/ miércoles 5 de diciembre de 2018

Casos y cosas de la experiencia | Vivencias del alma 2, Por el gusto de hacerlo

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.

(Confucio)

La idea de este escrito surgió en la oficina de una cliente, mientras esperaba que me atendiera; cuando observaba, escuchaba y analizaba la escena que captó mi atención: la amabilidad y la disposición con la cual atendía a las personas que se acercaban a ella.

Lo que más atrajo mi atención fue su sonrisa… pues me di cuenta de que ella ama su trabajo, seguramente une su afición con su vocación. Es decir, hacer lo que te hace feliz, brinda alegría y permite agregar valor a tu vida, y en ese momento pensé: ella ama su trabajo.

La experiencia me permitió recordar a varias personas que también aman su trabajo; que se distinguen del resto por su orientación al servicio y su disposición a aprender de cada encuentro. De ahí surge la pregunta: ¿amas tu trabajo?, ¿estás enamorado de la tarea que realizas?

El amor implica pasión, que es energía. Para enamorarnos de lo que hacemos necesitamos de toda la energía posible. Esto es lo que atrae a las personas que necesitan de tu producto o servicio. Por consiguiente, ¿cómo le haces para mantener ese amor y pasión por lo que haces?

Para descubrirlo, te invito a que realices un ejercicio, el cual consiste en lo siguiente: enlista cinco cosas que te llenan de energía. Preguntarás, ¿qué cosas?, ¿a qué te refieres? Por ejemplo, realizar actividades al aire libre, escribir, bailar, disfrutar el mar, etcétera.

Ahora, enseguida de cada actividad escribe la última fecha en que realizaste esa tarea. ¿De qué te das cuenta?, ¿es frecuente o no el disfrute de esas actividades?, ¿qué descubres?

“No te puedes enamorar de tu trabajo, a menos que cargues de energía tu vida”. Esto implica detenerte a reflexionar sobre tus acciones y sus consecuencias. Recuerdo vivamente a esa persona y su sonrisa.

Lo cierto es que te preguntarás ¿cómo le hago para amar mi trabajo? Aquí te van un par de ideas, para fomentar ese amor y pasión por lo que haces: relaciónate con gente que ama y disfruta su trabajo, practica los actos de nobleza al azar, agradece lo que tienes, entre otras opciones.

Los resultados de esas acciones impactarán tu vida y la de otras personas. Reflejarás esa energía y disposición por crecer y evolucionar en lo que realizas a diario: tu trabajo.

A través de lo que hacemos con amor y pasión en el trabajo, contribuimos a mejorar nuestra vida, las relaciones interpersonales y el ambiente laboral.

Haz lo que te apasiona, mejora lo que haces y disfrútalo… sé feliz por ello. Tenemos la oportunidad de contribuir a que nuestro entorno sea mejor cada día en todos sus ámbitos. Inténtalo.

¿Realizarías tu trabajo aunque no te pagarán? Es decir, ¿por el gusto de hacerlo? Hasta la próxima, buen fin de semana.

José Ignacio Lovio Arvizu.
Psicólogo y psicoterapeuta.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com


“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.

(Confucio)

La idea de este escrito surgió en la oficina de una cliente, mientras esperaba que me atendiera; cuando observaba, escuchaba y analizaba la escena que captó mi atención: la amabilidad y la disposición con la cual atendía a las personas que se acercaban a ella.

Lo que más atrajo mi atención fue su sonrisa… pues me di cuenta de que ella ama su trabajo, seguramente une su afición con su vocación. Es decir, hacer lo que te hace feliz, brinda alegría y permite agregar valor a tu vida, y en ese momento pensé: ella ama su trabajo.

La experiencia me permitió recordar a varias personas que también aman su trabajo; que se distinguen del resto por su orientación al servicio y su disposición a aprender de cada encuentro. De ahí surge la pregunta: ¿amas tu trabajo?, ¿estás enamorado de la tarea que realizas?

El amor implica pasión, que es energía. Para enamorarnos de lo que hacemos necesitamos de toda la energía posible. Esto es lo que atrae a las personas que necesitan de tu producto o servicio. Por consiguiente, ¿cómo le haces para mantener ese amor y pasión por lo que haces?

Para descubrirlo, te invito a que realices un ejercicio, el cual consiste en lo siguiente: enlista cinco cosas que te llenan de energía. Preguntarás, ¿qué cosas?, ¿a qué te refieres? Por ejemplo, realizar actividades al aire libre, escribir, bailar, disfrutar el mar, etcétera.

Ahora, enseguida de cada actividad escribe la última fecha en que realizaste esa tarea. ¿De qué te das cuenta?, ¿es frecuente o no el disfrute de esas actividades?, ¿qué descubres?

“No te puedes enamorar de tu trabajo, a menos que cargues de energía tu vida”. Esto implica detenerte a reflexionar sobre tus acciones y sus consecuencias. Recuerdo vivamente a esa persona y su sonrisa.

Lo cierto es que te preguntarás ¿cómo le hago para amar mi trabajo? Aquí te van un par de ideas, para fomentar ese amor y pasión por lo que haces: relaciónate con gente que ama y disfruta su trabajo, practica los actos de nobleza al azar, agradece lo que tienes, entre otras opciones.

Los resultados de esas acciones impactarán tu vida y la de otras personas. Reflejarás esa energía y disposición por crecer y evolucionar en lo que realizas a diario: tu trabajo.

A través de lo que hacemos con amor y pasión en el trabajo, contribuimos a mejorar nuestra vida, las relaciones interpersonales y el ambiente laboral.

Haz lo que te apasiona, mejora lo que haces y disfrútalo… sé feliz por ello. Tenemos la oportunidad de contribuir a que nuestro entorno sea mejor cada día en todos sus ámbitos. Inténtalo.

¿Realizarías tu trabajo aunque no te pagarán? Es decir, ¿por el gusto de hacerlo? Hasta la próxima, buen fin de semana.

José Ignacio Lovio Arvizu.
Psicólogo y psicoterapeuta.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com