Las benditas campañas políticas y el mundo electoral, donde sabemos poco lo que pasa, y poco nos enteramos de lo que realmente sucede. Como espectadores del rebaño reaccionamos al mundo de las estrategias y cálculos, sin percibir el real poder que estamos perdiendo, de no tomarnos las cosas en serio, con eso del liderazgo participativo.
Pero vayamos a mi punto; han empezado las campañas y cualquiera diría que ya habían empezado, basta con prender el radio o ver un rato la tele para oír y ver anuncios políticos, unos malos, otros malísimos.
Las elecciones intermedias suelen atraer menos atención que las sexenales y por ende menos votantes. Pero quizás por el contexto económico-social, esta competencia, anunciada como la madre de todas las batallas, capte la atención de un gran público —informado— elector.
Lo que está en juego: 3 mil 526 cargos de elección popular en el ámbito federal y en las 32 entidades federativas, 3 mil 26 cargos locales en disputa: 15 gubernaturas, 30 entidades elegirán puestos para ayuntamientos y alcaldías (todas excepto Durango e Hidalgo) y 30 estados (todos menos Coahuila y Quintana Roo) renovarán su congreso local. Son mil 926 presidencias municipales y alcaldías, 421 diputaciones de representación proporcional y 678 de mayoría relativa.
Y claro, habrá quien busque ser reelegido para el cargo que ya ocupa y, como siempre, abundan los que brincan de un cargo a otro por años sin fin, porque no saben hacer otra cosa que no sea vivir del erario público.
Pero en realidad, ¿que no hace decidir de último momento algo tan trascendental? ¿cómo votamos? ¿Qué es lo que nos lleva a decidirnos votar por uno u otro candidato? ¿Sabemos cuál es nuestro distrito? Es más, ¿sabemos quiénes son nuestros representantes hoy?
Las discusiones políticas abundan en las sobremesas, pero he preguntado a vecinos y amigos sobre sus motivaciones al momento del sufragio. Me han dicho que votarán en contra de algún partido, o que votarán siempre por un partido sin saber el nombre de los candidatos… otro que optará por el candidato que iba con él a la misma escuela, pero nadie, hasta ahora nadie, por las mejores propuestas.
“El Bebo” escucha y aporta experiencia…
En el ajedrez electoral nombres van y vienen, algunos ya son descartados en las listas, y guardan de manera estoica una prudencia de carácter institucional… Quien no para de recorrer todo Sonora es Carlos “El Bebo” Zataráin González, en su candidatura por el PES al Gobierno del Estado.
Hay que decirlo “El Bebo” no es nuevo en estos retos, tiene en su haber grandes triunfos y mejores luchas, que ha dado por convicción a sus ideales y mejor aún, por sus causas. Zataráin, es un hombre de experiencia, ha ocupado cargos en los tres niveles de gobierno y en sus altas responsabilidades siempre ha dado sobresalientes resultados. Hoy tiene una gran tarea, y dicen los que saben, que no parará por dar lo mejor de sí, escuchando a la gente y aportando su experiencia al servicio de las necesidades de la gente.
En otro tema, hay que felicitar a la gobernadora Claudia Pavlovich por la gran coordinación con distintas autoridades en el tema de la vacunación a los adultos mayores. La verdad es que muy buenos comentarios al esfuerzo por dejar la política a un lado y darle un buen ejemplo a la sociedad de madurez institucional.
La vacunación a los adultos mayores en Huatabampo, Cajeme y Hermosillo, se desarrolló respetando todos los protocolos sanitarios. BIEN.
Regresando al mundo electoral, reportan desde Nogales, que Jorge Freig Carrillo —Alcaldía— y Lupita Gracia —diputación local 04 distrito— traen buenos números y dicen los que saben, que están en franca posibilidad de arrebatarle a Morena la ciudad fronteriza. Ambos, han armado una dupla que podría asomar un futuro gobierno facilitador y a la vez, con Lupita, un perfil joven, fuerte y de gran representación. Y ahí mismo, en Nogales y en la planilla municipal, destaca la incursión de un joven revelación en el quehacer político, es
Óscar Ayala, quien desde su participación en CTM local, ha llamado la atención por su trabajo y buenos resultados, siempre ordenado y dispuesto. Ayala sabe sumar y es en extremo leal, atributo que, en un futuro no muy lejano, le permitirá asumir grandes responsabilidades.
Hoy por hoy, pasa el mensaje del priismo de manera correcta y lanza la convocatoria a la autocrítica y a la reflexión. Adelante.
Nos vemos la próxima.
Hasta entonces.
