“Es difícil comprender, que a veces sea lo mejor,
Que un par de almas para crecer deban decirse adiós.
Juro que me acordaré de tu forma de mirar y, en otras, nuestras pupilas se reconocerán”. (R. Rojas)
Conforme el día transcurría, con suavidad, delicadeza y prudencia, y el tema de esta la columna semanal fue cobrando forma se hacía presente con suavidad, delicadeza y prudencia. Me vinieron a la mente Merodeaban varios aspectos de la relación de pareja; esos puntos críticos que contribuyen a su crecimiento y desarrollo, como de la misma. Si, la comunicación, los conflictos y, los problemas derivados de la convivencia diaria. Y cuando reflexionaba sobre justo en estos puntos momento reflexiono sobre surgió una pregunta clave: ¿Sabes qué sucede cuando los años pasan? Y pensé en la forma en que miramos y vivimos el amor; nos enamoramos o del alma de las personas. Lo que busco es amor, y paz interior, y disfrutar la vida en el presente, porque reconocemos que nada es para siempre. Porque sabes, lo más significativo resulta que que cada minuto o segundo es verdaderamente un milagro, y hay que vivir intensamente este instante.
Recordé a varias parejas “luchando” por seguir conservando salir a flote en su relación, algunas otras decidiendo su separación o divorcio y otras tantas disfrutando lo hermoso de su incipiente encuentro. Hay parejas que están en pausa, tratando de definir su situación actual, viviendo en un marco de incertidumbre y pretendiendo una estabilidad que dure para siempre. Si, ¿qué puede ser de utilidad para que una pareja prospere? Es preciso el diálogo, definir el rumbo, clarificar expectativas y, crear un proyecto común, entre otras cosas.
El amor es una de esas experiencias intensas, que vivimos como seres humanos. Es una experiencia intensa llena de placer, alegría y de conexión profunda con otra persona. Resulta también una vivencia espiritual que vivifica la llama del amor por sí mismo y por el otro. Esta vivencia espiritual se concreta en nuestra vida cotidiana, a través de las diversas acciones que llevamos a cabo para fortalecer el vínculo.
Es probable que nadie no se percate nadie de cuánto lo amas, porque cada uno tiene una forma particular de expresar el amor. Cuando alguien nos interesa, una persona nos volvemos sensibles al lenguaje de sul cuerpo, estamos atentos a las miradas, gestos, caricias, alguna forma de trato o el tipo de acercamiento.
Esta experiencia amorosa es más potente cuando existe reciprocidad y compromiso mutuos, dirigidos a generar vínculos afectivos y amorosos. Aunque haya discrepancias, problemas y conflictos en la pareja, en el amor no sólo deberá existir la atracción física, esta relación también precisa de la amistad y confianza entre las partes. Esto no quiere decir que no tengamos discrepancias y con ello problemas y conflictos en la pareja. En el amor de la pareja no sólo deberá existir la atracción física, es preciso la amistad y confianza entre las partes. Todo esto permitirá dialogar y compartir los diversos sucesos que se presenten.
Agradecido estoy por esas experiencias vividas y compartidas, por los detalles que tejieron los ese vínculos amorosos en mi vida. Esa travesía o viaje del amor tiene sus espacios de silencio, de contemplación y entrega.
Cada miembro de la pareja deberá estará pendiente de checar con el otro sus emociones y sentimientos, para calibrar el funcionamiento de la relación.
Los detalles, como ese toque físico sencillo que estremece, que te lleva a recordar emociones y sentimientos compartidos; con esa persona especial, esa risa o el perfume del ser amado, que es distintivo,que es especial porque huele nos evoca su esencia a esa persona amada. Hay lugares que recorres donde se siente y sientes esa presencia única, ese toque suave y amoroso de sus manos. Revives con intensidad ese recuerdo en alguna fecha que se vuelve especial. Esa mirada que expresaba amor, que dedicaste tiempo a contemplar, y que despierta sientes en tu pecho en tu corazón una vibración estremecedora, que te puede conducir y que puede conducirte a llorar de alegría, goce y plenitud.
Entonces es vital expresarse, comunicarse, escucharse, acompañarse en el proceso de ser pareja. Es imprescindible hablar y expresar nuestras ideas, emociones, sentimientos, deseos y proyectos. La comunicación El comunicarnos implica mayor conocimiento, entender nuestros procesos, dudas e, inquietudes, lo que nos alegra o entristece, para así estar mejor y con ello colaborar para que estemos mejor. El escucharnos puede resultar fácil si nos halagan, sin embargo, es algo difícil cuando nos confrontan o retroalimentan. Esto último puede provocar la apertura de viejas heridas y provocar una reacción de hostilidad. Escuchar con disponibilidad puede resultar favorable y curativo.
Lo cierto es que las parejas sufren colapsos, y estos se tienen que enfrentar con determinación y calidez. En ocasiones tendremos que optar por la separación y decidir separarnos, a pesar del gran tanto amor que existe entre ambos. Es decir, los cambios en la relación son inevitables y dichos cambios nos conducen a cerrar una puerta para ventanas para abrir otra puerta. Todas las personas enfrentamos pérdidas y elaboramos duelos en el proceso de conformar una pareja. Es una decisión difícil de tomar, pero es el camino adecuado para cerrar una etapa de la vida. en pareja. Como dice Rodrigo Rojas, en su canción, Amor eterno: “Es difícil comprender, que a veces sea lo mejor. Que un par de almas para crecer deban decirse adiós. Juro que me acordaré de tu forma de mirar y, en otras, nuestras pupilas se reconocerán”.
Y sabes, no sé murió el amor, sólo se transformó.
Buen fin de semana… Conesperanza-21.
#contagiabuenavibra
#yoaportoenpositivo
