/ miércoles 20 de octubre de 2021

Conversatorios mineros | Al diablo el medio ambiente

Con la reforma eléctrica, tal y como la propone el Ejecutivo federal, miles de megawatts producidos con energías verdes quedarán prohibidos, en cambio se generarían cientos de miles de toneladas de emisiones a la atmósfera para sustituir proyectos privados solares y eólicos con electricidad producida a partir de carbón. Debemos entender que México lo que necesita es que su presidente siga demostrando su poder, poder sobre los legisladores, las empresas, la opinión pública, ¡¿el medio ambiente que?!

Con su fuerza moral y la necedad de sus ideas, el proyecto de reforma eléctrica podría ser una de las iniciativas más devastadoras, ambiental, económica y socialmente en su sexenio, los alcances serían enormes, olvidemos por un momento la locura de controlar el litio, el hecho de limitar la generación de energía le costará una fortuna al país, con desastrosas consecuencias ambientales.

Por ejemplo en el sector minero, cientos de minas se ubican en zonas a las que nunca ha podido llegar CFE, en esos sitios trabajan muchos miles de mexicanos, en esos sitios las mineras generan su propia energía eléctrica, con combustible y cada vez más con energías alternativas, principalmente energía solar. Sí esto se prohibiera, ¿qué pasaría?, ¿en verdad cerrarían los centros laborales?, ¿CFE garantizaría el abasto o la ley nacería como letra muerta?

Pero la autogeneración de energía también sucede hoteles, plantas armadoras, de alimentos procesados, tiendas de autoservicio, Walmart tiene o tenía, el plan de que el 100% de sus tiendas en México funcionaran con energía solar en esta década, Grupo Bimbo puso el ejemplo con números claros: sus 45 aerogeneradores, que se ven feos dijo AMLO, producen 90 megawatts que representan el 70% de su consumo de energía y evitan la emisión de 180 mil toneladas de CO2 a la atmósfera, pero le pagan poco a CFE, dicen ¿y saben qué? Eso está bien, porque sí todas las empresas mencionadas le pagaran más a CFE se incrementarían sus costos de operación y al reducir su margen de utilidad, reducirían sueldos y generación de empleos e incrementaría el precio al público de sus productos.

A mí como mexicano no me beneficia que le paguen a una paraestatal que me tiene sometido y secuestrado como cliente, desde que nacimos tú y yo hemos vivido sin una opción de consumo, debo pagarle al Gobierno sí quiero energía eléctrica, ellos ponen las tarifas y condiciones de servicio. Punto. Qué vergüenza con los mediocres que publican que Bimbo y Oxxo paga una tarifa menor a la que paga el mexicano promedio, obviamente que pagan menos, porque tienen millones invertidos en producir energía verde que les permite ahorrar dinero y maximizar sus utilidades, ¡son un negocio imbéciles!, se dedican a ganar dinero ofreciéndome productos y servicios, pero a diferencia de lo que pasa con CFE ¡yo puedo elegir comprar pan Bimbo, que es delicioso, o comprar cualquier otra marca! Ahora el Presidente quiere vender más energía producida con carbón para incrementar el ingreso de una administración fallida.

La ley ambiental existe en México desde 1988, cuando nació la Lgeepa y hasta el día de hoy se define como: "El instrumento de política ambiental… con el fin de lograr la protección del medio ambiente y la preservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a partir del análisis de las tendencias de deterioro y las potencialidades de aprovechamiento de los mismos". Prohibiendo la generación privada de energía renovable, no se protege al ambiente y se aprovechan el potencial de desarrollo sustentable, se protege un monopolio del Estado y la voluntad de un dictador.

Con la reforma eléctrica, tal y como la propone el Ejecutivo federal, miles de megawatts producidos con energías verdes quedarán prohibidos, en cambio se generarían cientos de miles de toneladas de emisiones a la atmósfera para sustituir proyectos privados solares y eólicos con electricidad producida a partir de carbón. Debemos entender que México lo que necesita es que su presidente siga demostrando su poder, poder sobre los legisladores, las empresas, la opinión pública, ¡¿el medio ambiente que?!

Con su fuerza moral y la necedad de sus ideas, el proyecto de reforma eléctrica podría ser una de las iniciativas más devastadoras, ambiental, económica y socialmente en su sexenio, los alcances serían enormes, olvidemos por un momento la locura de controlar el litio, el hecho de limitar la generación de energía le costará una fortuna al país, con desastrosas consecuencias ambientales.

Por ejemplo en el sector minero, cientos de minas se ubican en zonas a las que nunca ha podido llegar CFE, en esos sitios trabajan muchos miles de mexicanos, en esos sitios las mineras generan su propia energía eléctrica, con combustible y cada vez más con energías alternativas, principalmente energía solar. Sí esto se prohibiera, ¿qué pasaría?, ¿en verdad cerrarían los centros laborales?, ¿CFE garantizaría el abasto o la ley nacería como letra muerta?

Pero la autogeneración de energía también sucede hoteles, plantas armadoras, de alimentos procesados, tiendas de autoservicio, Walmart tiene o tenía, el plan de que el 100% de sus tiendas en México funcionaran con energía solar en esta década, Grupo Bimbo puso el ejemplo con números claros: sus 45 aerogeneradores, que se ven feos dijo AMLO, producen 90 megawatts que representan el 70% de su consumo de energía y evitan la emisión de 180 mil toneladas de CO2 a la atmósfera, pero le pagan poco a CFE, dicen ¿y saben qué? Eso está bien, porque sí todas las empresas mencionadas le pagaran más a CFE se incrementarían sus costos de operación y al reducir su margen de utilidad, reducirían sueldos y generación de empleos e incrementaría el precio al público de sus productos.

A mí como mexicano no me beneficia que le paguen a una paraestatal que me tiene sometido y secuestrado como cliente, desde que nacimos tú y yo hemos vivido sin una opción de consumo, debo pagarle al Gobierno sí quiero energía eléctrica, ellos ponen las tarifas y condiciones de servicio. Punto. Qué vergüenza con los mediocres que publican que Bimbo y Oxxo paga una tarifa menor a la que paga el mexicano promedio, obviamente que pagan menos, porque tienen millones invertidos en producir energía verde que les permite ahorrar dinero y maximizar sus utilidades, ¡son un negocio imbéciles!, se dedican a ganar dinero ofreciéndome productos y servicios, pero a diferencia de lo que pasa con CFE ¡yo puedo elegir comprar pan Bimbo, que es delicioso, o comprar cualquier otra marca! Ahora el Presidente quiere vender más energía producida con carbón para incrementar el ingreso de una administración fallida.

La ley ambiental existe en México desde 1988, cuando nació la Lgeepa y hasta el día de hoy se define como: "El instrumento de política ambiental… con el fin de lograr la protección del medio ambiente y la preservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a partir del análisis de las tendencias de deterioro y las potencialidades de aprovechamiento de los mismos". Prohibiendo la generación privada de energía renovable, no se protege al ambiente y se aprovechan el potencial de desarrollo sustentable, se protege un monopolio del Estado y la voluntad de un dictador.