/ jueves 28 de mayo de 2020

Corren rumores | El país de cocodrilandia

Otros datos… Hay una cosa, que si bien el doctor Hugo López-Castell sea difícil que muera por coronavirus, sí está en riesgo de morir de un infarto por angustia, miedo, desesperación y muchos corajes que le provoca las declaraciones de su jefe el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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El último sufrimiento se lo provocó una nota que apareció en el Reforma y El Universal, en donde cabecearon que México tenía el primer lugar letalidad en América Latina por el coronavirus con el 10.7% de muertes. Esto provocó una airada reacción del Presidente que se lanzó contra los diarios a los que tachó de mentirosos. Lo malo, es que estas mediciones las entregó su propio gobierno y las certificó la Universidad Johns Hopkins que es la que lleva la contabilidad oficial a nivel mundial. Sin embargo, el mandatario sigue aferrado a sus datos y confunde letalidad con mortalidad. Cita un diccionario, no dice cuál para verificar, en donde definen letalidad como la cantidad de personas que mueren en un lugar y en período de tiempo determinado con relación al total de la población. Y de ahí no lo van a mover.

Síndrome de Chimoltrufia… Ya nos imaginamos al pobre del doctor López-Gatell pasando aceite todos los días porque ahora sí no sabe qué informar. Es que la cosa está de la cachetada. Porque si reconoce que el porcentaje de letalidad es de 10.7%, se pone arriba de todos los países latinoamericanos, y deja en claro que algo no están haciendo bien. Ah, pero si para bajar el porcentaje da los verdaderos datos de infectados, peor. Porque entonces es aceptar que están haciendo todo mal. Para donde se mueva lo va a cornar el toro. Y peor aún, uno de sus colaboradores en la conferencia de prensa de la tarde por equivocación le ponen la placa del porcentaje de letalidad comparada con otros países y ahí se ve claro lo publicado por Reforma. De inmediato el pobre amigo gritó al operador del power point: ¡Esa no, esa no!. Pero láááástima Margarito, ya había quedado grabada. Ah, y sobre el manejo del semáforo de riesgo, que sólo lo haría la Federación, ya se cambió de opinión. Ups.

Dos más dos… En este asunto no hay mayor problema que hacer un mero cálculo aritmético. Según la Universidad Johns Hopkins la letalidad del Covid-19 en México es mayor que la de Brasil, que tiene un 6.3%. ¿Por qué? Porque ese país carioca tiene más de 23 mil muertes y cerca de 375 mil casos. Porque allá contabilizan todos los casos, más las pruebas. Aquí en nuestro país sólo se contabilizan casos graves y muertes. En palabras técnicas, nos hacemos tarugos solos. Por eso se puede aplanar la mentada curva. Cierto que ningún país cuenta todos sus casos, pero sí la mayoría. Igual, no hacen cien por ciento de pruebas, pero no tan pocas como aquí. En pocas palabras, por una simpleza hacen una tormenta en un vaso de agua. Total, el que quiera creer, pues su gusto.

En cocodrilandia… Lo peor del caso es que ya la mayoría reconocieron que estamos en el país de cocodrilandia, y deben acostumbrarse a que los cocodrilos vuelan. En ocasiones bajito, pero vuelan. Pasando aceite el doctor López Gatell aclaró o mejor dicho se hizo más bolas, cuando señala que la letalidad en México está sobreestimada (sic) porque la letalidad es el número de las personas que mueren por Covid-19, dividida entre la cantidad de personas que padecen enfermedad. ¿Y? Si eso fue como sacaron el 10.7%. Ah, pero insinuó que a lo mejor hay más enfermos y por eso subes el cero y no toca. Pero chale, bato. Esto ni Lord Molécula se la cree. Pero bueno, así seguiremos. Luego seguirán las nuevas mediciones del crecimiento económico. Que de acuerdo a esos parámetros y como todos somos felices, felices, felices, México estará creciendo entre el 6% y 10% anual. ¡Milagro! Ni China en sus mejores momentos.

Mucha gente… En tanto se ponen de acuerdo para reiniciar actividades el lunes y ajustan sus números, lo cierto es que los mensajes confusos están provocando que la gente se relaje en las medidas de seguridad. Ayer varios videos y fotos en redes se podía observar las calles y avenidas llenas de carros. En el Mercado volvieron a llenarse los lugares del andador que está por la Guerrero. La mayoría personas de tercera edad, sin cubrebocas y sin cuidar la sana distancia. Ya abrieron expendios y se acabaron las colas inútiles. Pasó igual que con el papel del baño. Se buscaba que la gente se moderara y todo lo contrario. No entendemos. Cierto que estamos por debajo del promedio nacional en letalidad del coronavirus, pero no hay que exagerar. Si no nos cuidamos tendremos que regresar a las cuevas, aunque todos hagan corajes.

Ni pa’los chescos… Las delegaciones federales andan con el Jesús en la boca porque ya les anunciaron que no habrá recursos para gasto corriente en tanto no presenten su programa de ajuste presupuestal con un recorte del 75% en las cuentas dos mil y tres mil en los rubros de suministros, materiales y servicios generales. Este corte fue orden directa de la Secretaría de Hacienda. De hecho en el edificio federal del Centro de Gobierno ya había muchas quejas de los trabajadores de que no hay servicio de limpieza. Que tienen que llevar hasta su papel del baño. Pues ahora ni para la renta. Al rato van a estar como en los tiempos del padrecismo, que para levantar una denuncia la víctima tenía que llevar sus propias hojas blancas. El apretón viene en serio y más vale que lleven sus botellitas de agua y lonche. Ah, y papelito para aquellito. Uffa. Viene dura la pobreza calcutiana como la llama Porfirio Muñoz Ledo.

Mentiras de Trump por Twitter…. Qué pela le acaba de poner la empresa Twitter a Donald Trump, quien los acusó de mentiroso y manipuladores de la información porque lo desmintieron cuando dijo que las boletas electorales enviadas por correo conducirían a una “elección amañada”. Esto que es otro fake news estilo Trump para descalificar este sistema de votación, ahora tuvo respuesta inmediata, porque Twitter puso una leyenda en los mensajes del Presidente americano que dice “obtenga los datos sobre las boletas por correo”, y eso lleva a información al respecto, que desmiente rotundamente a Trump. Obvio, esto provocó la furia del mandatario y amenaza ahora con cerrar o regular las redes sociales. Dice que porque silencian las voces conservadoras. Lo cierto es que no las silencian, sino que las desmienten que es muy diferente. Pero bueno, asunto gringo y que ellos se hagan bolas.

En fin, la vida es un frenesí. Por eso recuerden lo que decía don Cleto, si me han de enterrar mañana, pa’que me creman. Sale.

Otros datos… Hay una cosa, que si bien el doctor Hugo López-Castell sea difícil que muera por coronavirus, sí está en riesgo de morir de un infarto por angustia, miedo, desesperación y muchos corajes que le provoca las declaraciones de su jefe el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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El último sufrimiento se lo provocó una nota que apareció en el Reforma y El Universal, en donde cabecearon que México tenía el primer lugar letalidad en América Latina por el coronavirus con el 10.7% de muertes. Esto provocó una airada reacción del Presidente que se lanzó contra los diarios a los que tachó de mentirosos. Lo malo, es que estas mediciones las entregó su propio gobierno y las certificó la Universidad Johns Hopkins que es la que lleva la contabilidad oficial a nivel mundial. Sin embargo, el mandatario sigue aferrado a sus datos y confunde letalidad con mortalidad. Cita un diccionario, no dice cuál para verificar, en donde definen letalidad como la cantidad de personas que mueren en un lugar y en período de tiempo determinado con relación al total de la población. Y de ahí no lo van a mover.

Síndrome de Chimoltrufia… Ya nos imaginamos al pobre del doctor López-Gatell pasando aceite todos los días porque ahora sí no sabe qué informar. Es que la cosa está de la cachetada. Porque si reconoce que el porcentaje de letalidad es de 10.7%, se pone arriba de todos los países latinoamericanos, y deja en claro que algo no están haciendo bien. Ah, pero si para bajar el porcentaje da los verdaderos datos de infectados, peor. Porque entonces es aceptar que están haciendo todo mal. Para donde se mueva lo va a cornar el toro. Y peor aún, uno de sus colaboradores en la conferencia de prensa de la tarde por equivocación le ponen la placa del porcentaje de letalidad comparada con otros países y ahí se ve claro lo publicado por Reforma. De inmediato el pobre amigo gritó al operador del power point: ¡Esa no, esa no!. Pero láááástima Margarito, ya había quedado grabada. Ah, y sobre el manejo del semáforo de riesgo, que sólo lo haría la Federación, ya se cambió de opinión. Ups.

Dos más dos… En este asunto no hay mayor problema que hacer un mero cálculo aritmético. Según la Universidad Johns Hopkins la letalidad del Covid-19 en México es mayor que la de Brasil, que tiene un 6.3%. ¿Por qué? Porque ese país carioca tiene más de 23 mil muertes y cerca de 375 mil casos. Porque allá contabilizan todos los casos, más las pruebas. Aquí en nuestro país sólo se contabilizan casos graves y muertes. En palabras técnicas, nos hacemos tarugos solos. Por eso se puede aplanar la mentada curva. Cierto que ningún país cuenta todos sus casos, pero sí la mayoría. Igual, no hacen cien por ciento de pruebas, pero no tan pocas como aquí. En pocas palabras, por una simpleza hacen una tormenta en un vaso de agua. Total, el que quiera creer, pues su gusto.

En cocodrilandia… Lo peor del caso es que ya la mayoría reconocieron que estamos en el país de cocodrilandia, y deben acostumbrarse a que los cocodrilos vuelan. En ocasiones bajito, pero vuelan. Pasando aceite el doctor López Gatell aclaró o mejor dicho se hizo más bolas, cuando señala que la letalidad en México está sobreestimada (sic) porque la letalidad es el número de las personas que mueren por Covid-19, dividida entre la cantidad de personas que padecen enfermedad. ¿Y? Si eso fue como sacaron el 10.7%. Ah, pero insinuó que a lo mejor hay más enfermos y por eso subes el cero y no toca. Pero chale, bato. Esto ni Lord Molécula se la cree. Pero bueno, así seguiremos. Luego seguirán las nuevas mediciones del crecimiento económico. Que de acuerdo a esos parámetros y como todos somos felices, felices, felices, México estará creciendo entre el 6% y 10% anual. ¡Milagro! Ni China en sus mejores momentos.

Mucha gente… En tanto se ponen de acuerdo para reiniciar actividades el lunes y ajustan sus números, lo cierto es que los mensajes confusos están provocando que la gente se relaje en las medidas de seguridad. Ayer varios videos y fotos en redes se podía observar las calles y avenidas llenas de carros. En el Mercado volvieron a llenarse los lugares del andador que está por la Guerrero. La mayoría personas de tercera edad, sin cubrebocas y sin cuidar la sana distancia. Ya abrieron expendios y se acabaron las colas inútiles. Pasó igual que con el papel del baño. Se buscaba que la gente se moderara y todo lo contrario. No entendemos. Cierto que estamos por debajo del promedio nacional en letalidad del coronavirus, pero no hay que exagerar. Si no nos cuidamos tendremos que regresar a las cuevas, aunque todos hagan corajes.

Ni pa’los chescos… Las delegaciones federales andan con el Jesús en la boca porque ya les anunciaron que no habrá recursos para gasto corriente en tanto no presenten su programa de ajuste presupuestal con un recorte del 75% en las cuentas dos mil y tres mil en los rubros de suministros, materiales y servicios generales. Este corte fue orden directa de la Secretaría de Hacienda. De hecho en el edificio federal del Centro de Gobierno ya había muchas quejas de los trabajadores de que no hay servicio de limpieza. Que tienen que llevar hasta su papel del baño. Pues ahora ni para la renta. Al rato van a estar como en los tiempos del padrecismo, que para levantar una denuncia la víctima tenía que llevar sus propias hojas blancas. El apretón viene en serio y más vale que lleven sus botellitas de agua y lonche. Ah, y papelito para aquellito. Uffa. Viene dura la pobreza calcutiana como la llama Porfirio Muñoz Ledo.

Mentiras de Trump por Twitter…. Qué pela le acaba de poner la empresa Twitter a Donald Trump, quien los acusó de mentiroso y manipuladores de la información porque lo desmintieron cuando dijo que las boletas electorales enviadas por correo conducirían a una “elección amañada”. Esto que es otro fake news estilo Trump para descalificar este sistema de votación, ahora tuvo respuesta inmediata, porque Twitter puso una leyenda en los mensajes del Presidente americano que dice “obtenga los datos sobre las boletas por correo”, y eso lleva a información al respecto, que desmiente rotundamente a Trump. Obvio, esto provocó la furia del mandatario y amenaza ahora con cerrar o regular las redes sociales. Dice que porque silencian las voces conservadoras. Lo cierto es que no las silencian, sino que las desmienten que es muy diferente. Pero bueno, asunto gringo y que ellos se hagan bolas.

En fin, la vida es un frenesí. Por eso recuerden lo que decía don Cleto, si me han de enterrar mañana, pa’que me creman. Sale.