/ sábado 5 de enero de 2019

Casos y cosas de la experiencia | Vivir la experiencia



“Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida... Para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido”.

(H.D. Thoreau)


He andado algunos caminos, y vivido experiencias que fueron marcando mi existencia. Exploré diversas alternativas para encontrar respuestas y desechar las creencias que había introyectado, aunque sin cuestionarlas.

Mis acompañantes fueron compartiendo las vivencias, sueños, dudas e interrogantes sobre su vida. Eso me condujo a explorar mi mundo interior, y así estar dispuesto para estar con ellos a plenitud entregándome a su experiencia.

La conciencia y la luz infinita se fusionaron para dar paso a la fuerza y la paz interior, que me habilitan para servir y aprender viviendo de forma tal, que soy libre y autónomo por elección y no por imposición.

Los bosques, los mares, las calles y los parques fueron integrándose a mi experiencia, lo más bello es que en cada uno de esos lugares encontré a las personas que estaba destinado a conocer y acompañar.

Aquí convergen todos los que compartieron su vida, secretos, sueños, dolores, tristezas, amores, desamores y alegrías. Por eso vaya mi gratitud infinita para ellos, por su confianza y esperanza en realizar los cambios que deseaban concretar.

Agradezco lo que tengo y disfruto: a la familia, los amigos, la pareja, los colegas, los compañeros de viaje y a quienes nos unimos para aprender y servir en este mundo. Asimismo, la taza de café, la charla simple y el toque cálido de una mano amiga.

Celebro mi trabajo, pues consiste en cuidar los sentimientos de quienes deciden transformar su vida en algo pleno y con sentido. Me gusta acompañarlos y estar ahí totalmente entregado, para caminar a su lado en el proceso de convertirse en personas integrales.

También la entrega de mis tutores y maestros de vida, que me han guiado desde la infancia hasta hoy. Disfruto los encuentros con ellos y sus detalles, es decir, desde el que despertó en mí el amor por la lectura hasta la mujer que hizo que me enamorara de mi profesión de psicoterapeuta.

En 2019, la vida me brinda la oportunidad de crear un proyecto nuevo; en él dibujaré y concretaré los sueños que comparto con mis colegas, que son personas maravillosas.

Quiero vivir profundamente, y desechar todo lo que no sea vida... Para no darme cuenta, en el momento de morir, que no he vivido y amado con plena conciencia.

Hasta la próxima, buen fin de semana.

José Ignacio Lovio Arvizu. Psicólogo y psicoterapeuta.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com



“Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida... Para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido”.

(H.D. Thoreau)


He andado algunos caminos, y vivido experiencias que fueron marcando mi existencia. Exploré diversas alternativas para encontrar respuestas y desechar las creencias que había introyectado, aunque sin cuestionarlas.

Mis acompañantes fueron compartiendo las vivencias, sueños, dudas e interrogantes sobre su vida. Eso me condujo a explorar mi mundo interior, y así estar dispuesto para estar con ellos a plenitud entregándome a su experiencia.

La conciencia y la luz infinita se fusionaron para dar paso a la fuerza y la paz interior, que me habilitan para servir y aprender viviendo de forma tal, que soy libre y autónomo por elección y no por imposición.

Los bosques, los mares, las calles y los parques fueron integrándose a mi experiencia, lo más bello es que en cada uno de esos lugares encontré a las personas que estaba destinado a conocer y acompañar.

Aquí convergen todos los que compartieron su vida, secretos, sueños, dolores, tristezas, amores, desamores y alegrías. Por eso vaya mi gratitud infinita para ellos, por su confianza y esperanza en realizar los cambios que deseaban concretar.

Agradezco lo que tengo y disfruto: a la familia, los amigos, la pareja, los colegas, los compañeros de viaje y a quienes nos unimos para aprender y servir en este mundo. Asimismo, la taza de café, la charla simple y el toque cálido de una mano amiga.

Celebro mi trabajo, pues consiste en cuidar los sentimientos de quienes deciden transformar su vida en algo pleno y con sentido. Me gusta acompañarlos y estar ahí totalmente entregado, para caminar a su lado en el proceso de convertirse en personas integrales.

También la entrega de mis tutores y maestros de vida, que me han guiado desde la infancia hasta hoy. Disfruto los encuentros con ellos y sus detalles, es decir, desde el que despertó en mí el amor por la lectura hasta la mujer que hizo que me enamorara de mi profesión de psicoterapeuta.

En 2019, la vida me brinda la oportunidad de crear un proyecto nuevo; en él dibujaré y concretaré los sueños que comparto con mis colegas, que son personas maravillosas.

Quiero vivir profundamente, y desechar todo lo que no sea vida... Para no darme cuenta, en el momento de morir, que no he vivido y amado con plena conciencia.

Hasta la próxima, buen fin de semana.

José Ignacio Lovio Arvizu. Psicólogo y psicoterapeuta.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com