/ miércoles 5 de enero de 2022

Conversatorios mineros | Minería y 2022, ¿todo bien?

¿Cómo vendrá el 2022 para la minería en México?, si hoy tuviéramos los resultados oficiales de esta actividad en 2021, los números de producción, ventas e inversión serán positivos, si nos limitamos a esos parámetros confirmaremos que el 2021 fue un buen año y el 2022 será igualmente bueno o mejor. Ahora bien, cambiemos la pregunta, ¿Cómo calificamos el desempeño del Gobierno como regulador e impulsor de la minería en 2021, cómo será en 2022?

En estos días, tan propicios para la revisión de acciones y previsión del periodo que va iniciando, es importante poner las cosas en contexto en todos los sectores, entender que cada actividad económica y política del país tiene sus escenarios, sus actores y sus tiempos y por ejemplo en minería tenemos diferentes actores, los primeros son los mineros.

Los mineros en 2021 lo hicieron bien punto, la producción salió adelante, se perfeccionaron los protocolos para tener buenos números en una pandemia que no se termina, se logró lidiar con un gobierno autoritario con la estrategia clásica de bajo perfil, no plantó cara, no propuso, ni construyó puentes, ni le habló a la sociedad, simplemente sacó la chamba y nada nos indica que en el 2022 vaya a hacer las cosas diferentes.

El Gobierno federal ya lo dijimos, lo hizo mal, definitivamente, no propuso, sí marcó su raya y no aprovechó los buenos precios internacionales de los metales para fomentar la inversión en exploración, no impulsó nuevos proyectos, ni siquiera bajo sus condiciones. Los gobiernos estatales, en temas como este no pintan mucho, en 2021 su trabajo fue de mucha simulación, es rarísimo encontrar un gobernador que haga la diferencia en minería, ahora mismo diría que José Rosas Aispuro en Durango es la mejor referencia, el resto de los mandatarios hacen lo que la Federación dicta en la materia y sostienen figuras decorativas en sus direcciones de Minería que se dedican a llenar presidiums, hacer como que impulsan, como que fomentan, como que son enlaces que al final no enlazan nada y nunca hacen la diferencia para que un proyecto salga adelante, no es su culpa, simplemente no tienen las atribuciones; Finalmente están los municipios, que son los que de verdad trabajan con las mineras o contra ellas, son grandes facilitadores, grandes héroes o viles villanos, normalmente no hay medias tintas, así pasó en el 2021 y así seguirá este año.

Entonces ¿Qué podemos esperar para la minería en 2022?, fácil, esperamos tener un 2021. Un gobierno federal cerrado, sin promoción de la inversión, un sector pasivo que trabajará mucho en lo que sabe hacer, que es dar resultado en sus operaciones, buenos precios en los metales, muchas reuniones gremiales de vanidad, muchas reuniones interinstitucionales de simulación, en fin, en el presente no suena mal, allá en la segunda mitad de la década sabremos cuáles fueron los resultados, de no explorar, de no autorizar, de no alzar la voz, por el momento ¡aquí vamos 2022 con todo bien!... ¿o no?


¿Cómo vendrá el 2022 para la minería en México?, si hoy tuviéramos los resultados oficiales de esta actividad en 2021, los números de producción, ventas e inversión serán positivos, si nos limitamos a esos parámetros confirmaremos que el 2021 fue un buen año y el 2022 será igualmente bueno o mejor. Ahora bien, cambiemos la pregunta, ¿Cómo calificamos el desempeño del Gobierno como regulador e impulsor de la minería en 2021, cómo será en 2022?

En estos días, tan propicios para la revisión de acciones y previsión del periodo que va iniciando, es importante poner las cosas en contexto en todos los sectores, entender que cada actividad económica y política del país tiene sus escenarios, sus actores y sus tiempos y por ejemplo en minería tenemos diferentes actores, los primeros son los mineros.

Los mineros en 2021 lo hicieron bien punto, la producción salió adelante, se perfeccionaron los protocolos para tener buenos números en una pandemia que no se termina, se logró lidiar con un gobierno autoritario con la estrategia clásica de bajo perfil, no plantó cara, no propuso, ni construyó puentes, ni le habló a la sociedad, simplemente sacó la chamba y nada nos indica que en el 2022 vaya a hacer las cosas diferentes.

El Gobierno federal ya lo dijimos, lo hizo mal, definitivamente, no propuso, sí marcó su raya y no aprovechó los buenos precios internacionales de los metales para fomentar la inversión en exploración, no impulsó nuevos proyectos, ni siquiera bajo sus condiciones. Los gobiernos estatales, en temas como este no pintan mucho, en 2021 su trabajo fue de mucha simulación, es rarísimo encontrar un gobernador que haga la diferencia en minería, ahora mismo diría que José Rosas Aispuro en Durango es la mejor referencia, el resto de los mandatarios hacen lo que la Federación dicta en la materia y sostienen figuras decorativas en sus direcciones de Minería que se dedican a llenar presidiums, hacer como que impulsan, como que fomentan, como que son enlaces que al final no enlazan nada y nunca hacen la diferencia para que un proyecto salga adelante, no es su culpa, simplemente no tienen las atribuciones; Finalmente están los municipios, que son los que de verdad trabajan con las mineras o contra ellas, son grandes facilitadores, grandes héroes o viles villanos, normalmente no hay medias tintas, así pasó en el 2021 y así seguirá este año.

Entonces ¿Qué podemos esperar para la minería en 2022?, fácil, esperamos tener un 2021. Un gobierno federal cerrado, sin promoción de la inversión, un sector pasivo que trabajará mucho en lo que sabe hacer, que es dar resultado en sus operaciones, buenos precios en los metales, muchas reuniones gremiales de vanidad, muchas reuniones interinstitucionales de simulación, en fin, en el presente no suena mal, allá en la segunda mitad de la década sabremos cuáles fueron los resultados, de no explorar, de no autorizar, de no alzar la voz, por el momento ¡aquí vamos 2022 con todo bien!... ¿o no?