Semarnat emitió recién una nueva resolución negativa para construir y operar una mina. Ahora tocó a Minera Gorrión de Almadén Minerals con su añejo proyecto Ixtaca en Puebla. Este resolutivo confirma dos cosas: Uno. Es política de Estado negar permisos para minería y dos. Los directivos de las mineras, principalmente los que están fuera del país, siguen sin entender que el capital social será la única forma de abrir vías de negociación para operar en tiempos de un gobierno populista y electorero.
Cerramos el año escuchando la misma canción, interpretada por la 4T y dedicada para todos los mineros que quieren invertir en el país, en especial para Almadén Minerals y Minera Gorrión, que por impactante que parezca tiene 19 años interesados en desarrollar una mina de oro y plata al Norte de Puebla. Les tengo noticias, están en el peor momento para avanzar y me explico líneas abajo.
El famoso No a la Mina, que nuevamente se deja escuchar, trae el conocido acompañamiento, clásico en México, de las complicaciones por tiempos electorales. Efectivamente Almadén estaba jugando la carta de los tiempos, pues seguro estaban conscientes de que era importante sacar un resolutivo antes del año electoral, lamentablemente obtuvieron un resolutivo negativo en el oficio 06549 emitido por la Dgira de Semarnat, ahora tendrán que buscar sus opciones jurídicas que echarán a andar en 2021, año en el que en Puebla se jugarán 41 diputados locales, 217 presidencias municipales y 15 diputaciones federales, con lo cual evidentemente NO van a recibir un fallo favorable en un recurso de revisión y mucho menos van a avanzar en un amparo contra la negativa de la autoridad. La idea de iniciar de nuevo, ingresando una MIA fortalecido y resarciendo la supuesta insuficiencia de información sería una tontería, porque señores, No les negaron los permisos por un problema técnico o jurídico, les negaron los permisos evidentemente por un tema político. Político de percepción social.
En el Proyecto Ixtaca se mezclan los elementos clásicos: un partido político que necesita una causa para acreditarse ante la sociedad y una empresa que no ha conectado con la comunidad. De modo que los políticos mantendrán vivo el tema de que la mina amenaza a los pueblos, ecosistemas, el agua y la vida.
Aunque Almadén diga lo que sus asesores recomiendan, que confía en la Ley y en las instituciones (ja ja ja), sabemos que se sienten tan frustrados como muchos otros lo estamos en todo del país; sin embargo, si de algo ayudara ser propositivo, sembrar capital político, formar grupos de amigos del proyecto, con gente que legítimamente se vea beneficiada con su presencia es un buen camino, (si ya lo hicieron no lo han comunicado) y no hablo de dar unas despensas y unas becas, hablo de desarrollar un programa con presupuesto propio a diez años, tiempo en que garanticen que con mina o sin mina vas a ayudar al progreso de las comunidades, que vas a volverte parte del entorno y que el tiempo le dará la razón a tu interés legítimo de desarrollar minería.
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Si Almadén tuviera 300 simpatizantes en los pueblos de su proyecto ya los hubieran movilizado a la delegación de Semarnat en Puebla, porque hacerse visibles es muy necesario en tiempos de gobiernos tan mediáticos como el que nos está tocando. Así que mientras las empresas no cuenten con argumentos y herramientas sociales y de percepción pública, no podrán combatir las negativas de la autoridad, si ya jugaste el juego 20 años de la misma forma y nos has ganado, ¿Qué tal si consideras cambiar tu forma de jugar?
