Sorprende a la OMS… La Organización Mundial de la Salud está intrigada por lo que pasa en Alemania, en donde hay alrededor de 14 mil infectados, pero sólo 31 muertos. Las diferencias con otros países son dramáticas.
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Por ejemplo, su presidenta Ángela Merkel no se anduvo por las ramas y dijo que el coronavirus es el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial. Advirtió que de no tomarse medidas el 70% de los alemanes se enfermarán. Pero no dejó todo en manos de la gente, sino que su estructura hospitalaria es de primera. Para empezar todos los laboratorios, privados y públicos, hacen 12 mil pruebas diarias. A diferencia de México, que sólo en laboratorios oficiales. Como que tienen miedo que se sepan los números reales. Tienen 28 mil camas para terapia intensiva, de las cuales 25 mil tienen aparatos respiratorios. En México desconocemos el número de camas en terapia intensiva. Aquí el Gobierno llama a la calma y el Presidente presume que con estampitas y amuletos se puede contener la enfermedad. Allá no disimulan y aquí en eso somos campeones.
Somos como españoles… Los mexicanos nos parecemos a los españoles y hasta que no tenemos el agua hasta el cuello reaccionamos. La campaña de quedarnos en casa es excelente, pero no todos responden, porque ven indolencia en las autoridades federales, que no están a la par de otros niveles de gobierno. Ejemplo, en Nacozari el Ayuntamiento decretó toque de queda a partir de las 20:00 horas. Un buen comienzo. La gobernadora Claudia Pavlovich se anticipó con una campaña muy fuerte para guardar cuarentena y salió dentro de sus posibilidades a ayudar a las pequeñas y medianas empresas, incluyendo de turismo, que sufrirán un fuerte impacto económico. A nivel federal ya dijeron que no habrá ayuda fiscal ni rescates financieros. El que se hundió se hundió. La Canirac a nivel nacional dice que si la crisis se prolonga por más de tres mes provocará la desaparición de la mayoría de los negocios y no hay respuesta.
Grito de alerta… Médicos de todo el mundo, sobre todo españoles, están dando gritos de alerta en forma desesperada porque allá están pagando las consecuencias de actuar demasiado tarde. En su clamor describen las escenas de horror en los hospitales abarrotados, personal médico y enfermeras saturados y algunos hasta contagiados. Y todo por la tibieza de un gobierno que no quiere hablar con claridad y decir la verdad de lo que pasa. Pero sobre todo, la verdad de lo que puede responder ante la crisis. Para darnos una idea de esta indolencia, fue hasta el jueves por la tarde que el Consejo General de Salubridad, máximo organismo en estas situaciones, cuando por fin sesionó y salió con la brillante novedad de que el coronavirus es una “enfermedad grave y de atención prioritaria”, y por fin definieron medidas a tomar. Valiente cosa. Ahora falta que el primero en hacer caso sea el presidente Andrés Manuel López Obrador que es primero en importarle un rábano las medidas preventivas haciendo giras y reuniones multitudinarias sin cuidar el riesgo del contagio.
Acciones tardías… Ahorita hay países que están pagando su negligencia, no sólo de la población sino de las autoridades. Como el caso patético de Italia, totalmente rebasada en su estructura hospitalaria y médica, al grado de que el viernes reportaron en un solo día 627 muertos, lo que hace que casi lleguen a más de cuatro mil fallecidos. En Rusia con bajo nivel de muertos no se anduvo por las ramas y decretaron toque de queda forzoso de una vez, con penas de cinco años de cárcel al que sorprendan en las calles sin autorización o justificación. De ahí la importancia de reaccionar rápido y saber comunicarlo. Esto le ha valido reconocimiento y apoyo de la gente como se puede ver en la encuesta del Índice de Reputación Digital, donde 25 gobernadores están por arriba del presidente López Obrador en este momento, y encabeza la lista la Gobernadora sonorense. Es que con esto no se puede jugar ni tardar.
Viene el Presidente… El presidente López Obrador va contra lo que recomienda su Secretaría de Salud y especialistas médicos, que están pidiendo se cancelen eventos como bodas, festivales, fiestas, reuniones, hasta centros de trabajo. Sin embargo el mandatario estatal le vale, hace y en los eventos de cientos de personas le da por andar de besos, abrazos y saludos de mano. Ah, y ahora tiene programado venir de gira a Sonora para finales de marzo. Está en la agenda San Luis Río Colorado y otros municipios de frontera. Y awewe Morena, los ayuntamientos morenistas y las delegaciones federales tienen que llevarle acarreados y hacerle bolas, como pasó ahora que estuvo en Hermosillo. Hasta ahorita no ha cancelado la gira que será justo cuando inicie lo fuerte de la crisis según las autoridades de Salud. Quién sabe qué buscará con todo ello. Ayudar a los mexicanos no. Porque muchos le creen y mientras él no diga a la gente que se quede en casa y no apoye a los demás niveles de gobierno, poco servirán las llamadas de cuidado.
Ser solidarios… Ante esta falta de decisión del Gobierno federal, no queda otra que la sociedad civil se sume a sus autoridades locales. Estar bien informados sin dejarnos llevar por la demagogia oficial o por las noticias escandalosas y falsas. Pero lo más importante, hay que ser solidarios. Y lo primero es cuidarnos a nosotros y nuestras familias, para así colaborar al dejar de ser una amenaza para los demás. Si todavía podemos ayudar a gente que no tiene forma de salir adelante, pues hay que hacerlo. Como decían antes, más que ser parte del problema, debemos convertirnos en factores claves de la solución.
En fin, veremos cómo amanece el fin de semana. Por lo mismo no olviden aquello de ayúdate, que yo te ayudaré. Sale.
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