/ miércoles 28 de abril de 2021

Corren rumores | Hay que taparles la boca

A los reporteros… Ahora sí que no sabemos qué lectura deja lo dicho por el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, en entrevista con Carmen Aristegui, cuando dijo que el presidente López Obrador tiene un problema al hablar sobre temas que violan la veda electoral, como son logros de gobiernos o juicios contra partidos políticos.

Y por eso, porque tiene un problema, recomendó que “hay que taparle la boca también a los reporteros y decirles por favor no pregunten eso”. Caray, grave la primera lectura, de que se vayan por lo más fácil, que es aplicar la censura y ponerle mordaza a los periodistas para que su jefe no se meta en broncas. Se ve que es el camino más fácil, porque con esto deja en claro que no hay forma de hacer que calle el Presidente y por lo mismo, el riesgo es alto de que meta la pata.

No es nuevo… Eso del protagonismo presidencial y las metidas de pata no es nuevo. Recuerden que Vicente Fox padecía del mismo mal, hablar mucho y no conectar el cerebro con la lengua. Por eso tenía ahí a Rubén Aguilar, quien con una bolsa de papel en la cabeza por la vergüenza ajena, tenía que salir a decir la hoy clásica frase: “lo que el Presidente quiso decir”. Y bueno, cuando menos Fox aguantaba vara de que lo corrigieran. Pero ahora eso es punto menos que imposible y Scherer lo sabe, por eso en lugar de aconsejar mesura a López Obrador, opta por algo que ve más fácil: callar periodistas. Y eso lo hace, que conste, apenas en la primera mitad de gobierno. Se imaginan si logran el control total. Prohibido pensar.

Seguro lo sabe… El presidente López Obrador sabe perfectamente que viola la ley electoral, pero como está acostumbrado a mandar al diablo a las instituciones y de imponerse sobre la Constitución, va a seguir con su protagonismo en las mañaneras. A lo mejor Scherer logra que al Club de Focas Aplaudidoras les puedan poner bozal y mordaza, pero hay otros medios que no dejarán que callen a sus reporteros. Y ya será cosa del Presidente lo que responda, pensando que es lo adecuado para contestar o para lucir. Total, que su equipo de abogados se encargue de sacarlo del embrollo. Pero bueno, por lo pronto pico callado que no entran moscas. Y por lo demás, prepárense porque esto es una mala señal para el futuro.

Aviso oportuno… Ya que andamos con el tema de la ley mordaza, a los que se les acaban de aplicar es a la Iglesia Católica y “todos los actores religiosos del país”, a quienes la Secretaría de Gobernación llama para que no intervengan o sea no se entrometan en el proceso electoral. Muy en su papel de respeto a la Constitución, lo que no hacen en el caso de la Suprema Corte de Justicia, les recuerdan a ministros del culto respetar la separación Iglesia-Estado, y les recuerda que hay sanciones para quienes conviertan actos religiosos en eventos políticos o realicen propaganda a favor, pero sobre todo en contra, de candidatos o partidos políticos. Obvio, le caló la postura de la Conferencia del Episcopado México que pide a los fieles que no voten por candidatos o partidos que están a favor de la cultura de la muerte, los abortistas, pues.


Grito a tiempo… El año electoral comenzó en el 2020, creo. Y bueno, fue cuando se debieron poner las reglas del juego para todos los participantes. Pero como en ese tiempo la Iglesia Católica mantenía una actitud tibia en materia política, el Gobierno central no dijo nada. Es hasta ahora que el enorme aparato del culto comienza a moverse y despertar, pero además que tira línea, cuando se muestran preocupados, porque saben que desde el púlpito pueden cambiar la intención del voto, sobre todo lo que más cuida la 4T, el voto en contra de sus candidatos a diputados federales, porque esa es la misión final, entregar a la Presidencia el control de la Cámara de Diputados.


Primera llamada… Así como Ricardo Monreal ha amenazado al INE con que si pierden las elecciones lo van a desaparecer, seguramente este anuncio de Gobernación fue la primera llamada a los sectores religiosos. La segunda, seguramente vendrá por el lado de algún líder legislativo para recordarles que se puede regresar a la Ley Calles en donde tenían el control para adueñarse de templos y propiedades eclesiásticas. Ya han tenido una advertencia con el gobierno de la Ciudad de México que mandó derribar un templo católico porque necesitaba esa propiedad para unas obras públicas. Bueno, pues sobre aviso no hay engaño. Veremos si ahora ante esta amenaza la Iglesia tiene el valor de mantener sus convicciones o bien, acepta el regaño y se refugia en las sacristías.


Se les cayó el arbolito… Aunque suene punto menos que increíble, pero el Tribunal Federal Electoral se fajó, cuando menos eso parece, y votaron a favor de dejar sin candidaturas de gobernador a Guerrero a Félix Salgado Macedonio por 6 votos a 1, y a Raúl Morón Orozco, por Michoacán por 5 votos a 1. El cargo fue simple, no presentaron los gastos de precampaña por sus meras pistolas. Como en esto de la grilla no hay casualidades y menos coincidencias, habrá que esperar la reacción del jefe máximo en la mañanera. Si sale con capucha y antorcha en mano para quemar en leña verde a los magistrados electorales entonces creeremos que es cierto. Pero si sale resignado, quiere decir que el juego estuvo más arreglado que una pelea del Chapo Romo. Entonces, hasta no ver y oír, medio creer.


Pero bueno, esto se escribe temprano, por lo mismo lo del debate se los debemos. Pero por eso no olviden lo que decía el Moco Agüero, cuando el río suena, es que alguien anda tirando basura. Sale.


A los reporteros… Ahora sí que no sabemos qué lectura deja lo dicho por el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, en entrevista con Carmen Aristegui, cuando dijo que el presidente López Obrador tiene un problema al hablar sobre temas que violan la veda electoral, como son logros de gobiernos o juicios contra partidos políticos.

Y por eso, porque tiene un problema, recomendó que “hay que taparle la boca también a los reporteros y decirles por favor no pregunten eso”. Caray, grave la primera lectura, de que se vayan por lo más fácil, que es aplicar la censura y ponerle mordaza a los periodistas para que su jefe no se meta en broncas. Se ve que es el camino más fácil, porque con esto deja en claro que no hay forma de hacer que calle el Presidente y por lo mismo, el riesgo es alto de que meta la pata.

No es nuevo… Eso del protagonismo presidencial y las metidas de pata no es nuevo. Recuerden que Vicente Fox padecía del mismo mal, hablar mucho y no conectar el cerebro con la lengua. Por eso tenía ahí a Rubén Aguilar, quien con una bolsa de papel en la cabeza por la vergüenza ajena, tenía que salir a decir la hoy clásica frase: “lo que el Presidente quiso decir”. Y bueno, cuando menos Fox aguantaba vara de que lo corrigieran. Pero ahora eso es punto menos que imposible y Scherer lo sabe, por eso en lugar de aconsejar mesura a López Obrador, opta por algo que ve más fácil: callar periodistas. Y eso lo hace, que conste, apenas en la primera mitad de gobierno. Se imaginan si logran el control total. Prohibido pensar.

Seguro lo sabe… El presidente López Obrador sabe perfectamente que viola la ley electoral, pero como está acostumbrado a mandar al diablo a las instituciones y de imponerse sobre la Constitución, va a seguir con su protagonismo en las mañaneras. A lo mejor Scherer logra que al Club de Focas Aplaudidoras les puedan poner bozal y mordaza, pero hay otros medios que no dejarán que callen a sus reporteros. Y ya será cosa del Presidente lo que responda, pensando que es lo adecuado para contestar o para lucir. Total, que su equipo de abogados se encargue de sacarlo del embrollo. Pero bueno, por lo pronto pico callado que no entran moscas. Y por lo demás, prepárense porque esto es una mala señal para el futuro.

Aviso oportuno… Ya que andamos con el tema de la ley mordaza, a los que se les acaban de aplicar es a la Iglesia Católica y “todos los actores religiosos del país”, a quienes la Secretaría de Gobernación llama para que no intervengan o sea no se entrometan en el proceso electoral. Muy en su papel de respeto a la Constitución, lo que no hacen en el caso de la Suprema Corte de Justicia, les recuerdan a ministros del culto respetar la separación Iglesia-Estado, y les recuerda que hay sanciones para quienes conviertan actos religiosos en eventos políticos o realicen propaganda a favor, pero sobre todo en contra, de candidatos o partidos políticos. Obvio, le caló la postura de la Conferencia del Episcopado México que pide a los fieles que no voten por candidatos o partidos que están a favor de la cultura de la muerte, los abortistas, pues.


Grito a tiempo… El año electoral comenzó en el 2020, creo. Y bueno, fue cuando se debieron poner las reglas del juego para todos los participantes. Pero como en ese tiempo la Iglesia Católica mantenía una actitud tibia en materia política, el Gobierno central no dijo nada. Es hasta ahora que el enorme aparato del culto comienza a moverse y despertar, pero además que tira línea, cuando se muestran preocupados, porque saben que desde el púlpito pueden cambiar la intención del voto, sobre todo lo que más cuida la 4T, el voto en contra de sus candidatos a diputados federales, porque esa es la misión final, entregar a la Presidencia el control de la Cámara de Diputados.


Primera llamada… Así como Ricardo Monreal ha amenazado al INE con que si pierden las elecciones lo van a desaparecer, seguramente este anuncio de Gobernación fue la primera llamada a los sectores religiosos. La segunda, seguramente vendrá por el lado de algún líder legislativo para recordarles que se puede regresar a la Ley Calles en donde tenían el control para adueñarse de templos y propiedades eclesiásticas. Ya han tenido una advertencia con el gobierno de la Ciudad de México que mandó derribar un templo católico porque necesitaba esa propiedad para unas obras públicas. Bueno, pues sobre aviso no hay engaño. Veremos si ahora ante esta amenaza la Iglesia tiene el valor de mantener sus convicciones o bien, acepta el regaño y se refugia en las sacristías.


Se les cayó el arbolito… Aunque suene punto menos que increíble, pero el Tribunal Federal Electoral se fajó, cuando menos eso parece, y votaron a favor de dejar sin candidaturas de gobernador a Guerrero a Félix Salgado Macedonio por 6 votos a 1, y a Raúl Morón Orozco, por Michoacán por 5 votos a 1. El cargo fue simple, no presentaron los gastos de precampaña por sus meras pistolas. Como en esto de la grilla no hay casualidades y menos coincidencias, habrá que esperar la reacción del jefe máximo en la mañanera. Si sale con capucha y antorcha en mano para quemar en leña verde a los magistrados electorales entonces creeremos que es cierto. Pero si sale resignado, quiere decir que el juego estuvo más arreglado que una pelea del Chapo Romo. Entonces, hasta no ver y oír, medio creer.


Pero bueno, esto se escribe temprano, por lo mismo lo del debate se los debemos. Pero por eso no olviden lo que decía el Moco Agüero, cuando el río suena, es que alguien anda tirando basura. Sale.