/ viernes 20 de mayo de 2022

Casos y cosas de la experiencia | Salud mental en las empresas

“Empresas más humanas, empresas más rentables”.

(H. Maturana)

Actualmente resulta relevante atender la salud mental, después de lo vivido en este par de años de pandemia. Todos hemos realizado un gran esfuerzo por sobrellevar el confinamiento forzoso en diversos ámbitos de nuestra vida. Un ejemplo es el laboral; las empresas se esmeraron en atender las necesidades de sus colaboradores. Han asumido su responsabilidad social con la comunidad donde están insertas, porque saben que cuidar al personal redundará en beneficio de todos y dará mejores resultados.

Por ello, cuando hablamos de salud mental es preciso aludir a la definición de la Organización Mundial de la Salud, que la considera como: “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Por consiguiente, las empresas deben tomar en cuenta los efectos de la pandemia, volver a mirar y atender a sus colaboradores de forma integral si quieren crecer. Es vital favorecer la flexibilidad y el desarrollo de habilidades emocionales, para establecer una línea de apoyo para el bienestar. Las empresas que cuenten con un modelo de flexibilidad en la prevención y cuidado de la salud mental atraerán y retendrán a su talento humano.

Estamos conscientes de que en los últimos dos años se dispararon síntomas o desórdenes como ataques de ansiedad y de pánico, alteraciones del sueño, trastornos psicosomáticos y alimenticios, depresión y adicciones, entre otros. Según investigaciones de la Universidad Autónoma de Morelos, antes el 10% de los empleados presentaban alguno de los problemas mencionados, ahora dicho porcentaje es de 50. Por lo tanto, es importante que tanto empresas como organizaciones realicen un diagnóstico cuidadoso y profundo para desarrollar estrategias y tácticas para intervenir en el rubro de la salud mental.

En la Norma Oficial Mexicana 035 se contempla uno de dichos mecanismos, se trata de los factores de riesgo psicosocial. El objetivo de dicha norma es “establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo”.

Algunas de las estrategias de ciertas empresas consisten en ofrecer charlas, conferencias y talleres con profesionales del campo de la salud mental. Además de contar con un expediente médico del personal, también imparten talleres de gestión de emociones, meditación, práctica de mindfulness (atención plena), de asesoría nutricional y orientación legal y familiar, para que las personas enfrenten su situación actual. También es preciso retomar la actividad cultural y física mediante eventos deportivos, que contrarresten el sedentarismo y la desconexión digital, como talleres de narrativa y pintura, entre otros.

En conclusión, los directivos de la organización y de recursos humanos no deberán olvidar que los buenos resultados del negocio están en manos de las personas, y que deben estar en el centro de las decisiones. El interés de las empresas por la gente debe ser genuino, y no mera simulación. Es clave desarrollar e implementar procesos de comunicación efectiva y bienestar integral. Así se atenderían aspectos como el equilibrio vida-trabajo, la salud financiera, física, emocional y mental y la responsabilidad sobre el bienestar propio.

El liderazgo de la empresa deberá enfocarse en el bienestar de sus colaboradores. Un líder congruente e impecable en su proceder hacia el desarrollo de su personal obtendrá mejores resultados en el ámbito organizacional, y tendrá que diseñar estrategias nuevas para atraerlo, retenerlo y desarrollarlo.

Quizá las prestaciones de las empresas deban incluir sesiones de psicoterapia individual, de pareja y familiar, clases de yoga y meditación o el pago de inscripción a un gimnasio, entre otras. Recordemos que la salud mental es “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Por un mundo de confianza y esperanza.

Buen fin de semana… Confiando22

#contagiabuenavibra #yoaportoenpositivo

“Empresas más humanas, empresas más rentables”.

(H. Maturana)

Actualmente resulta relevante atender la salud mental, después de lo vivido en este par de años de pandemia. Todos hemos realizado un gran esfuerzo por sobrellevar el confinamiento forzoso en diversos ámbitos de nuestra vida. Un ejemplo es el laboral; las empresas se esmeraron en atender las necesidades de sus colaboradores. Han asumido su responsabilidad social con la comunidad donde están insertas, porque saben que cuidar al personal redundará en beneficio de todos y dará mejores resultados.

Por ello, cuando hablamos de salud mental es preciso aludir a la definición de la Organización Mundial de la Salud, que la considera como: “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Por consiguiente, las empresas deben tomar en cuenta los efectos de la pandemia, volver a mirar y atender a sus colaboradores de forma integral si quieren crecer. Es vital favorecer la flexibilidad y el desarrollo de habilidades emocionales, para establecer una línea de apoyo para el bienestar. Las empresas que cuenten con un modelo de flexibilidad en la prevención y cuidado de la salud mental atraerán y retendrán a su talento humano.

Estamos conscientes de que en los últimos dos años se dispararon síntomas o desórdenes como ataques de ansiedad y de pánico, alteraciones del sueño, trastornos psicosomáticos y alimenticios, depresión y adicciones, entre otros. Según investigaciones de la Universidad Autónoma de Morelos, antes el 10% de los empleados presentaban alguno de los problemas mencionados, ahora dicho porcentaje es de 50. Por lo tanto, es importante que tanto empresas como organizaciones realicen un diagnóstico cuidadoso y profundo para desarrollar estrategias y tácticas para intervenir en el rubro de la salud mental.

En la Norma Oficial Mexicana 035 se contempla uno de dichos mecanismos, se trata de los factores de riesgo psicosocial. El objetivo de dicha norma es “establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo”.

Algunas de las estrategias de ciertas empresas consisten en ofrecer charlas, conferencias y talleres con profesionales del campo de la salud mental. Además de contar con un expediente médico del personal, también imparten talleres de gestión de emociones, meditación, práctica de mindfulness (atención plena), de asesoría nutricional y orientación legal y familiar, para que las personas enfrenten su situación actual. También es preciso retomar la actividad cultural y física mediante eventos deportivos, que contrarresten el sedentarismo y la desconexión digital, como talleres de narrativa y pintura, entre otros.

En conclusión, los directivos de la organización y de recursos humanos no deberán olvidar que los buenos resultados del negocio están en manos de las personas, y que deben estar en el centro de las decisiones. El interés de las empresas por la gente debe ser genuino, y no mera simulación. Es clave desarrollar e implementar procesos de comunicación efectiva y bienestar integral. Así se atenderían aspectos como el equilibrio vida-trabajo, la salud financiera, física, emocional y mental y la responsabilidad sobre el bienestar propio.

El liderazgo de la empresa deberá enfocarse en el bienestar de sus colaboradores. Un líder congruente e impecable en su proceder hacia el desarrollo de su personal obtendrá mejores resultados en el ámbito organizacional, y tendrá que diseñar estrategias nuevas para atraerlo, retenerlo y desarrollarlo.

Quizá las prestaciones de las empresas deban incluir sesiones de psicoterapia individual, de pareja y familiar, clases de yoga y meditación o el pago de inscripción a un gimnasio, entre otras. Recordemos que la salud mental es “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Por un mundo de confianza y esperanza.

Buen fin de semana… Confiando22

#contagiabuenavibra #yoaportoenpositivo