/ sábado 16 de febrero de 2019

Corren rumores | El PRI de quien lo trabaja


Como botín de guerra… Hagan de cuenta que el PRI ganó las elecciones de 2018 por barrida, porque todos andan quitados de la pena, nada les preocupa y ahora se andan peleando por la dirigencia nacional como si todo estuviera bajo control.

Hasta ahorita, sólo se habla de aspirantes a la presidencia del partido, pero en ningún lado se oye que quieran darle oportunidad a los priistas a que decidan sobre su futuro. Esto quedará en manos de los clanes jurásicos. También tendrán mano los gobernadores y ex gobernadores. Ellos, por lo que dicen los columnistas, son los que definirán el perfil del próximo rey feo y las reglas para elegir candidatos. Todo, sin contar con el sentir de la militancia. Bueno, si es que realmente el PRI pueda presumir de militantes, porque los que no son clientes, son empleados, colaboradores o entenados. Pero militantes, lo que son militantes, quedaría por verse.

Con agua bendita… Las viejas estructuras del PRI van con su misma obsoleta estrategia, que es elegir como dirigente a alguien que según ellos está libre de pecado y con cierto baño de agua bendita, para que la gente crea que esto es el cambio del partido. Obvio que termina por ser una mera opereta que, para empezar, no creen ni los mismos priistas y menos el resto de la gente. Están proponiendo una muy buena carta, que es José Narro, ex rector de la UNAM y ex secretario de Salud. Hombre respetable, pero más solo que la tortilla de arriba. Es obvio que si lo ponen de inmediato lo van a rodear y no lo van a dejar ni nombrar a su chofer y a lo más que podrá hacer es pedir el café a su secretaria. Porque está demás decir que le deberá el favor a las viejas estructuras, a los gobernadores, liderazgos regionales y los clanes tradicionales. Y como su mismo perfil es moderado-tradicional, lo que menos pensará será en romper con los que tienen en asfixia al partido.

No se animan… El PRI debería animarse a soltar una verdadera consulta para que su base de militantes, sea el número que sea, diga qué perfil quiere y luego que le presenten sobre eso una terna para que escojan. Porque debe ser alguien a quien todo mundo respete y que tenga la autoridad moral para poder jalar riendas como buen líder. Pero si insisten en poner otro encargado de despacho, con una etiqueta bien llamativa de quién es su dueño, pues simplemente que se vayan preparando para otro desastre electoral. Que luego no digan que no fueron advertidos. En realidad nada les cuesta que comiencen con consultas serias, que pueden hacerse hasta con planes pilotos y moverla a nivel municipal. Si hay buena respuesta se avientan una en grande. Pero volver a lo mismo, de imponer un dirigente nacional apoyado por los clanes, insisto, en que ahora, sin el poder y de bajada, no les va a dar resultado. Claro, a menos que el juego esté arreglado para que los de Morena no toquen a Enrique Peña Nieto. Pero se ve que si iba por ahí, nadie lo está respetando.

Operación caníbal… De llamar la atención los pleitos internos que se están dando al interior de Morena y de sus aliados, apenas a un par de meses que asumieron el poder.

Ahí está el caso abierto del pleito entre Rodolfo Lizárraga y Ana Gabriela Guevara, en donde ya se metió a mediar el propio dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, quien los está convocando a una reunión el miércoles en la capital del país para definir esta situación.

Por otro lado, los diputados de Morena andan más que extrañados con los maestros del CNTE que tienen plantón en el Congreso y ahora cerraron las instalaciones, sin atender el llamado de los legisladores.

Entre ellos se maneja la versión que esta es una operación del super delegado Jorge Taddei para desplazar al clan Mendoza en el control de los diputados morenistas. Pero bueno, eso sólo es una de las tantas versiones que corren por el río. Ah, pero cuando el río suena. Algo saldrá en las columnas.

Los de adelante… El que acaba de acelerar a todo mundo es Ricardo Bours Castelo, pues ahora que es agente libre y puede ir a cualquier estadio y jugar con todos, parece que comenzó a tener clara ventaja sobre los otros aspirantes. Esto obligó a los que suspiran a meter el acelerador porque ya se dieron cuenta que Ricardo los puede dejar lejos, y ahora sí que el que no se mueve no sale en las encuestas. El primero en respingar fue Ernesto Gándara con una ingeniosa campaña en redes sociales donde aparece la imagen de un borrego y con testimonios de personas que se dicen ser borreguistas. Sin duda que siguen la estrategia que tan buenos resultados le dio a la actual gobernadora Claudia Pavlovich con aquel mensaje que decía: Ya llegó la hora de tener gobernadora. O el de Giullermo Prades. Bueno, en esto todo se vale, sobre todo si ven que otros comienzan a tener ventaja o hay un adversario que puede arrasar con el juego como es el caso de Morena. Y como dirían, de aquí pa’l real vamos a ver eso y mucho más. Esperemos ver cómo brincan ahora Ana Gabriela Guevara y Alfonso Durazo, porque no le pueden dejar todo a la marca de Andrés Manuel López Obrador.


En fin, sabadito sabroso y lo mejor agarrar piedras. No olviden lo que decía el Panduro Maldonado, si ya ganó un pescado, porque no puede ganar otro animalito. Sale.


Como botín de guerra… Hagan de cuenta que el PRI ganó las elecciones de 2018 por barrida, porque todos andan quitados de la pena, nada les preocupa y ahora se andan peleando por la dirigencia nacional como si todo estuviera bajo control.

Hasta ahorita, sólo se habla de aspirantes a la presidencia del partido, pero en ningún lado se oye que quieran darle oportunidad a los priistas a que decidan sobre su futuro. Esto quedará en manos de los clanes jurásicos. También tendrán mano los gobernadores y ex gobernadores. Ellos, por lo que dicen los columnistas, son los que definirán el perfil del próximo rey feo y las reglas para elegir candidatos. Todo, sin contar con el sentir de la militancia. Bueno, si es que realmente el PRI pueda presumir de militantes, porque los que no son clientes, son empleados, colaboradores o entenados. Pero militantes, lo que son militantes, quedaría por verse.

Con agua bendita… Las viejas estructuras del PRI van con su misma obsoleta estrategia, que es elegir como dirigente a alguien que según ellos está libre de pecado y con cierto baño de agua bendita, para que la gente crea que esto es el cambio del partido. Obvio que termina por ser una mera opereta que, para empezar, no creen ni los mismos priistas y menos el resto de la gente. Están proponiendo una muy buena carta, que es José Narro, ex rector de la UNAM y ex secretario de Salud. Hombre respetable, pero más solo que la tortilla de arriba. Es obvio que si lo ponen de inmediato lo van a rodear y no lo van a dejar ni nombrar a su chofer y a lo más que podrá hacer es pedir el café a su secretaria. Porque está demás decir que le deberá el favor a las viejas estructuras, a los gobernadores, liderazgos regionales y los clanes tradicionales. Y como su mismo perfil es moderado-tradicional, lo que menos pensará será en romper con los que tienen en asfixia al partido.

No se animan… El PRI debería animarse a soltar una verdadera consulta para que su base de militantes, sea el número que sea, diga qué perfil quiere y luego que le presenten sobre eso una terna para que escojan. Porque debe ser alguien a quien todo mundo respete y que tenga la autoridad moral para poder jalar riendas como buen líder. Pero si insisten en poner otro encargado de despacho, con una etiqueta bien llamativa de quién es su dueño, pues simplemente que se vayan preparando para otro desastre electoral. Que luego no digan que no fueron advertidos. En realidad nada les cuesta que comiencen con consultas serias, que pueden hacerse hasta con planes pilotos y moverla a nivel municipal. Si hay buena respuesta se avientan una en grande. Pero volver a lo mismo, de imponer un dirigente nacional apoyado por los clanes, insisto, en que ahora, sin el poder y de bajada, no les va a dar resultado. Claro, a menos que el juego esté arreglado para que los de Morena no toquen a Enrique Peña Nieto. Pero se ve que si iba por ahí, nadie lo está respetando.

Operación caníbal… De llamar la atención los pleitos internos que se están dando al interior de Morena y de sus aliados, apenas a un par de meses que asumieron el poder.

Ahí está el caso abierto del pleito entre Rodolfo Lizárraga y Ana Gabriela Guevara, en donde ya se metió a mediar el propio dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, quien los está convocando a una reunión el miércoles en la capital del país para definir esta situación.

Por otro lado, los diputados de Morena andan más que extrañados con los maestros del CNTE que tienen plantón en el Congreso y ahora cerraron las instalaciones, sin atender el llamado de los legisladores.

Entre ellos se maneja la versión que esta es una operación del super delegado Jorge Taddei para desplazar al clan Mendoza en el control de los diputados morenistas. Pero bueno, eso sólo es una de las tantas versiones que corren por el río. Ah, pero cuando el río suena. Algo saldrá en las columnas.

Los de adelante… El que acaba de acelerar a todo mundo es Ricardo Bours Castelo, pues ahora que es agente libre y puede ir a cualquier estadio y jugar con todos, parece que comenzó a tener clara ventaja sobre los otros aspirantes. Esto obligó a los que suspiran a meter el acelerador porque ya se dieron cuenta que Ricardo los puede dejar lejos, y ahora sí que el que no se mueve no sale en las encuestas. El primero en respingar fue Ernesto Gándara con una ingeniosa campaña en redes sociales donde aparece la imagen de un borrego y con testimonios de personas que se dicen ser borreguistas. Sin duda que siguen la estrategia que tan buenos resultados le dio a la actual gobernadora Claudia Pavlovich con aquel mensaje que decía: Ya llegó la hora de tener gobernadora. O el de Giullermo Prades. Bueno, en esto todo se vale, sobre todo si ven que otros comienzan a tener ventaja o hay un adversario que puede arrasar con el juego como es el caso de Morena. Y como dirían, de aquí pa’l real vamos a ver eso y mucho más. Esperemos ver cómo brincan ahora Ana Gabriela Guevara y Alfonso Durazo, porque no le pueden dejar todo a la marca de Andrés Manuel López Obrador.


En fin, sabadito sabroso y lo mejor agarrar piedras. No olviden lo que decía el Panduro Maldonado, si ya ganó un pescado, porque no puede ganar otro animalito. Sale.