POCO QUE FESTEJAR…El PRI llegó ayer lunes 4 de marzo a 90 años de existencia. Su saldo al momento no es como para echar campanas al vuelo. Para abrir boca, perdió la presidencia de la República y el Congreso de la Unión a manos de Morena. Logró en julio pasado 9.2 millones de votos, que es el 16.4% de la votación. Tiene solo 47 diputados federales y 12 senadores. Aún mantiene 12 gubernaturas, pero muy acotadas porque en algunos casos su congreso local está en manos de la oposición. Sus sectores están prácticamente desmantelados o a punto de colapso, como pasa con la CNC. En este momento no cuentan con una sola figura capaz de aglutinar a la militancia o de una bandera que los mueva a un propósito común. En pocas palabras, ahorita están fritos.
Y SIN EMBARGO SE MUEVE…Seguramente que los grupos de poder dentro del PRI saben que nunca había estado en una situación como la que viven hoy. Cuando perdieron la presidencia con Vicente Fox mantuvieron presencia en gubernaturas, alcaldías y el Congreso. Hoy, están barridos. Pero, como dicen sus simpatizantes, todavía tienen el colmillo y la experiencia como para reagruparse. Además, no hay que olvidar que el PRI tiene una enorme capacidad camaleónica y sabe cómo ejercer el gatopardismo, haciendo cambios para que todo siga igual. Pero ahora ya no podrán ser cambios cosméticos como antes. Deberán ser de fondo y con una limpia real, pero sobre todo tirar el lastre que los mantiene en el fondo. La pregunta es si este partido se animará a aplicarse una cirugía mayor o solo se van a poner una curita. Ya veremos, pues por sus discursos pareciera que no. O con mamadas como esa de correr a Peña Nieto.
CHOTEARON EL OPERATIVO…Al parecer ya todo mundo se dio cuenta del operativo que se carga Morena y la presidencia en las giras del presidente Andrés Manuel López Obrador por los estados, en donde un grupo chairo tiene la consigna de insultar y abuchear al gobernador anfitrión, para que luego el presidente salga en su rescate, claro siempre y cuando no sea respondón como pasó con Héctor Estudillo, el gobernador de Guerrero, quien le reclamó a AMLO por la rechifla que sufrió a manos de militantes de Morena. En respuesta, el presidente no lo dejó hablar porque puso a consulta pública si el gobernador podía hablar en ese acto público. El caso es que ya son muchos los gobernadores que han sufrido este momento bochornoso y algunos, como Javier Corral, dicen que se han mordido una oreja para no responder y mejor aguantan el insulto público.
LARGA LISTA DE AFECTADOS…La lista de gobernadores agraviados por este operativo chairo de insultarlos y agredirlos en los mítines de AMLO es muy larga. De acuerdo con la columna de Pascal Beltrán del Río, todo empezó desde la gira de agradecimiento en Baja California Sur. Luego siguieron los mandatarios de Coahuila, Aguascalientes y Nuevo León. Hasta Cuauhtémoc Blanco le tocaron la tanda de mentadas y gritos. También lo sufrieron los gobernadores de Tabasco, Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Zacatecas, Estado de México, Sinaloa, San Luis Potosí, Tlaxcala y Quintana Roo. Siempre con la misma mecánica: un evento organizado por Morena, donde grupos chairos toman posiciones claves y a la señal de ataque lanzan la ola de insultos. Luego de diez minutos, porque se supone que eso debe durar, aparece el presidente López Obrador como el salvador de la patria y pone orden. Le levanta la mano al gobernador, lo consuela, y lo libra del martirio. Obvio, los gobernantes saben que esto estaba arreglado y nomás tienen que comerse la humillación en silencio.
TRES EN LA MIRA… El pasado fin de semana tres gobernadores estaban en la mira. Javier Corral de Chihuahua que le tocaron las mentadas el sábado temprano y las sufrió estoico, mordiéndose una oreja de coraje. Luego le prepararon el sarao a Claudia Pavlovich de Sonora, pero aquí les falló por completo. Primero, porque los operadores no lograron llevar suficientes chairos y la gente que asistió no se prestó para la farsa. Y en segundo, porque el gobierno se curó en salud y también tuvo sus invitados que les ganaron a los chairos gritando más fuerte a favor de Claudia. Incluso les falló el desaire de no haberla nombrado como invitada al evento. Esto le permitió ser la primera en dar el discurso que acorraló a AMLO con la petición de los subsidios de la tarifa eléctrica, lo que en lugar de abucheos fueron aplausos para la sonorense. Ah, pero se desquitaron el domingo con el gobernador de Baja California Sur, donde el pobre anfitrión no metió ni las manos.
JALONES DE OREJAS…Al parecer a la comitiva de AMLO no les gustó para nada que la gobernadora Pavlovich haya salido bien librada de la trampa de los abucheos. Por eso fue que los organizadores del evento ya no fueron incorporados a la comitiva. Según testigos presenciales, el presidente López Obrador desayunó temprano en su hotel con Alfonso Durazo. Al terminar abordó una camioneta con algunos invitados, entre ellos la propia Gobernadora. Y obvio se notó la ausencia de Jorge Taddei, quien un día antes iba detrás del mandatario. El domingo no apareció. Dicen que le aplicaron la ley del hielo por el fracaso. Lo malo, que seguramente los chairos buscarán vengarse. Por lo mismo, más vale que estar alertas.
En fin, lo bueno que ya es martes. Por lo mismo no olviden lo que decía el Beto Verdolagas, lo malo de tener más echadas que ponedoras, es que al final terminan faltando huevos. Sale.
