El 2020 ya se fue y en la cabeza de la mayoría está la incertidumbre de cómo pinta el 2021, si estaban con el pendiente al parecer al oro le va ir muy bien al igual que a otras materias primas del sector extractivo. La pregunta que me hago es ¿Qué vamos a hacer como país para aprovechar la buena racha del oro?.
En las últimas tres o cuatro semanas los precios del oro estuvieron bajando escalones rondando los $1,750 dólares por onza, sin embargo el día de ayer acompañando la escalada de 6% que tuvo el precio de la plata, el oro regresó a superar la barrera de los $1,800 dólares y analistas de todo el mundo, incluso los pesimistas, coinciden que todo pinta para este metal refugio por excelencia tenga un gran inicio de año, y que salvo algún tropiezo en 2021, dentro de un año podría estar dando cuentas de precio ligeramente por debajo de los $2 mil dólares la onza.
La explicación tiene que ver con que, como recordarán el oro, a diferencia de la mayoría de la gente, tuvo un excelente verano en 2020 y ya se veía venir el final de esa racha, lo cual sucedió en noviembre, pero el último mes del año nos recibe con un dólar debilitado y con anuncios de paquetes de estímulos fiscales bastante robustos tanto en Estados Unidos, como en Canadá y varios países de Europa, inyectando nueva fuerza al precio del oro, lo que para muchos le dará un primer cuarto de 2021 con grandes resultados. La consecuencia lógica de estímulos fiscales sin freno es una percepción de recuperación económica para mediados del año próximo, con ello una alza en el petróleo y un fortalecimiento del dólar, lo cual haría que el precio del oro caiga, pero, siempre hay un pero, eventualmente vendrá la amenaza inflacionaria producto de los estímulos y el endeudamiento, lo cual dicen los que saben, ocasionará una revalorización del oro, una vez más, para el cierre de 2021.
Otros metales que podrían vivir una historia parecida serían la plata, el cobre y la celebridad del momento, el litio y por supuesto el Bitcoin que compite con el oro por ser el jefe de grupo del salón de los valores refugio.
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Para terminar, amable lector, estimado parroquiano, ni usted ni yo nos haremos ricos con el repunte del oro, tampoco compraremos Bitcoins, no tenemos el pantone, ni la geolocalización adecuada para ello. Sin embargo el gobierno de un país sí debería tener las herramientas, las políticas públicas y la iniciativa para aprovechar las mejores condiciones internacionales para fortalecerse en lo interno, ayudar a que haya una mayor producción de oro, una mayor generación de empleos, un auge de nuevos proyectos, incentivos, certidumbre, atención y empatía todo eso sí podría ayudar a que al final del día estas condiciones favorables para la minería se tradujeran en mejoras para la economía de los 25 estados mineros de México y sus 212 municipios. ¿Lo hará la 4T?
