/ miércoles 1 de diciembre de 2021

Corren rumores | El síndrome del Siglo XXl

No te equivoques… Dice el viejo y conocido refrán, que cuando un periodista la gana con un político que llega a gobernante, la pierde.

Bueno, ahora parece que es el caso de la periodista Carmen Aristegui a la que le están tundiendo en las redes por haberse atrevido a sacar un reportaje de los negocios de los hijos del jefe aprovechando el programa Sembrando Vida. Y bueno, esto no es nuevo. El ejemplo más icónico sucedió con el periódico Siglo XXl de Guadalajara, que hacía un periodismo crítico hacia el Gobierno priista. Los panistas daban por sentado que era un medio aliado políticamente. Pero cuando ellos llegaron al poder, este periódico siguió su línea crítica y fue acusado de hereje por el Gobierno panista. Los lectores, en su mayoría simpatizantes del PAN le dieron la espalda porque no aceptaron sus críticas, ciertas, pero duras. Al final, el diario terminó cerrando por haberse atrevido a seguir su línea editorial de siempre. Y bueno, eso pasa y los que hemos vivido estas experiencias no hay como aprender a sortear las tempestades y seguir adelante.

La Chairistegui... Así están apodando a Carmen Aristegui en una campaña de linchamiento por su atrevimiento que rayó en la herejía política de haber investigado periodísticamente los negocios de la familia real. Los insultos están por docena y por kilo. Claro, no es la primera vez que tiene que aguantar esto. También vivió que en tiempos de Peña Nieto presionaran para sacar su noticiero de radio del aire. Eso lo vivimos en Entre Todos con Armando López Nogales, cuando presionó para sacarnos de La Kaliente. Gajes del oficio. Pero de todos modos son gajes incómodos. Ahora, Carmen corre el riesgo de perder parte de su audiencia, porque seguramente obligarán a la chairiza a que no la siga bajo pena de excomunión. Será otra tempestad más para esta periodista incómoda.

Le tocó a Galilea... Pobre Galilea Montijo, pues le ha llovido en serio en redes sociales. La pobre ni cuenta se ha dado que su asunto de escándalo por ser amiga de Inés Gómez Mont y un posible pasado tormentoso, es usado como cortina de humo para tapar el escándalo de la Fábrica de Chocolates. Si no fuera por el linchamiento a Carmen Aristegui el asunto ya tuviera suficiente tierra y se quedaría sola la pobre Galilea aguantando el chaparrón. Ni modo, hay que ser conscientes que ahora los expertos en manejo de crisis saben que no hay como un buen escándalo para tapar otro. Y bueno, en este caso parece que lo han logrado.

Se prepara el HGE... Reportan que en el Hospital General del Estado de nuevo comenzaron a acondicionar áreas Covid ante el temor de que tengamos una nueva ola por el aumento de contagios y la llegada del Ómicron. Recordar que cinco estados del Norte se fueron a semáforo amarillo y en ellos cuela Sonora. Además, la forma de calcular el color del semáforo sanitario es por el número de contagios y camas disponibles. Por lo pronto qué bueno que se ponen el huarache antes de que le llegue la espina. Pero lo bueno sería que haya información oficial al respecto y no tener que andar manejando esto a base de puros trascendidos o en cuentas de redes sociales de los mismos doctores.


Pequeño resbalón... El rebautizado Instituto Nacional de Salud para el Bienestar por fin reconoció que regaron el tepache. Resulta que aceptaron que hay deficiencias en la compra y abasto de medicamentos y materiales, porque entre los errores cometidos hay uno que no tiene cuate. Resulta que solicitaron la adquisición de más de mil claves de fármacos que ya no se fabrican. Todo porque no se tomaron la molestia de actualizar su catálogo nacional de insumos médicos. Siguen operando con el que dejó Peña Nieto y que no se actualiza desde el 2014. Claro, que reconocen esto porque de otra manera obligarían a cambiar el nombre al Presidente de la República, que dijo que dejaba de llamarse Andrés Manuel si no se regularizaba el abasto de medicinas. Y bueno, vayan escogiendo nombre.


Vuelan sonorenses... Desde ayer debieron de haber salido las caravanas de militantes de Morena y quienes trabajan para gobiernos de la 4T para estar hoy en el Zócalo de la CDMX para el informe del Presidente. Este enésimo informe es con motivo de que se cumplen tres años de gobierno y quedan tres… por lo pronto. Ya sabe cómo es de caprichoso el pueblo, en un descuido y piden que el sexenio se vaya a tiempos extras. La meta es llenar la plancha del Zócalo no le aunque que haya riesgos Covid. El chiste es mostrar el músculo para que se enojen los conservadores. No creo que tengan problemas para lograr lleno completo. Ah, pero si por algún motivo falla el acarreo y el operativo, algunos van a pasarla muy mal, porque últimamente, insistimos, el humor presidencial anda un tanto cuanto disparejo.


Se salió la doña… Caray, como que algunos gobernantes de la 4T están abusando de protagonismo y de power político. Ahora fue la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, quien apareció en un evento con una bandera nacional a sus espaldas. Pero el punto es que el escudo nacional era un águila con las alas desplegadas, con cabeza de pollo y la víbora haciendo una “S” de Salgado, claro. Olvidó la señora Gobernadora que los símbolos patrios se manejan de acuerdo a lo que señalan los reglamentos oficiales. Y en segundo, que no pueden andar haciendo diseños a contentillo. Aunque claro, mientras esté en el ánimo del patrón pueden hacer eso y más. Al rato veremos un ganso devorando un sapo. En señal de que así son las nuevas formas. Ah, y sin hacer gestos.


En fin, por eso es bueno recordar lo que decía el Flaco Gordon, no por mucho presumir amanece más temprano. Sale.


No te equivoques… Dice el viejo y conocido refrán, que cuando un periodista la gana con un político que llega a gobernante, la pierde.

Bueno, ahora parece que es el caso de la periodista Carmen Aristegui a la que le están tundiendo en las redes por haberse atrevido a sacar un reportaje de los negocios de los hijos del jefe aprovechando el programa Sembrando Vida. Y bueno, esto no es nuevo. El ejemplo más icónico sucedió con el periódico Siglo XXl de Guadalajara, que hacía un periodismo crítico hacia el Gobierno priista. Los panistas daban por sentado que era un medio aliado políticamente. Pero cuando ellos llegaron al poder, este periódico siguió su línea crítica y fue acusado de hereje por el Gobierno panista. Los lectores, en su mayoría simpatizantes del PAN le dieron la espalda porque no aceptaron sus críticas, ciertas, pero duras. Al final, el diario terminó cerrando por haberse atrevido a seguir su línea editorial de siempre. Y bueno, eso pasa y los que hemos vivido estas experiencias no hay como aprender a sortear las tempestades y seguir adelante.

La Chairistegui... Así están apodando a Carmen Aristegui en una campaña de linchamiento por su atrevimiento que rayó en la herejía política de haber investigado periodísticamente los negocios de la familia real. Los insultos están por docena y por kilo. Claro, no es la primera vez que tiene que aguantar esto. También vivió que en tiempos de Peña Nieto presionaran para sacar su noticiero de radio del aire. Eso lo vivimos en Entre Todos con Armando López Nogales, cuando presionó para sacarnos de La Kaliente. Gajes del oficio. Pero de todos modos son gajes incómodos. Ahora, Carmen corre el riesgo de perder parte de su audiencia, porque seguramente obligarán a la chairiza a que no la siga bajo pena de excomunión. Será otra tempestad más para esta periodista incómoda.

Le tocó a Galilea... Pobre Galilea Montijo, pues le ha llovido en serio en redes sociales. La pobre ni cuenta se ha dado que su asunto de escándalo por ser amiga de Inés Gómez Mont y un posible pasado tormentoso, es usado como cortina de humo para tapar el escándalo de la Fábrica de Chocolates. Si no fuera por el linchamiento a Carmen Aristegui el asunto ya tuviera suficiente tierra y se quedaría sola la pobre Galilea aguantando el chaparrón. Ni modo, hay que ser conscientes que ahora los expertos en manejo de crisis saben que no hay como un buen escándalo para tapar otro. Y bueno, en este caso parece que lo han logrado.

Se prepara el HGE... Reportan que en el Hospital General del Estado de nuevo comenzaron a acondicionar áreas Covid ante el temor de que tengamos una nueva ola por el aumento de contagios y la llegada del Ómicron. Recordar que cinco estados del Norte se fueron a semáforo amarillo y en ellos cuela Sonora. Además, la forma de calcular el color del semáforo sanitario es por el número de contagios y camas disponibles. Por lo pronto qué bueno que se ponen el huarache antes de que le llegue la espina. Pero lo bueno sería que haya información oficial al respecto y no tener que andar manejando esto a base de puros trascendidos o en cuentas de redes sociales de los mismos doctores.


Pequeño resbalón... El rebautizado Instituto Nacional de Salud para el Bienestar por fin reconoció que regaron el tepache. Resulta que aceptaron que hay deficiencias en la compra y abasto de medicamentos y materiales, porque entre los errores cometidos hay uno que no tiene cuate. Resulta que solicitaron la adquisición de más de mil claves de fármacos que ya no se fabrican. Todo porque no se tomaron la molestia de actualizar su catálogo nacional de insumos médicos. Siguen operando con el que dejó Peña Nieto y que no se actualiza desde el 2014. Claro, que reconocen esto porque de otra manera obligarían a cambiar el nombre al Presidente de la República, que dijo que dejaba de llamarse Andrés Manuel si no se regularizaba el abasto de medicinas. Y bueno, vayan escogiendo nombre.


Vuelan sonorenses... Desde ayer debieron de haber salido las caravanas de militantes de Morena y quienes trabajan para gobiernos de la 4T para estar hoy en el Zócalo de la CDMX para el informe del Presidente. Este enésimo informe es con motivo de que se cumplen tres años de gobierno y quedan tres… por lo pronto. Ya sabe cómo es de caprichoso el pueblo, en un descuido y piden que el sexenio se vaya a tiempos extras. La meta es llenar la plancha del Zócalo no le aunque que haya riesgos Covid. El chiste es mostrar el músculo para que se enojen los conservadores. No creo que tengan problemas para lograr lleno completo. Ah, pero si por algún motivo falla el acarreo y el operativo, algunos van a pasarla muy mal, porque últimamente, insistimos, el humor presidencial anda un tanto cuanto disparejo.


Se salió la doña… Caray, como que algunos gobernantes de la 4T están abusando de protagonismo y de power político. Ahora fue la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, quien apareció en un evento con una bandera nacional a sus espaldas. Pero el punto es que el escudo nacional era un águila con las alas desplegadas, con cabeza de pollo y la víbora haciendo una “S” de Salgado, claro. Olvidó la señora Gobernadora que los símbolos patrios se manejan de acuerdo a lo que señalan los reglamentos oficiales. Y en segundo, que no pueden andar haciendo diseños a contentillo. Aunque claro, mientras esté en el ánimo del patrón pueden hacer eso y más. Al rato veremos un ganso devorando un sapo. En señal de que así son las nuevas formas. Ah, y sin hacer gestos.


En fin, por eso es bueno recordar lo que decía el Flaco Gordon, no por mucho presumir amanece más temprano. Sale.