/ miércoles 18 de mayo de 2022

Conversatorios mineros | Mudanza fiscal

Por demás interesante resulta la invitación que recién hizo el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo a las empresas mineras con operaciones en el Estado y que tengan como sede en el país sus oficinas centrales en la CDMX, a ellos los invita a mudar sus domicilios fiscales a Sonora, a cambio comprometería un porcentaje del pago de impuestos para obras en sus comunidades vecinas, o al menos ese fue el acuerdo político que el ejecutivo estatal hizo con Grupo México.

En el marco del Seminario, Futuro de la Inversión en Minería, el gobernador Durazo hizo público que Grupo México mudó su domicilio fiscal a Sonora, lo cual generaría impuestos locales por un monto de entre 150 y 200 millones de pesos anuales. Este movimiento, de acuerdo a las palabras del Gobierno, es producto de un acuerdo con la empresa minera, en el que el Gobierno del Estado destinará un importe igual al 40% de ese incremento para obras sociales y de infraestructura en Cananea, un 30% para los mismo renglones pero en Nacozari y el 30% restante será usado por el Gobierno de Sonora para otros municipios de su interés en la zona sur de la entidad.

Lo anterior suena familiar y suena a un par de cosas. Para empezar suena a un acuerdo político, que bien pudiera ser un convenio escrito, no quiero pensar que este tipo de propuestas son únicamente de palabra y se cierran con un apretón de manos con Germán Larrea. Sería interesantísimo conocer los detalles del convenio escrito sí es que existiera, pues un documento de este tipo sí podría dar certidumbre a otras empresas y animarlas a la “mudanza fiscal”, pero además demostraría que el Gobernador dá un paso al frente y difiere de la línea política del presidente López Obrador de mantenerse al margen del sector minero.

Es bien interesante dimensionar este tipo de acuerdos, bien particular e inusual, posiblemente incluso debe estar en la fina línea entre algo no contemplado en la Ley. Es decir Walmart por ejemplo paga impuestos este 2022, al final del año se hará por parte del poder Legislativo un Presupuesto de Egresos para el 2023, en ese presupuesto dice y etiqueta, en qué se va a gastar y cómo se va gastar la bolsa recaudada en 2022, pero en ningún lado vas a encontrar que diga “Walmart pagó 400 millones de pesos y con esos 400 millones vamos a hacer 30% pavimentación, 40% carreteras y 40% becas a estudiantes y viejitos”, nop, así no es, no dicen Chuchito Pérez pagó nomás 3 mil pesos de impuestos y con eso vamos a comprar papel para sacar copias, nop. Entonces resulta muy raro que sí se pueda etiquetar el supuesto incremento que calculan recibirá el Gobierno del Estado de Sonora con el cambio de domicilio fiscal de Grupo México.

Ahora bien, que otra cosa les recuerda este acuerdo… Al Fondo Minero, el único instrumento que usaba impuestos de las mineras para beneficiar comunidades mineras, la forma en la que por algunos años las empresas pudieron lucir una mejor imagen con un pago que ya tenían que hacer obligadamente. El acuerdo de Grupo México traerá de nueva ese discurso, esa esencia, en la que se dirá que las obras serán gracias a los impuestos que paga Grupo México y eso es capital político y marketing, del Fondo Minero hablamos otro día.


Por demás interesante resulta la invitación que recién hizo el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo a las empresas mineras con operaciones en el Estado y que tengan como sede en el país sus oficinas centrales en la CDMX, a ellos los invita a mudar sus domicilios fiscales a Sonora, a cambio comprometería un porcentaje del pago de impuestos para obras en sus comunidades vecinas, o al menos ese fue el acuerdo político que el ejecutivo estatal hizo con Grupo México.

En el marco del Seminario, Futuro de la Inversión en Minería, el gobernador Durazo hizo público que Grupo México mudó su domicilio fiscal a Sonora, lo cual generaría impuestos locales por un monto de entre 150 y 200 millones de pesos anuales. Este movimiento, de acuerdo a las palabras del Gobierno, es producto de un acuerdo con la empresa minera, en el que el Gobierno del Estado destinará un importe igual al 40% de ese incremento para obras sociales y de infraestructura en Cananea, un 30% para los mismo renglones pero en Nacozari y el 30% restante será usado por el Gobierno de Sonora para otros municipios de su interés en la zona sur de la entidad.

Lo anterior suena familiar y suena a un par de cosas. Para empezar suena a un acuerdo político, que bien pudiera ser un convenio escrito, no quiero pensar que este tipo de propuestas son únicamente de palabra y se cierran con un apretón de manos con Germán Larrea. Sería interesantísimo conocer los detalles del convenio escrito sí es que existiera, pues un documento de este tipo sí podría dar certidumbre a otras empresas y animarlas a la “mudanza fiscal”, pero además demostraría que el Gobernador dá un paso al frente y difiere de la línea política del presidente López Obrador de mantenerse al margen del sector minero.

Es bien interesante dimensionar este tipo de acuerdos, bien particular e inusual, posiblemente incluso debe estar en la fina línea entre algo no contemplado en la Ley. Es decir Walmart por ejemplo paga impuestos este 2022, al final del año se hará por parte del poder Legislativo un Presupuesto de Egresos para el 2023, en ese presupuesto dice y etiqueta, en qué se va a gastar y cómo se va gastar la bolsa recaudada en 2022, pero en ningún lado vas a encontrar que diga “Walmart pagó 400 millones de pesos y con esos 400 millones vamos a hacer 30% pavimentación, 40% carreteras y 40% becas a estudiantes y viejitos”, nop, así no es, no dicen Chuchito Pérez pagó nomás 3 mil pesos de impuestos y con eso vamos a comprar papel para sacar copias, nop. Entonces resulta muy raro que sí se pueda etiquetar el supuesto incremento que calculan recibirá el Gobierno del Estado de Sonora con el cambio de domicilio fiscal de Grupo México.

Ahora bien, que otra cosa les recuerda este acuerdo… Al Fondo Minero, el único instrumento que usaba impuestos de las mineras para beneficiar comunidades mineras, la forma en la que por algunos años las empresas pudieron lucir una mejor imagen con un pago que ya tenían que hacer obligadamente. El acuerdo de Grupo México traerá de nueva ese discurso, esa esencia, en la que se dirá que las obras serán gracias a los impuestos que paga Grupo México y eso es capital político y marketing, del Fondo Minero hablamos otro día.