En estos últimos días en que inicié la campaña para contender por la gubernatura del Estado de Sonora, constantemente una pregunta se ha repetido por los diferentes medios de comunicación: ¿por qué es la única candidata mujer y por qué les es tan difícil a las mujeres participar en política?
Algunos medios de comunicación han respondido la pregunta, dicen que las mujeres tenemos la piel muy delgada y que para participar en política debemos de endurecerla para soportar las denostaciones, injurias y las campañas negras que se viven durante las contiendas electorales.
Lo que se plantea, lo que la sociedad ve como natural y que los medios de comunicación tradicionalmente esperan, es una suerte de circo romano en la cual las y los contendientes se ofrecen para perder su dignidad, su prestigio, y en algunos casos más graves hasta la vida.
La violencia política afecta el derecho humano de las mujeres a ejercer el voto, a ser electa en los procesos electorales y su desarrollo en la escena política o pública.
La sociedad y los medios de comunicación deberíamos pugnar por campañas en las que imperen las propuestas a resolver los problemas sociales que padece la ciudadanía en la búsqueda del bienestar, el desarrollo social, económico y cultural, pero lo que sigue prevaleciendo es la denostación e injuria.
En Sonora, un porcentaje muy importante de la población son jóvenes, hombres y mujeres que por primera vez van a participar en esta contienda, a ellas y a ellos les estamos enviando un mensaje de que la política es una actividad de bajo nivel, donde sólo participan quienes están dispuestos a perder su prestigio y dignidad.
Esos ataques que he vivido, en lo personal y en lo público, he podido sobrellevarlos gracias al respaldo de mi familia, de mi equipo de trabajo, pero principalmente porque en el partido Fuerza por México encontramos ese espacio negado por muchos años, no sólo a las mujeres, sino a los jóvenes, a las minorías étnicas, personas con discapacidad y de la comunidad Lgbtt, creemos firmemente que si todas y todos participamos, podremos trabajar para avanzar y proponer campañas en las que impere las propuestas, cordialidad y el bien común.
A manera de recordatorio para quienes la ley no es suficiente para ampliar su visión de equidad, en Sonora avanzamos al tipificar la violencia política en razón de género y existe sanción para cualquier persona o grupo que se encuentre en las cinco siguientes situaciones o causales:
1.- El acto u omisión se base en elementos de género, es decir
a) Se dirige a una mujer por su condición de mujer
b) Le afecta desproporcionadamente o tiene un efecto diferenciado
2.- Tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce y/o ejercicio de sus derechos políticos electorales
3.- Se da en el ejercicio de sus derechos político electorales o en el ejercicio de un cargo público
4.- Sea simbólica, verbal, patrimonial, económica, física o sexual o psicológica
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5.- Sea perpetrada por cualquier persona o grupo de personas
Agradezco el espacio a este medio de comunicación y me reitero a sus órdenes.
