/ sábado 23 de marzo de 2019

Corren rumores | Colosio, 25 años después

Aniversario trágico... Hoy se cumplen 25 años del cobarde asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas, en Tijuana.

Justo en lo que sería su último acto de campaña en Baja California, porque al día siguiente se trasladaría a Sonora, en donde todo estaba preparado para relanzar su campaña electoral que debemos recordar había perdido vuelo por dos razones: La rebelión zapatista que se robaba todos los reflectores, y el constante sabotaje que hacía Manuel Camacho Solís. Precisamente aquí se daría a conocer lo que después usó Ernesto Zedillo como su lema de campaña “El bienestar para la familia”, que sumado al llamado voto del miedo, al final le dio más de 17 millones de votos. O sea, el relanzamiento hubiera resultado efectivo si no hubiera sido por la bala asesina de Mario Aburto, quien hoy intenta convencer a los nuevos investigadores de que la pistola se le disparó por accidente. Apenas en la cuarta transformación son capaces de creer esto.

Sonora lista… Ese 23 de marzo en Sonora había todo un revuelo. Se tenía preparado para un amplísimo programa de campaña para el siguiente día. Habría una enorme concentración en el CUM, en donde se dice se relanzaría la campaña. Seguido de otros eventos en la capital y en varias partes del Estado, sobre todo en Navojoa. Se preparaba además un recibimiento impresionante del candidato y para ello el gobernador Manlio Fabio Beltrones planeaba echar, ahora sí literalmente, la casa por la ventana y toda la carne al asador. Todo el gabinete y los ayuntamientos priistas estaban involucrados. De hecho, ese día miércoles a las 5 de la tarde, hora en que se cometía el crimen en Lomas Taurinas, en Sonora había reunión del gabinete estatal con todos los funcionarios para afinar los detalles. Ahí estaba don Luis Colosio, en ese entonces secretario de Ganadería.

Las primeras noticias… A decir de los testigos que estaban en la reunión de Palacio de Gobierno, las primeras versiones fue que a Luis Donaldo le habían dado un “palazo”. Así como se escuchaba, que había sido atacado con un palo. A los minutos se corrigió y se confirmó la terrible noticia que había sido un balazo. En tanto, la reunión de gabinete se atrasaba porque no salía el entonces gobernador Beltrones. A los minutos, mandan llamar al entonces secretario de Salud, Ernesto Rivera Claisse, y le dan a conocer la noticia y le dicen que se prepare para atender a don Luis, porque tenía cierta afección cardiaca. Momento después de forma discreta llaman a don Luis a la oficina del Gobernador para darle la mala noticia.

Todo se derrumba… Después vendrían los efectos de la tragedia. La esperanza para muchos se esfumó, sobre todo para los mexicanos. Para Sonora, algunos lo han olvidado, había grandes planes porque Luis Donaldo había ofrecido entrarle de lleno a su total transformación. También había un grupo de sonorenses muy allegados que estaban listos para sumarse a este nuevo gobierno, porque todos daban por descontado que ganaría la elección, con todo y las obstrucciones de Camacho Solís y su grupo, que luego se vio que ya tenían planeado la traición a su partido. El tiempo dio la razón a los que en su momento le escupieron en la cara que era un traidor y un perverso. A partir de ese momento los hechos se sucedieron en forma huracanada, provocando un total caos informativo, porque se hablaba de varios tiradores. Una doctora aseguraba que había visto varios proyectiles en el cuerpo del candidato. La Jornada publicaba que había un testigo que juraba que había visto cuando se bajaron cinco Marios Aburtos de un Volkswagen.

Un sepelio sentido… El atentado en Lomas Taurinas mientras se escuchaba la canción de “La Culebra” fue en punto de las 17:17 horas. A las 20:47, Liébano Sáenz, jefe de prensa de la campaña, daba a conocer oficialmente la muerte de Luis Donaldo. Después vendrían las decisiones familiares del sepelio, al decidirse que fuera enterrado en su natal Magdalena, que en esos momentos, como al igual que el resto de Sonora, estaba envuelta en el luto. Fue enterrado en una tumba normal. El mausoleo donde hoy descansa junto con su esposa Diana Laura fue construido posteriormente. Por cierto, un detalle que pocos conocen es que cuando se trasladaron a ese lugar los cadáveres, se equivocaron al colocarlos en los nichos. Después en ceremonia privada corregirían el error. Al tiempo como candidato Ernesto Zedillo visita la tumba y deja un escrito donde promete resolver el crimen, promesa que olvida totalmente al llegar a la Presidencia.

No quise hacerle daño… Como cada año, Mario Aburto vuelve a tener sus cinco minutos de gloria y nos ofrece una nueva versión de los hechos. Ahora, algunos medios publican una declaración en donde asegura que no era su intención hacerle daño al candidato. Que el disparo fue un accidente. Sin comentarios. Por ahí está con su secreto esperando cumplir con la sentencia de 45 años que le dictaron los tribunales. Sin duda, hoy es día de luto como cada año, al recordar un crimen, que para muchos mexicanos todavía está impune.

En fin, sólo queda recordar la frase de Luis Donaldo, “veo un México con hambre y sed de justicia”.

Aniversario trágico... Hoy se cumplen 25 años del cobarde asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas, en Tijuana.

Justo en lo que sería su último acto de campaña en Baja California, porque al día siguiente se trasladaría a Sonora, en donde todo estaba preparado para relanzar su campaña electoral que debemos recordar había perdido vuelo por dos razones: La rebelión zapatista que se robaba todos los reflectores, y el constante sabotaje que hacía Manuel Camacho Solís. Precisamente aquí se daría a conocer lo que después usó Ernesto Zedillo como su lema de campaña “El bienestar para la familia”, que sumado al llamado voto del miedo, al final le dio más de 17 millones de votos. O sea, el relanzamiento hubiera resultado efectivo si no hubiera sido por la bala asesina de Mario Aburto, quien hoy intenta convencer a los nuevos investigadores de que la pistola se le disparó por accidente. Apenas en la cuarta transformación son capaces de creer esto.

Sonora lista… Ese 23 de marzo en Sonora había todo un revuelo. Se tenía preparado para un amplísimo programa de campaña para el siguiente día. Habría una enorme concentración en el CUM, en donde se dice se relanzaría la campaña. Seguido de otros eventos en la capital y en varias partes del Estado, sobre todo en Navojoa. Se preparaba además un recibimiento impresionante del candidato y para ello el gobernador Manlio Fabio Beltrones planeaba echar, ahora sí literalmente, la casa por la ventana y toda la carne al asador. Todo el gabinete y los ayuntamientos priistas estaban involucrados. De hecho, ese día miércoles a las 5 de la tarde, hora en que se cometía el crimen en Lomas Taurinas, en Sonora había reunión del gabinete estatal con todos los funcionarios para afinar los detalles. Ahí estaba don Luis Colosio, en ese entonces secretario de Ganadería.

Las primeras noticias… A decir de los testigos que estaban en la reunión de Palacio de Gobierno, las primeras versiones fue que a Luis Donaldo le habían dado un “palazo”. Así como se escuchaba, que había sido atacado con un palo. A los minutos se corrigió y se confirmó la terrible noticia que había sido un balazo. En tanto, la reunión de gabinete se atrasaba porque no salía el entonces gobernador Beltrones. A los minutos, mandan llamar al entonces secretario de Salud, Ernesto Rivera Claisse, y le dan a conocer la noticia y le dicen que se prepare para atender a don Luis, porque tenía cierta afección cardiaca. Momento después de forma discreta llaman a don Luis a la oficina del Gobernador para darle la mala noticia.

Todo se derrumba… Después vendrían los efectos de la tragedia. La esperanza para muchos se esfumó, sobre todo para los mexicanos. Para Sonora, algunos lo han olvidado, había grandes planes porque Luis Donaldo había ofrecido entrarle de lleno a su total transformación. También había un grupo de sonorenses muy allegados que estaban listos para sumarse a este nuevo gobierno, porque todos daban por descontado que ganaría la elección, con todo y las obstrucciones de Camacho Solís y su grupo, que luego se vio que ya tenían planeado la traición a su partido. El tiempo dio la razón a los que en su momento le escupieron en la cara que era un traidor y un perverso. A partir de ese momento los hechos se sucedieron en forma huracanada, provocando un total caos informativo, porque se hablaba de varios tiradores. Una doctora aseguraba que había visto varios proyectiles en el cuerpo del candidato. La Jornada publicaba que había un testigo que juraba que había visto cuando se bajaron cinco Marios Aburtos de un Volkswagen.

Un sepelio sentido… El atentado en Lomas Taurinas mientras se escuchaba la canción de “La Culebra” fue en punto de las 17:17 horas. A las 20:47, Liébano Sáenz, jefe de prensa de la campaña, daba a conocer oficialmente la muerte de Luis Donaldo. Después vendrían las decisiones familiares del sepelio, al decidirse que fuera enterrado en su natal Magdalena, que en esos momentos, como al igual que el resto de Sonora, estaba envuelta en el luto. Fue enterrado en una tumba normal. El mausoleo donde hoy descansa junto con su esposa Diana Laura fue construido posteriormente. Por cierto, un detalle que pocos conocen es que cuando se trasladaron a ese lugar los cadáveres, se equivocaron al colocarlos en los nichos. Después en ceremonia privada corregirían el error. Al tiempo como candidato Ernesto Zedillo visita la tumba y deja un escrito donde promete resolver el crimen, promesa que olvida totalmente al llegar a la Presidencia.

No quise hacerle daño… Como cada año, Mario Aburto vuelve a tener sus cinco minutos de gloria y nos ofrece una nueva versión de los hechos. Ahora, algunos medios publican una declaración en donde asegura que no era su intención hacerle daño al candidato. Que el disparo fue un accidente. Sin comentarios. Por ahí está con su secreto esperando cumplir con la sentencia de 45 años que le dictaron los tribunales. Sin duda, hoy es día de luto como cada año, al recordar un crimen, que para muchos mexicanos todavía está impune.

En fin, sólo queda recordar la frase de Luis Donaldo, “veo un México con hambre y sed de justicia”.