El 2021 trae esperanza de mejora en todos los aspectos de la vida del país, pero traerá también campañas electorales y una guerra de intereses, en la que Morena y la 4T buscan ganar territorio en los estados en donde no son gobierno, muchos de ellos con una fuerte actividad minera, donde varios proyectos quedarán en medio del fuego cruzado de los contendientes y sus discursos que aprovechan temas como agua, tierra, sustentabilidad, recursos naturales y soberanía para conquistar simpatías aun a costa del daño colateral que puedan causar.
Pongo un ejemplo reciente y vigente. En el Estado de Guanajuato, un Estado minero, un Estado gobernado por el PAN, entre los municipios de Comonfort y Juventino Rosas se extiende uno de los proyectos mineros de exploración más importantes del país, que a mediano plazo podría convertirse en una mina subterránea estratégica para regresar el dinamismo económico del sector extractivo a Guanajuato, se trata del Proyecto Neutla de Adularia Exploraciones, que a lo largo del año hemos cubierto y documentado precisamente a raíz de injusticias e ilegalidades de parte del Ayuntamiento de Comonfort, de extracción morenista, que se empeñó desde abril del año que termina, en desprestigiar y frenar a esta empresa usándola como botín político.
Para no extendernos en una historia conocida, un presidente municipal y un regidor sin ética, ni idea de la importancia del bien colectivo que trae la minería, iniciaron una campaña de desprestigio contra Minera Adularia Exploraciones, decían que la empresa, en labores únicamente de exploración, contaminaba el subsuelo y las aguas de la presa Neutla, interpuso una denuncia ante Profepa y Conagua, incluso llegó a decretar (sic) en una reunión de Cabildo la “cancelación del proyecto minero”, a pesar de que éste tenía todos los permisos federales en regla. Intentaron “vender” entre la población una idea de justicieros que luchaban por el medio ambiente contra un enemigo inexistente, pues Conagua a la postre no encontró ninguna irregularidad y Profepa no generó ninguna sanción, lo que sí hubo fue un ataque sistemático del Ayuntamiento morenista para con la empresa, entre otras cosas, en plena pandemia con Policía Municipal armada, detuvieron la entrega de despensas a gente vulnerable de comunidades rurales, pusieron sellos de clausura en sus bodegas y publicaron una veintena de boletines agraviando a la minera.
Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes
Dicho lo anterior invito a la reflexión de las siguientes cuestiones. ¿Que va a pasar en 2021 cuando esos personajes que intentaron frenar a Adularia sean oficialmente candidatos de Morena?, ¿con qué ética van a llevar su campaña?, ¿Encontrarán un contrapeso político que en campaña defienda la actividad minera?. Pero sobre todo, ¿Cuántos proyectos en una situación similar hay en el país? y ¿Qué certeza jurídica tendrán los inversionistas que hoy sostienen su interés en inyectar cientos de millones de dólares y crear miles de empleos?. El 2021 alivia con su promesa de esperanza, pero no será fácil y la recuperación en medio de una elección no tiene palabra de honor.
