/ viernes 7 de mayo de 2021

Casos y cosas de la experiencia | Nuevos caminos, nuevos retos

La tarde invitaba a escribir lo que observo, escucho y siento respecto a la experiencia de vivir en el aquí y el ahora. También a recordar a las personas queridas, y las vivencias compartidas con ellas durante este tiempo, a través del contacto virtual. Por tanto, a extrañar los abrazos y las tertulias presenciales para abordar temas de interés común. En esos momentos la nostalgia tocó a mi puerta y lo permití, aunque también me inspiró a nutrirme, con música, y escuchar canciones como Contagia buena vibra, que pronto les compartiré.

He sentido la falta de contacto físico durante este confinamiento, como estoy seguro les ha sucedido a ustedes. Para sobrellevar la situación, he recurrido a la creatividad, para nutrirme física y emocionalmente, así como a escuchar melodías positivas e inspiradoras, como Vivir mi vida, de Marc Anthony; La vida es un carnaval, de Celia Cruz y Hoy puede ser un gran día, de Joan Manuel Serrat. Asimismo, a retomar la escritura de mi diario, la caminata cotidiana y el disfrute de mi espacio sentado en el piso, con una taza de café y un buen libro, y así dejar que transcurra la mañana o la tarde.

Otro aspecto clave es mantenerse actualizado, por ello cursé una especialidad en acompañamiento Gestalt en línea, que incluyó actividades enriquecedoras y retadoras. Cada ejercicio ha contribuido a afinar mis habilidades para acompañar al otro en el proceso psicoterapéutico. Encuentro una analogía entre el aprendizaje adquirido en esta capacitación con la de un músico, quien con disciplina, preparación y práctica mejora su desempeño, lo que se refleja en cada ejecución, en la que expresa con pasión y entusiasmo las melodías que interpreta. Me considero aprendiz de una forma nueva de contacto, a través de la modalidad virtual; es hermoso descubrir que es posible traspasar la pantalla y conectar con el otro. Ahora sigue la práctica diaria, para mejorar mi desempeño en este servicio de acompañamiento.

La tecnología continuará avanzando y esto implicará aprender a utilizarla con autonomía, maestría y propósito. Es maravilloso darme cuenta que puedo desarrollar habilidades nuevas y fortalecer las anteriores, porque así amplío mi espectro para el ejercicio profesional

En fecha reciente comprobé la utilidad de lo aprendido, cuando participé en un congreso, en el que tuve oportunidad de contactar con varias personas. Fue sorprendente la experiencia, un privilegio sentir la presencia de los participantes y recibir la retroalimentación sobre lo vivido.

Recuerdo ahora parte de la lectura Reinventing how we teach our kids, que dice: “La pasión despierta el interés y la curiosidad intelectual y es uno de los principales regalos que le puede dar a uno la vida. Es sorprendente cuánta gente no tiene una misión en la vida, un llamado, algo que los haga saltar de la cama en las mañanas. El recurso más valioso de la Humanidad es una mente persistente y apasionada…” (Diamandis, 2016).

En resumen, quiero mantener viva la pasión por aprender, descubrir y hacer posible el contacto con otras personas mediante los recursos disponibles. Agradezco a la doctora Pilar Ocampo y a los compañeros la oportunidad de aprender en esta especialización. En verdad es un lujo y privilegio que vale la pena vivir y disfrutar.

Seguiré descubriendo caminos y desarrollando habilidades para aplicarlas al ejercicio psicoterapéutico, asimismo exploraré, con pasión y disciplina, los desafíos que esto implique, de la mano de profesionales calificados.


La tarde invitaba a escribir lo que observo, escucho y siento respecto a la experiencia de vivir en el aquí y el ahora. También a recordar a las personas queridas, y las vivencias compartidas con ellas durante este tiempo, a través del contacto virtual. Por tanto, a extrañar los abrazos y las tertulias presenciales para abordar temas de interés común. En esos momentos la nostalgia tocó a mi puerta y lo permití, aunque también me inspiró a nutrirme, con música, y escuchar canciones como Contagia buena vibra, que pronto les compartiré.

He sentido la falta de contacto físico durante este confinamiento, como estoy seguro les ha sucedido a ustedes. Para sobrellevar la situación, he recurrido a la creatividad, para nutrirme física y emocionalmente, así como a escuchar melodías positivas e inspiradoras, como Vivir mi vida, de Marc Anthony; La vida es un carnaval, de Celia Cruz y Hoy puede ser un gran día, de Joan Manuel Serrat. Asimismo, a retomar la escritura de mi diario, la caminata cotidiana y el disfrute de mi espacio sentado en el piso, con una taza de café y un buen libro, y así dejar que transcurra la mañana o la tarde.

Otro aspecto clave es mantenerse actualizado, por ello cursé una especialidad en acompañamiento Gestalt en línea, que incluyó actividades enriquecedoras y retadoras. Cada ejercicio ha contribuido a afinar mis habilidades para acompañar al otro en el proceso psicoterapéutico. Encuentro una analogía entre el aprendizaje adquirido en esta capacitación con la de un músico, quien con disciplina, preparación y práctica mejora su desempeño, lo que se refleja en cada ejecución, en la que expresa con pasión y entusiasmo las melodías que interpreta. Me considero aprendiz de una forma nueva de contacto, a través de la modalidad virtual; es hermoso descubrir que es posible traspasar la pantalla y conectar con el otro. Ahora sigue la práctica diaria, para mejorar mi desempeño en este servicio de acompañamiento.

La tecnología continuará avanzando y esto implicará aprender a utilizarla con autonomía, maestría y propósito. Es maravilloso darme cuenta que puedo desarrollar habilidades nuevas y fortalecer las anteriores, porque así amplío mi espectro para el ejercicio profesional

En fecha reciente comprobé la utilidad de lo aprendido, cuando participé en un congreso, en el que tuve oportunidad de contactar con varias personas. Fue sorprendente la experiencia, un privilegio sentir la presencia de los participantes y recibir la retroalimentación sobre lo vivido.

Recuerdo ahora parte de la lectura Reinventing how we teach our kids, que dice: “La pasión despierta el interés y la curiosidad intelectual y es uno de los principales regalos que le puede dar a uno la vida. Es sorprendente cuánta gente no tiene una misión en la vida, un llamado, algo que los haga saltar de la cama en las mañanas. El recurso más valioso de la Humanidad es una mente persistente y apasionada…” (Diamandis, 2016).

En resumen, quiero mantener viva la pasión por aprender, descubrir y hacer posible el contacto con otras personas mediante los recursos disponibles. Agradezco a la doctora Pilar Ocampo y a los compañeros la oportunidad de aprender en esta especialización. En verdad es un lujo y privilegio que vale la pena vivir y disfrutar.

Seguiré descubriendo caminos y desarrollando habilidades para aplicarlas al ejercicio psicoterapéutico, asimismo exploraré, con pasión y disciplina, los desafíos que esto implique, de la mano de profesionales calificados.