/ miércoles 15 de junio de 2022

Conversatorios mineros | Nueva tragedia en Pasta de Conchos

Tenían que pasar 16 años para una nueva tragedia en Pasta de Conchos, Coahuila, una peor que la del 2006 porque aquella fue un accidente, con omisiones y negligencia, pero al final nadie hizo volar ese túnel premeditadamente. Hoy el Gobierno federal retoma esa tragedia, premeditada y maquiavélicamente para montarse en un discurso politiquero y adjudicarle a una empresa más de mil millones de pesos vía CFE, para que construya rampas de acceso en busca de la posibilidad de recuperar los restos de 63 cuerpos. ¿Así de noble, sensible y dadivosa es la 4T?.

Seguramente se lo pregunta, ¿ese dinero no se podría usar en otra cosa?, ¿hay un reclamo social mayoritario del pueblo de México por explorar la posibilidad de encontrar vestigios de cuerpos calcinados de hace 16 años?, ¿y los niños con cáncer?, ¿el impulso al deporte?, ¿mejoras en planteles educativos?, ¿Por qué no hacemos una consulta nacional?, a la 4T le gusta y le funcionan las consultas, cierto?, a ver si la mayoría de los mexicanos quieren destinar de sus impuestos la cantidad de 1 mil 164 millones 240 mil 813 pesos a una empresa supervisada por la CFE de Manuel Bartlett para hacer rampas de acceso para buscar los cuerpos de mineros muertos de hace casi dos décadas, mineros que lamentablemente fallecieron, empleados de una empresa que ya fue sancionada, con familias que ya fueron resarcidas en apego a la ley.

Ya sabemos que las vidas perdidas no pueden pagarse con dinero, no la de los mineros, pero tampoco la de los 43 de Ayotzinapa, ni la de los pequeños de la Guardería ABC, ni las explosiones en Tultepec, ni la de las vidas que se han perdido por negligencia médica o falta de medicamentos en el Sistema de Salud mexicano. No veo al Gobierno de México, no veo a López Obrador preocupado por instruir millonarios gastos, para estas otras causas, pero en el caso de Pasta de Conchos hay una combinación perfecta, una mina que es “culpable” de un accidente, familias de dolientes y la CFE, que por alguna puta razón fue la CFE la instruida para llevar a cabo estos trabajos y no la Secretaría de Economía, de la cual dependen las minas, ni siquiera la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que debería tener más experiencia en temas de ingeniería, son unas rampas, unas pinches rampas de mil millones de pesos, la lógica y tu conciencia histórica te dicen que Manuel Bartlett es la mejor persona para que él le asigne de forma directa todo ese dinero a la empresa que él escoja. Por cierto los trabajos se empezarán a realizar este año y podrían durar más de dos años, es decir se terminará el sexenio de López Obrador y no estarán concluidos, y el siguiente gobierno tendrá que continuar con la locura que representa buscar restos de cuerpos calcinados en un túnel de varios kilómetros, por cierto está inundado. No somos tontos, pareciera que no están buscando rescatar ningunos restos, pareciera una transa que resulta más trágica que las mismas muertes, porque están usando recursos públicos para malgastar y posiblemente desviar el dinero de los mexicanos usando la pérdida de vidas humanas que sucedió hace muchos años atrás y eso, en la lengua de Cervantes, es no tener madre, ni poquita. Un agradecimiento especial y crédito al periodista Pancho Grave del Diario 24 Horas, por abordar el tema en su columna del día de ayer, de donde obtuvimos los datos para esta reflexión.


Tenían que pasar 16 años para una nueva tragedia en Pasta de Conchos, Coahuila, una peor que la del 2006 porque aquella fue un accidente, con omisiones y negligencia, pero al final nadie hizo volar ese túnel premeditadamente. Hoy el Gobierno federal retoma esa tragedia, premeditada y maquiavélicamente para montarse en un discurso politiquero y adjudicarle a una empresa más de mil millones de pesos vía CFE, para que construya rampas de acceso en busca de la posibilidad de recuperar los restos de 63 cuerpos. ¿Así de noble, sensible y dadivosa es la 4T?.

Seguramente se lo pregunta, ¿ese dinero no se podría usar en otra cosa?, ¿hay un reclamo social mayoritario del pueblo de México por explorar la posibilidad de encontrar vestigios de cuerpos calcinados de hace 16 años?, ¿y los niños con cáncer?, ¿el impulso al deporte?, ¿mejoras en planteles educativos?, ¿Por qué no hacemos una consulta nacional?, a la 4T le gusta y le funcionan las consultas, cierto?, a ver si la mayoría de los mexicanos quieren destinar de sus impuestos la cantidad de 1 mil 164 millones 240 mil 813 pesos a una empresa supervisada por la CFE de Manuel Bartlett para hacer rampas de acceso para buscar los cuerpos de mineros muertos de hace casi dos décadas, mineros que lamentablemente fallecieron, empleados de una empresa que ya fue sancionada, con familias que ya fueron resarcidas en apego a la ley.

Ya sabemos que las vidas perdidas no pueden pagarse con dinero, no la de los mineros, pero tampoco la de los 43 de Ayotzinapa, ni la de los pequeños de la Guardería ABC, ni las explosiones en Tultepec, ni la de las vidas que se han perdido por negligencia médica o falta de medicamentos en el Sistema de Salud mexicano. No veo al Gobierno de México, no veo a López Obrador preocupado por instruir millonarios gastos, para estas otras causas, pero en el caso de Pasta de Conchos hay una combinación perfecta, una mina que es “culpable” de un accidente, familias de dolientes y la CFE, que por alguna puta razón fue la CFE la instruida para llevar a cabo estos trabajos y no la Secretaría de Economía, de la cual dependen las minas, ni siquiera la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que debería tener más experiencia en temas de ingeniería, son unas rampas, unas pinches rampas de mil millones de pesos, la lógica y tu conciencia histórica te dicen que Manuel Bartlett es la mejor persona para que él le asigne de forma directa todo ese dinero a la empresa que él escoja. Por cierto los trabajos se empezarán a realizar este año y podrían durar más de dos años, es decir se terminará el sexenio de López Obrador y no estarán concluidos, y el siguiente gobierno tendrá que continuar con la locura que representa buscar restos de cuerpos calcinados en un túnel de varios kilómetros, por cierto está inundado. No somos tontos, pareciera que no están buscando rescatar ningunos restos, pareciera una transa que resulta más trágica que las mismas muertes, porque están usando recursos públicos para malgastar y posiblemente desviar el dinero de los mexicanos usando la pérdida de vidas humanas que sucedió hace muchos años atrás y eso, en la lengua de Cervantes, es no tener madre, ni poquita. Un agradecimiento especial y crédito al periodista Pancho Grave del Diario 24 Horas, por abordar el tema en su columna del día de ayer, de donde obtuvimos los datos para esta reflexión.