes vasculares en el cerebro, es decir, de la circulación sanguínea cerebral, lo que provoca la demencia vascular. Asimismo, hay otras afecciones neurodegenerativas que también pueden causar demencia, como la enfermedad por cuerpos de Lewy; las disfunciones metabólicas, como las producidas por el alcoholismo crónico, así como enfermedades de otro tipo. Según las estadísticas, una de cada diez personas mayores de 65 años padece algún tipo de demencia, y en aproximadamente 75% de los casos se debe al Alzheimer.

Entonces, ¿todas las demencias son iguales? Aunque en algunos tipos de demencia predominarán algunos síntomas sobre otros y la evolución será diferente, todas se caracterizan por la alteración de las funciones cognitivas y de la conducta, y provocan pérdida de autonomía, según la causa y las zonas cerebrales afectadas.

El envejecimiento no es la causa de la demencia. Hay muchas personas que llegan a edad avanzada con sus capacidades cognitivas casi intactas. Esto me recuerda a algunas que conservan una lucidez extraordinaria. Por ejemplo, mi tía Beatriz, de casi 93 años, cuya lucidez me fascina, además admiro mucho su entereza. Me encanta escucharla cuando charlamos por teléfono y comentamos sobre temas de actualidad, la familia o los antecedentes de nuestra ciudad de origen. Celebro su capacidad para asombrarse sobre los detalles pequeños de la vida, disfruto bromear con ella y sacarle algunas palabrotas. Es un privilegio contar con ella y reconocer el valor de la familia, nuestra familia. Nos hemos comunicado por Skype, encuentros que disfruto mucho. Gozo su disposición para aprender cosas nuevas, aunque de repente me dice que no le gusta que nos comuniquemos de forma virtual. Mi tía no está senil… Gracias, gracias, gracias… cuento con esta hermana de mi padre que está lúcida y es bien fregona…, ya que siempre intenta estar actualizada.