/ jueves 18 de agosto de 2022

Cóncavo y diverso | “Negociar es un arte”

La primera vez que asumí una dirección general fue la de Radio Sonora en octubre de 1984, con sólo 26 años se me dio la oportunidad de dirigir la estación de radio del Gobierno del Estado de Sonora.

Al recibir la encomienda de manos del ingeniero Rodolfo Félix Valdés, entonces gobernador del Estado; más que un gran entusiasmo, me invadió un gran temor; cómo iba a dirigir una organización que yo conocía muy bien, con más de 50 trabajadores de quienes sólo hacía unos meses era su compañera de actividades, excuso decirles la cantidad de noches sin dormir previas a mi toma de protesta como directora general.

Y tuve razón al sentirme preocupada, mis excompañeros, al convertirse en mis colaboradores no me recibieron bien, el primer mes de trabajo fue lleno de tensiones, de bloqueos y boicots, hasta que la situación llegó a su nivel más álgido y guiados por sus líderes, casi todo el personal decidió en un solo día, renunciar en masa. Ante la situación corrí a ver a mi jefe, el gobernador del Estado. Don Rodolfo me recibió con la caballerosidad que siempre lo caracterizó y le expuse el problema.

Como buen maestro y líder que era, me pidió le propusiera soluciones ante el caos que se estaba gestando en la radio, yo estaba preparada, no podía no estarlo ante tal situación, y le hice el siguiente planteamiento.

“Señor Gobernador, me parece que hay dos opciones: una es que usted despida a su Directora General, porque eso es lo que quieren los que están manejando esta situación, y seguramente todo se tranquilizará”, y la segunda me inquirió, “Esa será un poco más complicada le dije, y consiste en que me permita expulsar de la estación a los organizadores del movimiento de renuncia, los tengo identificados, lo que traerá por consecuencia una andanada de comentarios negativos por parte de sus simpatizantes en la comunidad cultural y de algunos periodistas”.

Su tajante contestación fue, “Yo conservaré a mi directora general, haga lo que tenga que hacer para resolver la situación, aquí contará con el apoyo necesario”. Lo demás es historia. Fui directora general de Radio Sonora durante los seis años del período del ingeniero Félix Valdés.

Esta historia que fue trascendental en mi crecimiento profesional y personal, tiene que ver con la importancia de aprender a negociar, el arte de la negociación es una estrategia fundamental en la toma de decisiones que realizamos diariamente en cada relación que abordamos con alguna persona, no es exclusivo, por si así lo piensan, de hacer negocios; negociar es para la vida, para obtener de la mejor manera posible aquello que queremos y/o necesitamos.

Quiero que observen cuando le comenté en la primera opción, usted despida a su directora general, es decir, el mensaje fue que yo finalmente era su colaboradora y él podía decidirlo; sin embargo, en el mismo mensaje iba implícito, si usted me despide también se verá reducida su autoridad, de esto último me di cuenta mucho tiempo después, en aquel momento mi manejo consciente de cómo negociar era mínimo, simplemente lo expresé de esa manera, y la solución resultó a mi favor.

Vamos a decir que yo tuve en ese instante el regalo de la inspiración divina, que me permitió realizar un planteamiento estratégico, sólo que eso también se puede lograr a través de pensar y analizar las opciones que tenemos, de estudiar a la persona con quien negociaremos una situación, que no necesariamente tiene que ser de conflicto, en una negociación basta que haya el interés sobre una circunstancia por parte de dos o más involucrados, y que requieran llegar a un acuerdo al respecto.

La negociación es un proceso de comunicación donde existe un intercambio de información y compromisos de parte de quienes tienen intereses comunes y también divergentes respecto de algo, sobre lo que requieren llegar a uno o varios acuerdos.

El tema da para mucho y lo iremos desmenuzando en varias entregas, ahora solo les presentaré algunos puntos que son relevantes para alcanzar una negociación exitosa.

Es fundamental tener un diálogo interno claro, honesto y consciente con nosotros mismos, si es confuso, nuestra comunicación lo será. La ira, el miedo excesivo, la inseguridad personal, nos convierten en negociadores incompetentes.

Ver a cada negociación más allá de la búsqueda de sólo ganarla, porque es más un asunto de colaboración entre las partes que de competencia, esto en caso de que nos interese continuar realizando negociaciones con esa persona o grupo de personas, como una esposa, un esposo y unos hijos, por ejemplo.

En este sentido y en cualquier mesa de negociación, hay que prepararse para renunciar a algo, identificar cuáles son las áreas en las que estás dispuesto a ser flexible y en cuáles no, de tal manera que ambas partes conozcan los límites de cada uno, lo que permitirá el espacio del manejo de los planteamientos sobre los que queremos acordar.

Finalmente, un ingrediente esencial, practicar mucho la inteligencia emocional, para nosotros mismos y para nuestra contraparte, es primordial establecer un clima de cordialidad y empatía, aún en situaciones de conflicto, porque es una gran verdad que el que se enoja pierde, y puede perder mucho en el campo de la negociación quien no es dueño de su propio control.

La primera vez que asumí una dirección general fue la de Radio Sonora en octubre de 1984, con sólo 26 años se me dio la oportunidad de dirigir la estación de radio del Gobierno del Estado de Sonora.

Al recibir la encomienda de manos del ingeniero Rodolfo Félix Valdés, entonces gobernador del Estado; más que un gran entusiasmo, me invadió un gran temor; cómo iba a dirigir una organización que yo conocía muy bien, con más de 50 trabajadores de quienes sólo hacía unos meses era su compañera de actividades, excuso decirles la cantidad de noches sin dormir previas a mi toma de protesta como directora general.

Y tuve razón al sentirme preocupada, mis excompañeros, al convertirse en mis colaboradores no me recibieron bien, el primer mes de trabajo fue lleno de tensiones, de bloqueos y boicots, hasta que la situación llegó a su nivel más álgido y guiados por sus líderes, casi todo el personal decidió en un solo día, renunciar en masa. Ante la situación corrí a ver a mi jefe, el gobernador del Estado. Don Rodolfo me recibió con la caballerosidad que siempre lo caracterizó y le expuse el problema.

Como buen maestro y líder que era, me pidió le propusiera soluciones ante el caos que se estaba gestando en la radio, yo estaba preparada, no podía no estarlo ante tal situación, y le hice el siguiente planteamiento.

“Señor Gobernador, me parece que hay dos opciones: una es que usted despida a su Directora General, porque eso es lo que quieren los que están manejando esta situación, y seguramente todo se tranquilizará”, y la segunda me inquirió, “Esa será un poco más complicada le dije, y consiste en que me permita expulsar de la estación a los organizadores del movimiento de renuncia, los tengo identificados, lo que traerá por consecuencia una andanada de comentarios negativos por parte de sus simpatizantes en la comunidad cultural y de algunos periodistas”.

Su tajante contestación fue, “Yo conservaré a mi directora general, haga lo que tenga que hacer para resolver la situación, aquí contará con el apoyo necesario”. Lo demás es historia. Fui directora general de Radio Sonora durante los seis años del período del ingeniero Félix Valdés.

Esta historia que fue trascendental en mi crecimiento profesional y personal, tiene que ver con la importancia de aprender a negociar, el arte de la negociación es una estrategia fundamental en la toma de decisiones que realizamos diariamente en cada relación que abordamos con alguna persona, no es exclusivo, por si así lo piensan, de hacer negocios; negociar es para la vida, para obtener de la mejor manera posible aquello que queremos y/o necesitamos.

Quiero que observen cuando le comenté en la primera opción, usted despida a su directora general, es decir, el mensaje fue que yo finalmente era su colaboradora y él podía decidirlo; sin embargo, en el mismo mensaje iba implícito, si usted me despide también se verá reducida su autoridad, de esto último me di cuenta mucho tiempo después, en aquel momento mi manejo consciente de cómo negociar era mínimo, simplemente lo expresé de esa manera, y la solución resultó a mi favor.

Vamos a decir que yo tuve en ese instante el regalo de la inspiración divina, que me permitió realizar un planteamiento estratégico, sólo que eso también se puede lograr a través de pensar y analizar las opciones que tenemos, de estudiar a la persona con quien negociaremos una situación, que no necesariamente tiene que ser de conflicto, en una negociación basta que haya el interés sobre una circunstancia por parte de dos o más involucrados, y que requieran llegar a un acuerdo al respecto.

La negociación es un proceso de comunicación donde existe un intercambio de información y compromisos de parte de quienes tienen intereses comunes y también divergentes respecto de algo, sobre lo que requieren llegar a uno o varios acuerdos.

El tema da para mucho y lo iremos desmenuzando en varias entregas, ahora solo les presentaré algunos puntos que son relevantes para alcanzar una negociación exitosa.

Es fundamental tener un diálogo interno claro, honesto y consciente con nosotros mismos, si es confuso, nuestra comunicación lo será. La ira, el miedo excesivo, la inseguridad personal, nos convierten en negociadores incompetentes.

Ver a cada negociación más allá de la búsqueda de sólo ganarla, porque es más un asunto de colaboración entre las partes que de competencia, esto en caso de que nos interese continuar realizando negociaciones con esa persona o grupo de personas, como una esposa, un esposo y unos hijos, por ejemplo.

En este sentido y en cualquier mesa de negociación, hay que prepararse para renunciar a algo, identificar cuáles son las áreas en las que estás dispuesto a ser flexible y en cuáles no, de tal manera que ambas partes conozcan los límites de cada uno, lo que permitirá el espacio del manejo de los planteamientos sobre los que queremos acordar.

Finalmente, un ingrediente esencial, practicar mucho la inteligencia emocional, para nosotros mismos y para nuestra contraparte, es primordial establecer un clima de cordialidad y empatía, aún en situaciones de conflicto, porque es una gran verdad que el que se enoja pierde, y puede perder mucho en el campo de la negociación quien no es dueño de su propio control.