/ miércoles 14 de abril de 2021

Columna invitada | Reactivar la economía

La economía de Sonora ha venido presentando síntomas de agotamiento en los últimos tres años al presentar tasas de crecimiento negativas.

A la difícil situación económica por la que estaba atravesando la economía estatal, en los primeros meses de 2020, se le agrega la pandemia del coronavirus afectando la vida de los sonorenses drásticamente de la noche a la mañana, en donde como medida sanitaria se aplicaron acciones como el aislamiento y la distancia social, generando como efecto colateral la caída de la producción y los ingresos de los sectores de la sociedad a lo largo del año pasado.

Las estimaciones de crecimiento para la economía mexicana para este año van, desde una caída de 1% en el escenario más optimista, hasta un 7%. La profundidad del choque dependerá de qué tan grave sea la crisis de salud y la destrucción de empleos.

Por otro lado, la calificadora HR Ratings, señaló que los estados y municipios que tengan una intensa vocación turística, donde además exista una composición importante de industria maquiladora, aeroespacial y automotriz, y por lo tanto tengan recaudación local de impuestos sobre nómina, impuesto sobre hospedaje en un porcentaje importante pudieran sufrir mayores problemas financieros como es el estado de Sonora.

De ser seducidos por las propuestas inviables que se presentan en campaña, el Estado corre el riesgo de continuar por el mismo camino que ha tomado y entonces el resultado podría ser catastrófico.

Desde el gobierno y actuando con responsabilidad, se debe establecer un paquete de incentivos, descuentos, pagos parciales y condonación de impuestos, permisos, licencias y servicios estatales, además de convocar a los municipios a la firma de un acuerdo para que a nivel municipal se implementen las mismas acciones, a fin de que los recursos que las mipymes iban a destinar al gobierno, se apliquen en el reabastecimiento, reequipamiento y recontratación de personal para que despeguen los comercios y microempresas, además de rediseñar los fondos de apoyo y facilitando su acceso, para que se apliquen en ese sector que considero es el eslabón más débil de los sectores productivos.

Además el Estado deberá invertir de manera agresiva en infraestructura pública a fin de que el sector de la construcción que bien sabemos es motor de la economía, genere circulante para reactivar el resto de los sectores.

Y finalmente debemos contar con un gobierno facilitador, que permita que quien tenga el deseo y las ideas para emprender, pueda cristalizar sus sueños; que quien ya cuenta con una micro, pequeña o mediana empresa, pueda planear su crecimiento a futuro; y que nos volvamos un lugar atractivo para inversión de grandes capitales que generen más empleos y por ende, de desarrollo.

Es así cómo podemos frenar la caída de la economía, para después estabilizarla y proyectar un crecimiento sostenido, que aunado a otras acciones regresen a Sonora al carril del desarrollo por el que alguna vez transitó.

La economía de Sonora ha venido presentando síntomas de agotamiento en los últimos tres años al presentar tasas de crecimiento negativas.

A la difícil situación económica por la que estaba atravesando la economía estatal, en los primeros meses de 2020, se le agrega la pandemia del coronavirus afectando la vida de los sonorenses drásticamente de la noche a la mañana, en donde como medida sanitaria se aplicaron acciones como el aislamiento y la distancia social, generando como efecto colateral la caída de la producción y los ingresos de los sectores de la sociedad a lo largo del año pasado.

Las estimaciones de crecimiento para la economía mexicana para este año van, desde una caída de 1% en el escenario más optimista, hasta un 7%. La profundidad del choque dependerá de qué tan grave sea la crisis de salud y la destrucción de empleos.

Por otro lado, la calificadora HR Ratings, señaló que los estados y municipios que tengan una intensa vocación turística, donde además exista una composición importante de industria maquiladora, aeroespacial y automotriz, y por lo tanto tengan recaudación local de impuestos sobre nómina, impuesto sobre hospedaje en un porcentaje importante pudieran sufrir mayores problemas financieros como es el estado de Sonora.

De ser seducidos por las propuestas inviables que se presentan en campaña, el Estado corre el riesgo de continuar por el mismo camino que ha tomado y entonces el resultado podría ser catastrófico.

Desde el gobierno y actuando con responsabilidad, se debe establecer un paquete de incentivos, descuentos, pagos parciales y condonación de impuestos, permisos, licencias y servicios estatales, además de convocar a los municipios a la firma de un acuerdo para que a nivel municipal se implementen las mismas acciones, a fin de que los recursos que las mipymes iban a destinar al gobierno, se apliquen en el reabastecimiento, reequipamiento y recontratación de personal para que despeguen los comercios y microempresas, además de rediseñar los fondos de apoyo y facilitando su acceso, para que se apliquen en ese sector que considero es el eslabón más débil de los sectores productivos.

Además el Estado deberá invertir de manera agresiva en infraestructura pública a fin de que el sector de la construcción que bien sabemos es motor de la economía, genere circulante para reactivar el resto de los sectores.

Y finalmente debemos contar con un gobierno facilitador, que permita que quien tenga el deseo y las ideas para emprender, pueda cristalizar sus sueños; que quien ya cuenta con una micro, pequeña o mediana empresa, pueda planear su crecimiento a futuro; y que nos volvamos un lugar atractivo para inversión de grandes capitales que generen más empleos y por ende, de desarrollo.

Es así cómo podemos frenar la caída de la economía, para después estabilizarla y proyectar un crecimiento sostenido, que aunado a otras acciones regresen a Sonora al carril del desarrollo por el que alguna vez transitó.