/ martes 15 de enero de 2019

Columna invitada | El Juego de las Vencidas

Interesante es la aseveración del periodista Jorge Zepeda Patterson, en su colaboración Rehilete, donde afirma: “Los huachicoleros ahora perforan los ductos no para ordeñarlos sino para prolongar el desabasto y obligar a la opinión pública a presionar al gobierno para que suspenda el operativo en su contra”.

Efectivamente, en las últimas semanas hemos presenciado un escenario que el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “Un juego de vencidas” donde los huachicoleros desafían al gobierno y pretenden tomar, observa Zepeda Patterson, como “rehén a los ciudadanos” y, estoy segura, para hacer estallar su malestar.

En este escenario se alcanza a ver una mano, o mejor dicho, muchas manos que están meciendo la cuna, pero le imprimen tal fuerza que pareciera están buscando generar una catástrofe para culpar al gobierno de ser el responsable principal del desabasto de gasolinas, y ellos seguir saliéndose con la suya, es decir, que puedan seguir robando, haciendo negocios, enriqueciéndose ilícitamente. Lo que nos lleva a pensar que por los destellos de la maquinaria que pusieron a andar, son los mismos de siempre.

Efectivamente como expone el periodista, “todos despotricamos en contra de la corrupción”, pero “la pregunta ahora es si estamos dispuestos a pasar por las incomodidades que implica limpiar la casa, sobre todo cuando descubrimos que esa limpieza exige levantar el piso y cambiar el drenaje”, es decir, si como sociedad estamos en la disposición de sumarnos al compromiso de enfrentar a la corrupción y no hacerle el juego a quienes buscan vencer al Estado.

Afortunadamente como lo muestran las encuestas del diario El Financiero, 89 % de los mexicanos encuestados apoyan el cierre de ductos como parte de la estrategia del Presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el huachicoleo, por su parte la oposición pretende con marrullerías descalificar una gestión que apenas empieza, lo que evidencia la desesperación que mantienen, y que hasta el momento, los ha hecho actuar de manera irresponsable. Cada seis años, actores de los principales partidos políticos han pedido mesura y el beneficio de la duda al inicio de sus administraciones, y ahora que el poder no está en sus manos, pretenden cuestionar, incluso, las decisiones que en su momento no tomaron para combatir este problema, que hoy se está enfrentando desde el inicio del sexenio.

Por su parte, el gobierno federal está trabajando en la fórmula que le permita definir una estrategia de distribución de las gasolinas que afecte lo menos posible a los consumidores y no genere compras de pánico.

Los intereses políticos y económicos de ciertos grupos de poder se están moviendo porque ven que su “suerte está en peligro”, cuando escuchan al Presidente de la República que no dará “ni un paso atrás” en su decisión de ir contra la corrupción, por ello están activos a través de redes sociales y desde espacios de opinión para descalificar una lucha que busca eliminar un mal endémico que como país nos ha situado vergonzosamente en los primeros lugares del mundo entre los países con mayores niveles de corrupción.

Afortunadamente, tanto dentro como fuera del país, se han escuchado voces que subrayan la necesidad respaldar la estrategia del Presidente López Obrador para combatir el robo de gasolina, como lo ha externado el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) que, en un comunicado, señala la necesidad de “erradicar el robo de combustible” y, considera, “se requiere fortalecer las instituciones encargadas de combatir la corrupción… y para erradicarla se necesita la colaboración de todos los sectores”.

Desde fuera también han destacado la misma necesidad, el Fondo Monetario Internacional respaldó la decisión presidencial cuando consideró, a través de Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental, que luchar contra el huachicoleo “es un objetivo adecuado porque ir contra la corrupción genera confianza en los inversionistas”.

Igual se ha sumado el Secretario General de la OCDE, el mexicano José Ángel Gurría, quien afirmó: “Estamos listos para apoyar a la nueva administración, nos entusiasma que consideren el combate a la corrupción y la promoción de la integridad y transparencia como principal objetivo del Gobierno”.

En este momento el Presidente López Obrador necesita del apoyo de toda la población, así como de su equipo de colaboradores, además de quienes tenemos una responsabilidad en el Congreso Federal y, desde luego, de Morena porque oscuros intereses, es claro, los están desafiando.

Coincido con Jorge Zepeda, “no nos confundamos ni terminemos haciendo el juego al crimen organizado” y, considero yo, a los “huachicoleros de cuello blanco”. “Por el contrario –como afirma el analista-, habrá que presionar para asegurarnos de que todo esto culmine con una verdadera transformación de Pemex” y, deseo por mi parte, que el Gobierno de México con el apoyo del pueblo gane este juego de las vencidas.

*Diputada Federal de Morena

Interesante es la aseveración del periodista Jorge Zepeda Patterson, en su colaboración Rehilete, donde afirma: “Los huachicoleros ahora perforan los ductos no para ordeñarlos sino para prolongar el desabasto y obligar a la opinión pública a presionar al gobierno para que suspenda el operativo en su contra”.

Efectivamente, en las últimas semanas hemos presenciado un escenario que el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “Un juego de vencidas” donde los huachicoleros desafían al gobierno y pretenden tomar, observa Zepeda Patterson, como “rehén a los ciudadanos” y, estoy segura, para hacer estallar su malestar.

En este escenario se alcanza a ver una mano, o mejor dicho, muchas manos que están meciendo la cuna, pero le imprimen tal fuerza que pareciera están buscando generar una catástrofe para culpar al gobierno de ser el responsable principal del desabasto de gasolinas, y ellos seguir saliéndose con la suya, es decir, que puedan seguir robando, haciendo negocios, enriqueciéndose ilícitamente. Lo que nos lleva a pensar que por los destellos de la maquinaria que pusieron a andar, son los mismos de siempre.

Efectivamente como expone el periodista, “todos despotricamos en contra de la corrupción”, pero “la pregunta ahora es si estamos dispuestos a pasar por las incomodidades que implica limpiar la casa, sobre todo cuando descubrimos que esa limpieza exige levantar el piso y cambiar el drenaje”, es decir, si como sociedad estamos en la disposición de sumarnos al compromiso de enfrentar a la corrupción y no hacerle el juego a quienes buscan vencer al Estado.

Afortunadamente como lo muestran las encuestas del diario El Financiero, 89 % de los mexicanos encuestados apoyan el cierre de ductos como parte de la estrategia del Presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el huachicoleo, por su parte la oposición pretende con marrullerías descalificar una gestión que apenas empieza, lo que evidencia la desesperación que mantienen, y que hasta el momento, los ha hecho actuar de manera irresponsable. Cada seis años, actores de los principales partidos políticos han pedido mesura y el beneficio de la duda al inicio de sus administraciones, y ahora que el poder no está en sus manos, pretenden cuestionar, incluso, las decisiones que en su momento no tomaron para combatir este problema, que hoy se está enfrentando desde el inicio del sexenio.

Por su parte, el gobierno federal está trabajando en la fórmula que le permita definir una estrategia de distribución de las gasolinas que afecte lo menos posible a los consumidores y no genere compras de pánico.

Los intereses políticos y económicos de ciertos grupos de poder se están moviendo porque ven que su “suerte está en peligro”, cuando escuchan al Presidente de la República que no dará “ni un paso atrás” en su decisión de ir contra la corrupción, por ello están activos a través de redes sociales y desde espacios de opinión para descalificar una lucha que busca eliminar un mal endémico que como país nos ha situado vergonzosamente en los primeros lugares del mundo entre los países con mayores niveles de corrupción.

Afortunadamente, tanto dentro como fuera del país, se han escuchado voces que subrayan la necesidad respaldar la estrategia del Presidente López Obrador para combatir el robo de gasolina, como lo ha externado el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) que, en un comunicado, señala la necesidad de “erradicar el robo de combustible” y, considera, “se requiere fortalecer las instituciones encargadas de combatir la corrupción… y para erradicarla se necesita la colaboración de todos los sectores”.

Desde fuera también han destacado la misma necesidad, el Fondo Monetario Internacional respaldó la decisión presidencial cuando consideró, a través de Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental, que luchar contra el huachicoleo “es un objetivo adecuado porque ir contra la corrupción genera confianza en los inversionistas”.

Igual se ha sumado el Secretario General de la OCDE, el mexicano José Ángel Gurría, quien afirmó: “Estamos listos para apoyar a la nueva administración, nos entusiasma que consideren el combate a la corrupción y la promoción de la integridad y transparencia como principal objetivo del Gobierno”.

En este momento el Presidente López Obrador necesita del apoyo de toda la población, así como de su equipo de colaboradores, además de quienes tenemos una responsabilidad en el Congreso Federal y, desde luego, de Morena porque oscuros intereses, es claro, los están desafiando.

Coincido con Jorge Zepeda, “no nos confundamos ni terminemos haciendo el juego al crimen organizado” y, considero yo, a los “huachicoleros de cuello blanco”. “Por el contrario –como afirma el analista-, habrá que presionar para asegurarnos de que todo esto culmine con una verdadera transformación de Pemex” y, deseo por mi parte, que el Gobierno de México con el apoyo del pueblo gane este juego de las vencidas.

*Diputada Federal de Morena

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